No podemos pensar la Educación sin el cambio que ella provoca, en esta publicación transcribo algunos pensamientos de P Freire, que giran en torno al compromiso a asumir.
"El compromiso
sería una palabra hueca, una abstracción, si no involucra la decisión lúcida y
profunda de quien lo asume. Si no se diera en el marco de lo concreto".
"La primera
condición para que un ser pueda ejercer un acto comprometido está en que éste
sea capaz de actuar y reflexionar".
"...Es un ser
inmerso en el mundo, en su estar, a él adaptado y sin tener conciencia de él.
Su inmersión en la realidad, de la cual no puede emerger, ni
"alejarse" para admirarla y, así transformarla lo hace un ser
"fuera" del tiempo o bajo el tiempo o aun en un tiempo que no es
suyo. El tiempo, para un ser tal, "sería" un presente perpetuo, un
hoy externo"...
"Así como no hay
hombre sin mundo, ni mundo sin hombre, no puede haber reflexión y acción fuera
de la relación hombre-realidad"...
"...En efecto, si
la realidad, creada por los hombres, les dificulta, objetivamente, su actuar y
su pensar auténticos, ¿cómo pueden, entonces, transformarla para que puedan
pensar y actuar verdaderamente?...
"...Este
compromiso con la humanización del hombre, que implica una responsabilidad
histórica, no puede realizarse a través de la palabrería ni de ninguna otra
forma de huir del mundo, de la realidad concreta, donde se encuentran los
hombres concretos. El compromiso, como propio de la existencia humana, sólo
existe en el engarzamiento en la realidad, de cuyas "aguas" los
hombres verdaderamente comprometidos quedan "mojados",
empapados".
"...La
neutralidad frente al mundo, frente a lo histórico, frente a los valores,
refleja simplemente el miedo que tiene uno de revelar su compromiso. Este
miedo, casi siempre, resulta del hecho de que se dicen neutros están
"comprometidos" contra los hombres, contra su humanización".
"Ahora bien, si
nos interesa analizar el compromiso del profesional con la sociedad, tendremos
que reconocer que el profesional, antes de serlo, es hombre. Debe ser
compromiso por ello mismo".
"No puedo por
ello mismo, burocratizar mi compromiso de profesional, sirviendo, en una
inversión dolosa de valores, más a los medios que al fin del hombre. No puedo
dejarme seducir por las tentaciones míticas, entre ellas la de mi esclavitud a
las técnicas, que siendo elaboradas por los hombres son siervas y no sus
señoras".
"No es posible un
compromiso verdadero con la realidad y con los hombres concretos que en ella y
con ella están, si de esta realidad y de estos hombres uno tiene una conciencia
ingenua. No es posible compromiso auténtico si, al que se piensa comprometido,
la realidad se le presenta como si fuera algo dado, estático e inmutable".
"...Si mi
compromiso es realmente con el hombre concreto, con la causa de su
humanización, de su liberación, no puedo por ello mismo prescindir de la
ciencia ni de la tecnología, con las cuales me vaya instrumentando para mejor
luchar por esta causa".
"Estamos
convencidos de que el momento histórico de América latina exige de sus
profesionales una seria reflexión sobre su realidad, que se transforma
rápidamente, de la cual resulte su inserción en ella. Inserción que, siendo
crítica, es compromiso verdadero. Compromiso con los destinos del país.
Compromiso con su pueblo. Con el hombre concreto. Compromiso con el ser más de
este hombre".
“Existe una
postmodernidad en la derecha, pero también existe una postmodernidad de
izquierda y no, como casi siempre se insinúa, cuando no se insiste, que la
postmodernidad es un tiempo demasiado especial que suprimió clases sociales,
ideología, izquierdas y derechas, sueños y utopías. Y uno de los aspectos
fundamentales para la postmodernidad de izquierda es el tema del poder, el tema
de su reinvención que trasciende el de la modernidad, el de su pura conquista.”
Paulo Freire. Pedagogía de la Esperanza. 2a edición. México,
DF. Siglo XXI Editores. 1996. Página 189.
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