Una evaluación global de las transformaciones educativas actualmente
vigentes en América Latina permitiría identificar un significativo conjunto de
logros que ya han alcanzado un alto grado de consolidación. Entre los más
importantes, se pueden mencionar los siguientes:
(i) la tendencia al aumento de la inversión educativa;
(ii) las reformas institucionales, fundamentalmente la
descentralización de la administración educativa, la instalación de sistemas de
evaluación de resultados y la tendencia a otorgar mayor autonomía a las
escuelas;
(iii) el mayor nivel de conciencia pública sobre la
prioridad de la educación en las estrategias de desarrollo.
Hay consenso en reconocer, sin embargo, que estos logros no
son suficientes, y existe al respecto, también, un significativo nivel de
insatisfacción con los resultados del aprendizaje efectuado por los alumnos, especialmente
con los que provienen de familias de bajos ingresos, con el ritmo con el cual
avanzan las reformas y por la existencia de núcleos importantes de resistencia
a las transformaciones, particularmente en el interior de las administraciones
educativas y en los docentes.
Estos problemas no son secundarios y su importancia no
debería ser subestimada. La ausencia de equidad y la lentitud en el ritmo del
cambio educativo pueden poner en riesgo el aumento de la competitividad
económica así como la gobernabilidad democrática de las sociedades. En este
texto intentaremos postular algunas hipótesis de trabajo sobre las posibles
causas de estos fenómenos. Dichas hipótesis están destinadas a la discusión y a
su posterior desarrollo en investigaciones específicas y se refieren a tres
ámbitos distintos: (i) la relación entre educación y equidad social, (ii) las
secuencias de los procesos de transformación educativa, y (iii) las relaciones
entre sector público y privado.
Educación y equidad
social.
Hasta ahora se ha insistido fundamentalmente en la idea según
la cual la educación es un importante factor de equidad social. Numerosas
evidencias empíricas confirman la validez de esta correlación. Sin embargo, los
datos también indican que los resultados escolares dependen de ciertos factores
de educabilidad asociados a condiciones materiales de vida y origen social de
los alumnos. En América Latina donde vastos sectores de población viven en condiciones
de extrema pobreza, un porcentaje elevado de alumnos ingresaría a la escuela
con deficientes niveles de educabilidad lo que neutraliza los esfuerzos efectuados
por las instituciones educativas. En consecuencia es necesario considerar que
si bien la educación es un factor de equidad social, ciertos niveles básicos de
equidad social son necesarios para que sea posible educar con posibilidades de
éxito.
Secuencias de los
procesos de transformación educativa.
Los procesos de transformación educativa en América Latina han
adoptado una secuencia en la cual se comenzó por la reforma institucional y,
más específicamente, por la descentralización y la creación de sistemas de
medición de resultados. A pesar de la significativa heterogeneidad de
situaciones que existen en la región, se ha tendido a utilizar la misma secuencia
en contextos diferentes. Esta uniformidad ha provocado una situación en la cual
algunos actores pierden de vista el sentido de estos procesos. Los
procedimientos de gestión tienden a perder su carácter de instrumentos para el
logro de mejores niveles de calidad educativa y se transforman en fines en sí
mismos. El desafío futuro consiste en crear mayores grados de adhesión al
sentido de las transformaciones, a través de mecanismos de gestión que permitan
la coexistencia de secuencias diferentes, adaptadas a la heterogeneidad de
situaciones tanto sociales y económicas como culturales, y a través de
estrategias centradas en el cambio pedagógico. En este sentido, serán
necesarias políticas integrales con respecto a los docentes, cuya
profesionalización se convierte en una necesidad. La nueva pedagogía estará
basada en el objetivo de aprender a aprender, lo cual significa que el docente
ya no deberá solamente transmitir conocimientos sino la capacidad de aprender a
lo largo de toda la vida.
Relaciones entre el
sector público y el privado.
Los procesos de transformación educativa han estimulado las
alianzas del sector público y el privado. En las últimas décadas se superaron algunas
dicotomías tradicionales en este campo y se abrió la perspectiva de una mayor articulación
entre instituciones. Al respecto, parecería necesario comenzar a definir
estrategias de acción específicas con respecto a la articulación entre la
escuela y otras tres instituciones en particular: la familia, los medíos de
comunicación y la empresa.
Extraído de
Educar en la sociedad del conocimientoJuan Carlos Tedesco
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