jueves, 7 de mayo de 2009

Chile, la nueva Ley General de Educación

La Política es un medio muy eficaz para provocar cambios, o para conservar el orden social vigente. Si queremos una escuela al servicio de una verdadera democracia, es necesario impulsar políticas activas que nos lleven a ese puerto. Publico ahora un documento del FLAPE, que me ha llegado, respecto de las políticas aplicadas en Chile:

El Congreso Nacional chileno aprobó finalmente en el mes de abril la nueva Ley General de Educación (LGE), en reemplazo de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) sancionada durante el régimen pinochetista.
El modelo educativo neoliberal de la LOCE fue puesto en cuestión fuertemente gracias a la activa movilización estudiantil de 2006 (los pingüinos); tras la cual la discusión se centró en el debate de una ley superadora de la municipalización educativa, contra la privatización y hacia una educación pública y gratuita.
Estos sectores exigieron la derogación de la legislación educativa heredada de la dictadura, poniendo de manifiesto la crisis del sistema educacional chileno y realizando una crítica radical a un modelo que se sostiene en la competencia y que reproduce las desigualdades sociales del país andino.
A pesar de las luchas y resistencias de vastos sectores, la nueva ley no ha conseguido superar los pilares de la vieja institucionalidad, manteniendo una orientación de mercado, el carácter subsidiario del Estado en educación y la descentralización territorial.
Con su aprobación, de alguna manera se está clausurando la discusión y perpetuando un sistema "concientemente estructurado por clases sociales", como ya señalaba el informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) del año 2004.
Ante esta realidad, desde FLAPE, y sumándonos a las declaraciones del Foro Nacional Educación de Calidad Para Todos, llamamos a iniciar y promover el debate, y a velar por la participación de la sociedad civil en la formulación, la aplicación y el seguimiento de las estrategias de fomento de la educación, en pos de una educación de calidad para todos.

FORO NACIONAL
EDUCACIÓN DE CALIDAD PARA TODOS
DECLARACIÓN PÚBLICA ACERCA DE LA LEY GENERAL DE EDUCACIÓN
1- La Ley General de Educación (LGE), recientemente aprobada en el Congreso Nacional chileno, constituye un peldaño superior respecto de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), pero mantiene los pilares de la actual institucionalidad educativa nacional y, por consiguiente, su gran inequidad: su orientación de mercado que prefiere la competencia a la cooperación y que distribuye la educación según el pago que puedan hacer las familias (financiamiento compartido); el carácter subsidiario del Estado en educación y la descentralización territorial, por la cual se traspasa a la educación todas las desigualdades que afectan a los municipios.

2- Es pertinente situar el análisis sobre la LGE en el contexto del debate sobre los efectos de la actual crisis financiera y la eventual construcción de un nuevo orden mundial. Las economías más desarrolladas han enfrentado la crisis con una intervención decidida del Estado no sólo como regulador, sino también como actor económico. Y varios de los líderes mundiales expresaron en la inauguración de la última cumbre de la ONU la necesidad de refundar el capitalismo, “regulándolo” y terminando con la “anarquía”. Esta dirección planetaria parece ir en la dirección contraria de las lógicas contenidas en la Ley General de Educación (LGE).

3- En la práctica, esta ley refuerza lo que ya observaba la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el año 2004, respecto a que el sistema educacional chileno está “concientemente estructurado por clases sociales”, reforzando las desigualdades de origen de los estudiantes. El Informe de seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo (2009) señala: “En el mundo en desarrollo Chile es con frecuencia mirado como un ejemplo de reforma de la governanza basada en la elección de escuelas.

Durante más de dos décadas Chile tiene un sistema nacional de vouchers para la escuela. Sin embargo, también en este campo, los resultados han sido decepcionantes” (p.161).

4- Al mantenerse en la LGE la primacía de la libertad de enseñanza por sobre el derecho a la educación, se posibilita constitucionalmente que las responsabilidades del Estado queden a merced de los postulados del negocio de la educación. Por ello no resulta sorprendente que entre los años 1990 y 2004, se hayan creado cerca de 1600 colegios particulares subvencionados y cerrado alrededor de 60 establecimientos municipales.

5- Se requieren profundas modificaciones a la LOCE y al modelo de gestión del sistema basado en la administración por parte de los sostenedores particulares, que la LGE no contempla. Es necesario garantizar la existencia de un organismo público descentralizado que administre la educación en las comunas. Como muestran las experiencias exitosas en otras partes del mundo, es preciso que estas instituciones incorporen a los actores de la comunidad local, además de recibir un adecuado apoyo técnico-pedagógico y financiero.

5- Dentro de los compromisos del acuerdo de Dakar, suscrito por nuestro país, hay algunos que claramente no se cumplen en el contexto de la realidad chilena y de la tramitación de la LGE. Podemos mencionar en el ámbito de los compromisos generales:
• Velar por que, de aquí a 2015, todos los niños, y sobre todo las niñas que se encuentran en situaciones difíciles y los que pertenecen a minorías étnicas, tengan acceso a una enseñanza primaria gratuita y obligatoria de buena calidad y la terminen.
• Velar por que sean atendidas las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos mediante un acceso equitativo a programas adecuados de aprendizaje y de preparación para la vida diaria.
• Mejorar todos los aspectos cualitativos de la educación, garantizando los parámetros más elevados, para conseguir para todos resultados de los aprendizajes reconocidos y mensurables, especialmente en lectura, escritura, aritmética y competencias prácticas esenciales para la vida diaria.

6- También podemos mencionar el compromiso de velar por la participación de la sociedad civil en la formulación, la aplicación y el seguimiento de las estrategias de fomento de la educación. En suma, la LGE no responde a las expectativas de amplios sectores de la sociedad chilena. Por ello, su aprobación no debe llevar a la clausura del debate, sino que a iniciarlo. Creemos que los desafíos pendientes frente a los compromisos del acuerdo de Dakar deberán trasladarse al campo programático presidencial, donde esperamos que las candidaturas se comprometan con una Educación de Calidad Para Todos, en un nuevo gobierno y en un nuevo parlamento.

Santiago Abril 2009
Foro Nacional de Educación de Calidad para Todos.

Fuente http://www.foro-latino.org/info_flape/doc_info77/Declaracion_publica.pdf

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