El
autor de los siguientes párrafos nos plantea una serie de tesis, presentes en
la obra de Paulo Freire, muy interesante a la hora de repensar al más
importante pedagogo latinoamericano.
Mis
alumnos de la Universidad de São Paulo saben que me encanta usar tesis para
trabajar en clase. Los seminarios y grupos de trabajo que discuten sobre las
tesis principales de un autor siempre terminan generando debates muy
productivos. Ésta es una forma muy práctica de ahondar en la lectura crítica de
un autor, sin embargo, vale la pena destacar siempre los argumentos a favor y
los argumentos en contra. Esto es lo que suelo hacer en mis clases.
Hay
muchas formas de trabajar esas tesis en el salón de clase. Antes de discutir
cada tesis, podríamos empezar por leer las obras de Paulo Freire donde se
analizan a fondo dichas tesis. Cualquiera que sea el método utilizado siempre
debemos relacionarlas con su teoría del conocimiento y su antropología. Resulta
imposible entender la pedagogía de Paulo Freire si la separamos de la
antropología.
Analicemos
algunas de las tesis freireanas que podrían ser objeto de debate. Algunas
corresponden a las notas recogidas durante un simposio sobre Paulo Freire realizado en los años 90 y
otras, más tarde, en diferentes cursos sobre Paulo Freire que dicté en la
Facultad
de
la Universidad de Sao Paulo. ¡Éxitos!
1
ª – La interdisciplinaridad freireana no es sólo un método pedagógico o una
actitud del maestro: es una exigencia de la propia naturaleza del acto pedagógico.
2
ª – Los temas que Paulo Freire desarrolla en sus últimas obras dejan entrever
el surgimiento de una pedagogía del desarrollo sustentable o ecopedagogía.
3
ª – El futuro del pensamiento freireano está ligado al futuro de la educación
popular y a su reconceptualización, dado que la educación popular constituye un
movimiento dinámico y ha atravesado por varios momentos.
4
ª – Además de las primeras categorías que Paulo Freire utilizó –como
“opresor-oprimido”-, hoy encontramos otras como la categoría “excluido”. Es
necesario cambiar el contenido y la metodología de la educación popular
adaptándolos a la nueva realidad de los “excluidos”.
5
ª – Según la exposición realizada por el sociólogo Luiz Eduardo Wanderley en el
simposio mencionado anteriormente, la obra de Paulo Freire se puede observar a
partir de seis ideas de peso: 1ª. Por la ampliación del concepto educativo
(adicional al de la educación puramente escolar); 2 ª. Por la politicidad
inherente a la educación; 3ª. Por el conocimiento de los límites de la práctica
educativa; 4ª. Por la construcción de una nueva cultura política; 5ª. Por el
principio de la gestión democrática; 6ª. Por una pedagogía basada en la
pregunta.
6
ª – De acuerdo con la presentación realizada por el educador Pablo Gentili en
el simposio anterior, el neoliberalismo logra naturalizar la desigualdad. Por
ello, Paulo Freire llama nuestra atención con respecto a la necesidad de
analizar el proceso de construcción de la subjetividad democrática, mostrando
que, por el contrario, la desigualdad no es natural. Es necesario que
agudicemos nuestra capacidad de sorprendernos.
7
ª – Paulo Freire considera imprescindible la politicidad del proceso pedagógico
toda vez que los problemas educativos dejan de ser meramente técnicos o pedagógicos,
sino también políticos y económicos.
8ª
– Debemos construir nuestra filosofía de la igualdad y desnaturalizar la
desigualdad, concibiéndola como el reconocimiento de la diversidad, lo que
constituye el eje fundamental de la pedagogía de la esperanza.
9
ª – De acuerdo con la presentación realizada por el filósofo y educador
Baludíno Antonio Andreola, no se puede conquistar, participar o distribuir el
poder establecido, sino inventarlo. Paulo Freire nos indica cuál es el papel de
los educadores en la creación de una nueva concepción del poder: reinventar la
educación reinventando la política.
10ª–No
hay docencia sin discencia “Es necesario que desde el comienzo del proceso
quede cada vez más claro que, a pesar de ser diferentes entre si, quien forma
se forma y reforma al formar y quien
está siendo formado se forma para posteriormente formar al ser formado. Es en
este sentido que enseñar no significa sólo transferir conocimiento, contenidos,
tampoco formar es la acción a través de la cual un sujeto creador da forma,
estilo o alma a un cuerpo indeciso y acomodado. No existe docencia sin
discencia, ambas se explican a sí mismas y sus sujetos, a pesar de las
diferencias que los distinguen, no se reducen a la condición de objeto, a la
relación del uno con el otro. Quien enseña aprende al enseñar y quien aprende
enseña al aprender” (Pedagogia da autonomia).
Frazão
Linhares durante la realización del simposio mencionado, el pensamiento de
Paulo Freire es polifónico. Su obra es capaz de generar varias lecturas. Su
verbo y su pluma generan diferentes interpretaciones de lugar en lugar. El
pensamiento de Freire representa la afirmación de la polifonía como los
controladores de una sola voz.
11
ª – Paulo Freire no se preocupó únicamente por los métodos de alfabetización,
no se preocupó únicamente por el desarrollo de la lengua escrita en adultos.
Entre otros temas, Freire también se preocupó por las relaciones entre maestro
y alumno y con la formación para la conciencia crítica.
12
ª – De acuerdo con la presentación realizada por el educador Osmar Fávero,
Paulo Freire fue el primer educador brasileño que se refirió al analfabetismo
como un problema social. Para Freire, el analfabetismo es un problema social
que debe solucionarse a través de un profundo proceso de movilización social.
Hasta nuestros días, ninguna plataforma del gobierno federal se ha hecho
responsable de tal problema.
13
ª – Angicos se unió a la experiencia del Iseb – Instituto Superior de Estudios
Brasilenos y a la campaña “De pie y en el piso también se aprende a leer”. Esa
fue la primera experiencia sistematizada de alfabetización. La riqueza
existencia de la palabra generadora debía pensar cuidadosamente sobre las
necesidades lingüísticas para la alfabetización.
14
ª – La escuela pública popular implantada por Paulo Freire en la Alcaldía
Municipal de São Paulo acabó con la tradición de que sólo la elite es
competente para gobernar.
15
ª – De acuerdo a la exposición llevada a cabo por el historiador José Eustaquio
Romão en el marco del simposio antes mencionado, Paulo Freire ejerció una
función simbólica en la Alcaldía Municipal de São Paulo. Freire creía que la
escuela debe ser el canal para el rescate científico de la cultura popular. La
escuela pública debe ser el espacio de organización de las reflexiones sobre
las determinaciones sociales. Esa escuela debe tener una función
insurreccional, es decir, debe convertirse en un espacio de organización
política de las clases populares y en una herramienta de lucha contra
hegemónica.
16
ª – Parece que Paulo Freire comprendió, mucho antes que las universidades, que
éstas con su exceso de academicismo, sus luchas internas por el poder y control
del conocimiento, suelen ser espacios casi cerrados donde el pensamiento
creador enfrenta graves problemas.
17
ª – Paulo Freire nos enseñó a observar el caos cotidiano e incorporarle la
utopía, a no perder la esperanza frente a las dificultades. El educador
necesita ser profeta.
18
ª – El constructivismo crítico freireano es muy fácil de entender y difícil de
practicar, ya que exige cambios no sólo a nivel individual, sino también a
nivel social.
19
ª – El espacio de socialización informal ofrece posibilidades de encuentros y
vivencia que conducen a la conquista de la solidaridad, del ser humano integral.
20
ª – Paulo Freire siempre retoma las
mismas tesis, releyéndolas en nuevos contextos con la misma mirada humanista.
Él ve el mundo bajo la óptica de la liberación humana e individual.
21ª
– Pedagogía del oprimido nació de las luchas utópicas de los años 60 y aún no
se han llevado a la práctica. Por ello, este libro de Paulo Freire sigue siendo
tan actual y lo seguirá siendo en la medida que hayan oprimidos. Lo que plantea
el libro aún no ha sucedido. No se puede dar por superada una pedagogía del oprimido mientras existan oprimidos. No se puede
superar la lucha de clases mientras existan privilegios de clase.
22
ª – La pedagogía del oprimido es tanto una crítica a la pedagogía tradicional,
centrada en el maestro, como al movimiento de la Escuela Nueva, que descuida la
politicidad de la educación.
Ésa
es la razón por la que no podemos catalogar a Paulo Freire como “escolonovista
popular”.
23
ª – La teoría de la comunicación emancipadora acerca a Habermas de Freire. La
teoría política de la transformación social lo acerca a Gramsci.
24
ª – Paulo Freire vive la tensión ante el griego, que sobrevalora el ser y la
razón, y el semita, que plantea al bien y al deseo como un centro de vida, como
sustenta Benedito Eliseu Cintra (1998).
25
ª – Paulo Freire puso al oprimido en el escenario de la historia, dado su
compromiso político y su teoría como contranarrativa al discurso de los
poderosos y privilegiados.
26ª
– La necesidad de trabajar también con los no-pobres y nooprimidos es
fundamental para crear el contradiscurso entre aquellos que tienen más
oportunidades en la sociedad.
27
ª – El aprendizaje es mucho más fácil cuando los nuevos conocimientos a
construir estuviesen relacionados con saberes anteriores de los alumnos.
28
ª – La utopía es el verdadero realismo del devenir humano. Esto significa que
para ser realista en educación, el educador debe ser utópico: la utopía
representa un impulso para incorporarnos al camino mucho más allá de los datos
históricos. La utopía se convierte en desafío y estímulo.
29
ª – La pedagogía fenomenológico-hermenéutica de Paulo Freire ofrece una base
para la ética y la educación religiosa dentro de la perspectiva de la teología
de la liberación.
30
ª – Las reformas pedagógicas para el pueblo fracasan porque se hacen para él y
no por él: el pueblo termina siendo el objeto y no el sujeto activo de los
cambios.
31
ª – La escuela pública de horario integral propicia la introducción de la
teoría freireana, ya que hace posible establecer prácticas culturales y
comunitarias, además de una relación entre la educación formal e informal.
Vale
la pena destacar la insistencia de Paulo Freire con respecto a los límites de la educación y, sobretodo, los
limites de la práctica educativa. La educación no lo puede todo, solía decir. No
podemos ser ingenuos si lo que queremos es tener una práctica educativa crítica
y transformadora. Paulo Freire no puede ser acusado de ser un optimista
ingenuo. “No hay práctica educativa, como
cualquiera de las otras prácticas, que escape a los limites. Límites
ideológicos, epistemológicos, políticos, económicos, culturales. (…). Creo que
la mejor afirmación para definir el alcance de la práctica educativa frente a
los límites a los que ella se somete es la siguiente: sin poderlo todo, la
práctica educativa puede lograr algo (…). Esta afirmación rechaza, por una
parte, el optimismo ingenuo que concibe la educación como la clave de las
transformaciones sociales, la solución para todos los problemas; por la otra,
el pesimismo igualmente acrítico y mecanicista según el cual la educación, como
supraestructura sólo puede lograr algo después de las transformaciones
infraestructurales”.
Paulo
Freire era un optimista crítico, sustentando lo que decía Antonio Gramsci: “el pesimismo de la inteligencia es el optimismo
de la voluntad”. Porque la educación puede transformar a las personas que
transforman el mundo. Transformar personas y transformar el mundo son procesos
interconectados.
En
el libro más conocido de Paulo Freire, Pedagogía del oprimido, él sostiene una
tesis original: la superación de la situación del oprimido no se puede dar
simplemente cuando el oprimido asume la posición de opresor. Superar la
contradicción oprimido-opresor no implica que los oprimidos se vuelvan
opresores, sino eliminar la condición de opresión. Freire nos advierte que el
oprimido necesita concientizarse y comprometerse con la lucha. “El hombre no puede participar activamente en
la historia, en la sociedad, en la transformación de la realidad si no lo
ayudan a tomar conciencia sobre la realidad y sobre su propia capacidad para
transformar (…). Nadie lucha contra fuerzas que no entiende, cuya importancia
no resalte, cuyas formas y contornos no pueda distinguir (…). Esto es verdad si
se refiere a las fuerzas de la naturaleza (…) también lo es en las fuerzas
sociales (…). La realidad no se puede modificar hasta que el hombre descubre
que es modificable y que él mismo lo puede hacer”.
De
allí surge la importancia de la educación —como concientización, no la
educación “bancaria”– para superar la condición de opresión. Dentro de esa
educación concientizadora, educador y educando son sujetos de diálogo en la
construcción del conocimiento. La educación concientizadora crea problemas,
crítica y da prioridad al diálogo, al respeto, al amor, al acto de crear y
recrear, partiendo del estudio “en círculo cultural”, de las
situaciones-problema sacadas de la realidad del educando.
Autor
Moacir
Gadotti
La
Escuela y el Maestro
Paulo
Freire y la pasión de enseñar
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