viernes, 1 de junio de 2012

La Educación como forma de dominación

¿Nuestro modelo educativo apunta a la emancipación o a la validación de privilegios? ¿Tiende a la fragmentación o a una sociedad más justa? ¿Aporta a una desalienación de las personas? ¿Favorece la creación democrática de las personas?

Antes que nada, es fundamental develar la función política de los procesos educativos en términos de dominación de clase, raza, género, de alienación científica y tecnológica, entre otras cosas, y cómo el modelo educativo oculto, que impera en ellos, construye una hegemonía cultural. Todo modelo educativo responde a un modelo político, a un modelo económico. Eso se devela en todo sistema educativo, como lo han señalado Aguilar, Apple, Giroux, Mendoza y Varsavsky, porque:

a) Las políticas y prácticas educativas de todo modelo educativo abordan, a su manera, las nociones de poder, raza, sexo, economía, justicia social, lucha de clases, etc.

b) Un modelo educativo construye los valores del ser social que a todo individuo caracteriza. Esos valores serán la guía, el faro en su caminar, como miembro de este mundo.

c) Un modelo educativo da las bases para que el hombre tenga una conciencia crítica que le permita asumir el control de su vida,

d) Un modelo educativo da las capacidades para participar activamente en la construcción de una sociedad justa.

El modelo educativo imperante posee una dinámica que conduce a la dominación de las conciencias, para responder a los intereses de las clases dominantes. Además, imparte en el hombre la ley del temor (temor para hacer las cosas, temor para construir sus verdades, etc.), lo que imposibilita su emancipación. Ese modelo educativo apunta a fragmentar, secuestrar el conocimiento, con el fin de facilitar el proceso de control, de dominación, de enajenación, de la conciencia y, de esa manera, asegurar la hegemonía de las clases dominantes.

Así, la educación es una forma de dominación, es una forma de establecer y promover hegemonías culturales, económicas, cognitivas y políticas. Para entender esto debemos estar conscientes que el conocimiento tiene un significado social, con un horizonte cultural (es donde subyacen los valores sociales que se promueven, es donde se establece a quién se está enajenado, cómo se aliena, etc.). Aquí subyace la no neutralidad profunda del conocimiento.

Frente a esta situación, es el propio hombre quien debe buscar los caminos de su liberación, desde su hacer educativo. En el marco de la situación mundial imperante en la educación, la estrategia antihegemónica puede descansar en dos estrategias según Giruoux: una que consiste en la resistencia creativa al modelo educativo preponderante; y la otra que se sustenta en la construcción de una educación alternativa para la sociedad. Particularmente, para resistir y crear una educación alternativa, y por ende, que coadyuve en el difícil proceso de desalienación y liberación, se requiere construir socialmente una nueva teoría educativa en base a la lucha cotidiana.

Esta teoría educativa debe permitir la identificación y desmitificación de los hechos de la vida que se nos presentan como neutros, instaurando así un conocimiento que responda a las necesidades de la sociedad. El proceso de elaboración de una teoría de la educación emancipadora debe realizarse con la participación activa de todos los actores sociales.

Como parte de ese trabajo antihegemónico, a los modelos educativos se les debe analizar críticamente para determinar cómo los conocimientos impartidos promueven prácticas, valores y criterios compatibles con los grupos que sustentan el poder. Como parte de ese análisis debe develarse el modelo político-social que se esconde detrás del currículo formal, puesto que los conocimientos impartidos en los diversos centros educativos se basan en estructuras ocultas de significación, que han sido moldeadas por la ideología y poder dominante. Esto permitirá establecer un sistema educativo que posibilite emancipar al aprendiz de la alienación, a la cual están sujetos, para que acepten la situación imperante. También permitirá establecer formas democráticas de creación del conocimiento, incorporando nuevos valores a las dinámicas de construcción del conocimiento no individualistas, no egoístas, y de solidaridad.





Extraído de
CONOCIMIENTO LIBRE Y EDUCACIÓN EMANCIPADORA
Jose L. Aguilar C.
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
CONOCIMIENTO LIBRE Y EDUCACIÓN EMANCIPADORA
BARQUISIMETO – EDO. LARA – VENEZUELA
Volumen 15 Nº 1
Enero-Abril 2011






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3 comentarios:

Anónimo dijo...

la sensación de miedo creo que es lo que mejor define esta educación para la dominación. La negación (no podrás, no llegarás, no te defenderán) junto con la falta de interés en la meritocracia convierte a la clase obrera en el saco de boxeo del poder y nuestro sistema educativo actual lo fomenta...

Vaya si tenemos que cambiar!

Unknown dijo...

Está claro que cualquier sistema educativo que esté marcado por los políticos va a estar alejado de la realidad social y económica. No entiendo que en una democracia donde coexisten partidos políticos con ideologías antagónicas no pueda existir un sistema educativo donde homologuen distintas formas de aprender y formar personas con valores y conocimientos aplicados para el bien común.

Unknown dijo...

Siempre he creído que los sistemas educativos donde la última palabra la tiene el gobierno de turno estarán más alejados de la realidad social y económica de un país. No entiendo que en una democracia donde coexisten partidos políticos de ideologías antagónicas no puedan existir varios modelos educativos totalmente homologados y que la sociedad elija el que crea oportuno.

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