Manifestarse
por escrito a través de cartas, era un hábito constante de Paulo Freire: “una
de las formas de comunicación que tanto le agradaban a Paulo” (FREIRE, 2000, p.
8). Como era propio de ese pensador de la práctica educativa, su pensamiento
consistía en el ejercicio de la coherencia con la práctica. De ahí que, el
pensar sobre el diálogo como ejercicio riguroso del pensamiento reflexionado y
compartido, necesitaba apoyarse en un instrumento coherente. Laécarta como
instrumento que exige pensar sobre lo que alguien dice y pide respuesta,
constituye el ejercicio del diálogo a través de un medio escrito.
Por eso,
referirse a las cartas pedagógicas implica referirse al diálogo, un diálogo que
asume el carácter de rigor en la medida que registra de forma ordenada la
reflexión y el pensamiento; un diálogo que ejercita la amorosidad, pues solo
escribimos cartas para quien nos afecta de alguna forma, nos toca
afectivamente, crea vínculos de compromiso. No es casualidad que Paulo Freire
tiene cinco obras en cuyos títulos aparecen la palabra “carta”, como son:
Cartas a Guiné-Bissau. Registros de uma experiência em processo. 1 ed. Rio de
Janeiro: Paz e Terra, 1977; Quatro cartas aos animadores e às animadoras
culturais. República de São Tomé e Príncipe: Ministério de Educação e
Desportos, São Tomé. 1980; Professora sim, tia não: cartas a quem ousa ensinar.
São Paulo: Olho D´água, 1993: Cartas a Cristina. 1 ed. Rio de Janeiro: Paz e
Terra, 1994 y Pedagogia da indignação: cartas pedagógicas e outros escritos.
São Paulo: UNESP, 2000.
Además de
ello, es posible verificar las bellas cartas que Paulo Freire escribió para
distintas personas y que están publicadas por Nita Freire en su obra Paulo
Freire.Uma historia de vida (São Paulo: Vila das Letras, 2006). La fuerte
presencia de Paulo Freire en la historia del siglo XX demarcó su afecto amoroso
y comprometido políticamente con la sociedad y el mundo.
El acto de
escribir cartas, sus contenidos profundamente pedagógicos y su tono
particularmente humano, evidencian que para Paulo Freire, enseñar y aprender en
el acto de sistematizar, escribir una carta, ya es diálogo riguroso y ejercicio
de la autonomía por anticipar al lector en la propia autoría de la escritura.
Basándose 83 en esa concepción de las cartas freirianas, algunos investigadores
(VIEIRA, 2008; ZIMMER, 2005; FREITAS, 2003) dieron a las cartas pedagógicas la
función de instrumento de investigación: “Las tempestades y las cartas trajeron
a la superficie la sintonía entre los tiempos chrónos y kairós” (ZIMMER, 2005).
Por otro
lado, las cartas, en la perspectiva freiriana, sólo pueden ser “pedagógicas”.
Para Paulo Freire, la forma de inserción en el mundo de educadores y educadoras
—lo que él llama acto político—, es pedagógica por naturaleza. Por considerar
ese carácter de presencia educadora y educable en el mundo, Paulo Freire pasó a
adoptar y sugerir la expresión “pedagogía del/a” para ciertas formas de
sistematizar el pensamiento: Pedagogia do oprimido (FREIRE, 1970), Pedagogia da
esperança (FREIRE, 1992), Pedagogia da autonomia (FREIRE, 1996), Pedagogía da
terra (GADOTTI, 2000), Pedagogia da concientización (FREITAS, 2001) y una serie
de otras obras que fueron publicadas en base a esa línea de pensamiento.
En esa
perspectiva, la forma como los educadores y educadoras actúan en el mundo es, y
no puede ser de otra manera, a no ser pedagógica. Esa dimensión se encuentra
tan fuertemente marcada en la obra freiriana, que quien realizó el prefacio de
Pedagogia do oprimido, el filósofo Ernani Fiori, refleja la dimensión
pedagógica como característica fundamentalmente humana en la obra de Freire, al
punto de afirmar, con base en el texto del que está realizando el prefacio, que
en la dimensión en que Paulo Freire viene articulando su pensamiento acerca de
la educación, “la pedagogía es una antropología” (1970). En ese sentido,
agregando los conceptos de “carta” y de “pedagogía”, las “cartas pedagógicas”
toman una dimensión fuertemente marcada por el compromiso con un diálogo que
construya, de forma sistemática, pero agradablemente humana, la reflexión
rigurosa acerca de las cuestiones de la educación”.
Por Adriano
Vieira
Extraído
de
DICCIONARIO
Paulo Freire
Danilo R.
Streck, Euclides Redin, Jaime José Zitkoski (Orgs.)
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