¿Qué relación existe entre enseñanza y aprendizaje? ¿Es una consecuencia de la otra? ¿En qué consiste la Concepción Práctica de la realidad educativa? ¿Qué debe promover el currículo? ¿En qué consiste un currículo sociocrítico?
La práctica y su comprensión, se produce en comparación con
lo técnico, y cuando se intenta describir esta concepción, uno se enfrenta a
las concepciones arraigadas que tenemos sobre los hechos educativos. A saber,
sin olvidar los medios para determinados fines, simbolizados en objetivos que
alcanzar, y que están fuera de la acción del maestro, porque se depositan en el
otro sujeto de la relación, que es el alumno. Entonces sucede que se concibe
una relación de causalidad entre dos acciones de naturaleza distinta: la
enseñanza y el aprendizaje. La naturaleza de la enseñanza es enseñar, y su
consecuencia es la acción de enseñar, esto es lo que puede ser analizado
crítica y reflexivamente, por ser la acción del sujeto el profesor. La otra
actividad, la de aprender, tiene una relación ontológica con la enseñanza, es
parte de la naturaleza del acto de enseñar, alguien que aprenda, pero no es su
consecuencia, es una acción posterior y fuera de ella.
La concepción práctica considera la realidad educativa como
esencialmente fluida, variable, compleja, donde no hay recetas claras, ni
relacionamientos simples, sino múltiples decisiones que tomar en el marco de
intervenciones razonadas, prudentes, éticas, amparadas por la optimización. La
asunción de un enfoque práctico de la didáctica, supone un camino recíproco de
apropiación de un concepto, pero sobre todo de una práctica de la propia
didáctica, que implica un recorrido histórico y personal subyace una actitud de
compromiso e implicación muy grande del propio sujeto.
En este orden de ideas el aporte de Mora es significativo
cuando comenta que:
Igualmente se impone,
se fortalece la concepción pedagógica y didáctica, también de carácter crítico
y dialéctico, sobre el papel que juega el trabajo cooperativo y participativo
en el éxito del aprendizaje y la comprensión, lo cual traerá como consecuencia,
y necesariamente, procesos de transformación social. Consideramos que los
procesos educativos complejos actuales tendrá que tomar en cuenta, desde esta
nueva cultura sobre el aprendizaje y la enseñanza, los avances de la
neurodidáctica, la pedagogía y la Didáctica Crítica, la relación dialéctica del
estudio con el trabajo, las estrategias didácticas orientadas en la
investigación-problematización y, finalmente, la formación politécnica e
interdisciplinar.
Mora orienta sobre la importancia del trabajo cooperativo y
participativo dentro del currículo, coincidiendo con González Velasco para
quien el currículo, debe promover “una
enseñanza integral en: cómo se aprende, aprendizaje permanente, flexibilidad en
los métodos y finalmente trabajo en equipo”. El currículo es un proyecto
diseñado para una situación educativa. Sirve de orientación para la acción
pedagógica. Ilumina la intervención de los agentes educativos porque marca los
objetivos y define dónde se quiere llegar. Decide sobre los contenidos que se
intenta transmitir o que aprendan los alumnos. Propone las estrategias
metodológicas y los recursos didácticos para el logro de los objetivos y la
verificación de los contenidos. Opta por una manera de organizar el espacio y
el tiempo de los aprendizajes y de la enseñanza y, por fin, señala criterios de
evaluación. Según se opte por una u otra fundamentación epistemológica de la
enseñanza y de la educación, el currículo puede ser más o menos abierto e
incluso cerrado. El currículo puede ser una propuesta provisional y modificable
a lo largo del proceso, o ser un documento monolítico aceptado obligatoriamente
por todos los educadores, funcionarios de un Estado o empleados de un patrón.
El currículo generalmente se emplea para designar todo
aquello que se hace en el aula. El término “currículo” ha sido empleado en al
educación formal que en la no formal. Actualmente, se emplea el nombre
indistintamente, tanto en la enseñanza escolarizada como en la alternativa y
especial.
¿Qué significa currículo crítico? ¿En qué sentido ese
significado afecta a la sociedad, convirtiéndose así en sociocrítico? En primer
lugar se entiende por currículo crítico, según Rodríguez Rojo, aquella
propuesta o proyecto que se ofrece a una situación educativa con la intención
de contribuir a cambiar las cosas, en este caso, la situación social educativa.
Cambiar supone pasar de un estado a otro, de una interpretación a otra, de un
enfoque a otro, que implica el conocimiento y dominio de materias
instrumentales, académicas, escolares y vitales. Los fundamentos
epistemológicos del currículo crítico, yacen en la teoría crítica. En efecto,
por teoría crítica, desde la Escuela de Frankfurt, se entiende aquella revisión
del paradigma científico-filosófico imperante en la comunidad de intelectuales
de comienzos del siglo XX. Su evolución conceptual corre pareja a la crítica de
la modernidad9.
Antes de concluir y para cerrar este apartado sobre currículo
crítico, coincidimos con Mora (2008) cuando apuesta a inclinarse:
por una concepción del
hombre como ente de relaciones sociales cognitivas. El ser humano, quien
realmente produce conocimiento en interacción con los demás, es el resultado
material, psíquico y espiritual del desarrollo histórico y cultural que ha
experimentado la humanidad a lo largo de su existencia. Las personas como entes
activos y pensantes simultáneamente, producen conocimientos a través de la
actividad mediante su interrelación con las realidades temporal o espacialmente
alejadas de su propio entorno objetivo.
Extraído de
La Didáctica Crítica, critica la crítica educación bancaria
Alí Ramón Rojas Olaya
Departamento de Matemática y Física
Instituto Pedagógico de Caracas
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
En
Revista de Investigación Educativa
Integra Educativa 4
Tema: Pedagogía y Didáctica Crítica
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