sábado, 22 de octubre de 2016

ALEGRÍA

El término “Alegría” en la obra de Paulo Freire
Toda la elaboración freiriana muestra un compromiso radical con la vida: Mi desarrollo con la práctica educativa, que es política, moral, gnoseológica, jamás dejó de ser hecho con alegría (…)
Hay una relación entre la alegría necesaria a la actividad educativa y la esperanza. (FREIRE, 1996, p. 72) La alegría y la esperanza forman parte de la naturaleza humana precisamente porque el hombre es un ser inacabado, en constante construcción como individuo y como historia con los otros y con el mundo, historia como posibilidad. El mundo estará siendo en la medida en que luchamos por la alegría y la esperanza.

Hay algunas expresiones que se encuentran presentes en todos los escritos freirianos que indican su opción por otro mundo posible. Hay saberes necesarios que están entrelazados con la práctica y que la exceden. Así, “no hay docencia sin discencia”, es necesaria la “rigurosidad metódica” , “investigación”, “respeto a los saberes de los educandos”, “criticidad”, “estéticas y éticas”, “corporeización de las palabras por ejemplo”, “aceptación de lo nuevo”, “consciencia de que no somos completos”, “humildad, tolerancia y lucha en defensa de los derechos de los educadores”, “alegría y esperanza”, “convicción de que la esperanza es posible” y “curiosidad”, “disponibilidad para el diálogo”, “querer a los educandos y amorosidad” (FREIRE, 1996). Eso significa un nuevo modelo de pensamiento para un nuevo modelo de educación, para un nuevo proyecto social a favor de optar por la vida. Andreola (1993, p. 41) sintetiza esta opción diciendo: (…) debería ser un nuevo e importante desafío de los intelectuales e investigadores de este fin de siglo y de milenio: reinventar un conocimiento que tenga rasgos de belleza; reconstruir una ciencia que tenga sabor a vida y olor a gente, en un siglo necrófilo que se especializó en la ciencia y en el arte de la muerte, de la guerra y de la destrucción.
La alegría de la que habla Paulo Freire no es una euforia ingenua; es una dimensión que debe ser garantizada por la lucha: “es en la lucha que se hace también de indignación, de inconformismo, de rabia y de radicalidad, que se construye una perspectiva de futuro capaz de mantener viva la esperanza indispensable a la alegría de ser y de vivir”. Aquello que debe cambiar es nuestra manera de luchar: luchar por la “alegría general”. Es también de esta manera que entiende el poeta Thiago de Mello cuando entona la “canción para los fonemas de la alegría”: Pido permiso para terminar/deletreando la canción de rebeldía/que existe en las fonemas de la alegría: canción de amor general que vi crecer/en los ojos del hombre que aprendió a leer. Es necesario que las prácticas educativas contengan un rigor creativo comprometido con la reinvención de la escuela, en que: (…) los educandos descubran y sientan la alegría embutida en ella, que hace parte de ella y que siempre está dispuesta a cambiar a todos los que a ella se entreguen. La alegría en la escuela (…) no sólo es necesaria, sino posible.
Necesaria la escuela fortalece y estimula la alegría de vivir (…) significa cambiarla, significa luchar para incrementar, mejorar, profundar el cambio (…) luchar por la alegría en la escuela es una forma de luchar por el cambio en el mundo. (FREIRE en SNYDERS, 1993, pp. 9-10)



Por Euclides Redin
Extraído de
DICCIONARIO Paulo Freire
Danilo R. Streck, Euclides Redin, Jaime José Zitkoski (Orgs.)

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