domingo, 27 de septiembre de 2020

El Apagón Pedagógico Global y el Covid 19

 En enero 22 de 2020, visitó la ciudad de Monterrey el Dr. Luis Bonilla-Molina, autor del libro el Apagón Pedagógico Global (2018). El libro señala la inminente intención de organismos internacionales de pasar a escala global a una educación virtual. El covid, un hecho circunstancial, hizo posible el inicio masivo de la educación en línea. En esa visita, del doctor Bonilla, advertía a un grupo de personas que iniciábamos un curso sobre Pedagogía Crítica y Educaciones Populares, del propósito de organismos internacionales de transitar hacia la educación desde casa. Y de la apremiante necesidad de aprender a usar el celular como arma de la educación. Bonilla-Molina, preguntó: “¿manejan redes sociales: Instagram, twitter, facebook, saben hacer un video en el celular para la clase de mañana, saben usar aplicaciones de diseño, saben usar classroom?”. 

 


Bonilla, explica en su libro que esta tendencia contra la pedagogía se expresa en: la fragmentación de la pedagogía, el impulso de modas temporales de algunos de sus componentes (didáctica, planeación, gerencialismo, evaluación, currículo, sistemas de evaluación escolar) que terminan generando una despedagogización de la educación; en la desvaloración institucional y social de la profesión docente que conlleva a impulsar la idea de que cualquiera, con un título, puede ejercer la docencia, rompiendo la noción de profesionalidad, incluso cuestionando la existencia de normales y universidades que forman docentes; un creciente discurso de desvaloración de la escuela, del plantel educativo, con alternativas que golpean la noción de educación pública, como lo son la virtualización, la educación en casa o el concepto de espacios de aprendizaje como sustitutos permanentes del plantel y aula.

 

Bonilla plantea que la evaluación del aprendizaje se realiza en dos áreas cognitivas: pensamiento lógico matemático, lectura y escritura, informativa, (conocimiento sobre ciencias) y una instrucción mental (uso de tecnologías), creando la noción de que el resto de los aprendizajes son de segundo orden, es decir, todas aquellos que apuntan al desarrollo integral del ser, individual y social, y a la construcción de ciudadanía. La estandarización de los criterios y valores de estas cuatro áreas de aprendizaje se presentan como equivalentes a la calidad educativa.

 

En 2015, prestigiados pedagogos del mundo (256 en total) como Torres Santomé, Francesco Tonucci, Ángel Díaz-Barriga, Gimeno Sacristán, entre otros firmaron una carta el 9 de julio de 2015, dirigida a la Dra. Irina Bokova, en ese tiempo Directora General de UNESCO. En la misiva entregada directamente por Bonilla-Molina, se mostraba la inconformidad por la presencia y voz dominante de organismos económicos mundiales en el Foro Mundial de Educación en Incheón Korea. Y donde se solicitaba que la UNESCO retomara su papel orientador en la educación a partir de organismos que les son propios, y que otros como el Banco Mundial, la OCDE, el FMI y el BID, no determinaran el rumbo de los sistemas educativos, lo cual significaba para Bonilla-Molina, un pase acelerado a un modelo de enseñanza virtual y una descalificación de un modelo de educación en la escuela, al pasar rápidamente a un modelo de educación en casa. 

 

En la carta dirigida a Irina Bokova se expresaba los siguientes: 

“Vemos con enorme preocupación que políticas destinadas a impulsar una globalización económica neoliberal y políticas de mercado de homogeneización cultural se coloquen como piedras angulares de la actividad educativa.

“Visualizamos una peligrosa tendencia a que se genere un Apagón Pedagógico Global (APG) como resultado de la fragmentación de la pedagogía como totalidad interpretativa del hecho educativo.

“Ofensiva que se expresa en tendencias como: la evaluación docente punitiva, la simplificación mercantil de una modalidad de calidad educativa medible cuantitativamente con pruebas estandarizadas elaboradas o motivadas por instancias económicas globales; así como políticas de salarios y condiciones de trabajo inapropiadas en muchos lugares del planeta. Todo ello evidencia la precaria valoración del rol magisterial como constructor de sociedades democráticas, pacíficas, equitativas, solidarias y comprometidas con la salvaguarda de la vida en el planeta.”

 

Aquí en Monterrey, con el modelo educativo de las competencias vino la moda de los sistemas de calidad administrativos, las series ISO, procesos de gestión de la calidad, instrumentos para sostener la confianza de los clientes en el mercado, pusieron momentáneamente a los administradores como sujetos claves de la educación. En estos modelos la escuela se veía como un proceso administrativo y el espacio como un lugar óptimo donde el alumno se convertía, así nombrado, en un cliente.  Muchos planteles se dedicaron a construir amplios espacios, invirtieron en edificios, en remodelaciones, en su mantenimiento. Estos modelos resultaron también un distractor, una cortina que no permitió ver con perspectiva el rumbo que tomaría la educación; mientras empresas como Pearson Educación, google for education, tomaban la delantera creando plataformas y estrategias para la educación en línea. 

 

El 5 de julio de 2019, medio año antes de la pandemia, future of the classroom (Google) presenta una investigación de cómo será la educación en los próximos años. 1) Responsabilidad digital, el maestro deberá apoyar y guiar el uso del celular. 2) Pensamiento computacional, el famoso modelo STEM, reduccionista de las habilidades necesarias para el mercado laboral como las ciencias, tecnología, ingeniería, y matemáticas. 3) Aulas colaborativas, ya no estáticas. 4) Pedagogía innovadora, entendiendo por ello el uso de tecnologías. 5) El desarrollo de habilidades socioemocionales para adaptarse al mercado laboral. 6) Aprendizaje dirigido por los estudiantes. 7) Tutores y escuelas, donde ya se visualiza a los padres como tutores del aprendizaje. 8) Tecnologías emergentes en la educación.

 

La escuela, sobre todo antes de la pandemia, metafóricamente hablando, en términos de Bonilla, era como una máquina newtoniana, compuesta por piezas pedagógicas (currículum, evaluación, didáctica) a las cuales se les modificaba algo para actualizarlas y que siguiera respondiendo a las “necesidades sociales”. Sin embargo, ante los adelantos tecnológicos que vivimos, esa máquina que era la escuela, no responde a esos adelantos. Y tampoco responde a esa demanda casi ninguna escuela o universidad en el mundo. La nueva maquinaria, la escuela, requiere un Reseteo a escala Global (Schwab, 2020) desde el neoliberalismo, en el que se prevé el cierre de universidades y, por supuesto, el despido de docentes.  

 

El tránsito de cómo debe ser la escuela, acorde a las innovaciones después y durante lo que dure el confinamiento, está provocando en este momento fuertes tensiones entre sindicatos, profesores, alumnos e instituciones en toda Latinoamérica. Tampoco resulta aceptable una educación a través de las televisoras comerciales, como una forma de reconocer el derecho de las niñas y niños, adolescentes y jóvenes a la educación, pero sin respetar, por parte de las autoridades, los derechos laborales de los docentes.  

 

Educadores y educandos son un binomio (presencial) insustituible de la educación, los niños y niñas tienen el derecho a la educación y a partir de ello el Estado preparó a especialistas en educación. La educación por televisión infringe el derecho humano a la educación conquistado históricamente, pues tiende a disminuir y diluir al docente y a considerar la educación como una simple transmisión de conocimientos que puede realizarse en gran medida a través de máquinas. 

Este rechazo a la despedagogización, plantea desde la Pedagogía crítica:

1. La defensa de la educación pública y gratuita, es decir, la desprivatización de la educación impulsada por el modelo neoliberal;

2. La democracia y la participación en los centros educativos de profesores y estudiantes, padres y madres, en todos los aspectos;

3. Mejorar sustancialmente las condiciones de trabajo de las y los docentes, y sobre todo respeto a los derechos laborales;

4. Organización, concienciación social y lucha.

 

 

 

 

 

por Guadalupe Mauricio Hernández

Guadalupe Mauricio Hernández. Doctora en Filosofía con Orientación en Arquitectura y Asuntos Urbanos, es docente en la Escuela Industrial y Preparatoria Técnica Pablo Livas de la UANL. guadalupemazapil@gmail.com

Fuente

https://academicxsmty43.blog/2020/08/24/el-apagon-pedagogico-global-y-el-covid-19-por-guadalupe-mauricio-hernandez/?fbclid=IwAR0s8z98_7EhxxX4tvfSBTtJn2OI3rVCEm5MwKsrpOWXYG2hTOJBfWG5RqA

 

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