El hambre (necesidad material por excelencia) es una de
los cinco miedos de los habitantes del año 1000 ..... y del año 2000. En cierto
modo no hay necesidad más "sentida". Sin embargo no existe un
"hambre automática de saber". El uso de esta expresión es más bien
retórico. En las sociedades latinoamericanas actuales, pese a las carencias y
desigualdades de conocimiento y de aprendizaje, no existe una "demanda” fuerte
y socialmente organizada de matemáticas o lenguaje (menos aún física o
química). Conocemos y hemos conocido en el pasado movimientos sociales a nivel
internacional y también local que demandaban escolaridad, es decir, que pedían
al Estado la fundación de escuelas o la ampliación de "bancos"
(escolares). Pero no es lo mismo la demanda de escolaridad que la demanda de
conocimiento. Es más, nuestras sociedades han sido mucho más eficientes para
extender la escolarización que para desarrollar conocimientos socialmente
valiosos en todas las personas. Vale la pena recordar que es más fácil
construir escuelas en todo el territorio nacional que desarrollar el
aprendizaje en las personas. Lo primero requiere voluntad política y recursos.
Lo segundo ni siquiera sabemos muy bien como hacerlo y además requiere de otros
recursos (humanos, institucionales, pedagógicos, etc.) más complejos que es
preciso desarrollar y no simplemente "invertir". Además estos
recursos también cuestan.
Volviendo a nuestro argumento, existe una demanda cierta
de escolarización, pero no hay un movimiento social para poner determinados
conocimientos al alcance de todos. En éste sentido no existe propiamente
hablando una demanda generalizada de conocimiento o bien existe de un modo muy
desigual. En realidad estamos en presencia de una paradoja, los que más capital
cultural tienen son los que más demandan y exigen. En el extremo, los más
desposeídos de cultura son quienes están en peores condiciones de demandarla. Y
esto también refuerza el círculo vicioso de las desigualdades.
Creer que se puede romper este círculo sólo con una
política educativa "centrada en la demanda" (política que supone que
esta demanda existe y es un "dato" y que sólo hay que proveerle
información para que se movilice) es una ilusión. Sólo una voluntad colectiva
para construir una sociedad más justa puede sostener políticas sostenidas de
igualdad. En este sentido la escuela pública es uno de los últimos resabios del
Estado Benefactor. Su presencia masiva en el territorio, la convierte en una
poderosa herramienta de política pública y como tal es un bastión de los
valores colectivos que es preciso no sólo defender, sino incluso fortalecer y
expandir. Más que subordinar la oferta a una demanda (inexistente o defectuosa)
es preciso partir de la
política. En este sentido hay que redefinir el sentido mismo
de la obligatoriedad escolar que usaron nuestros padres fundadores (que eran
liberales, pero de ninguna manera partidarios del espontaneísmo ingenuo). Lo
que debiera ser "socialmente obligatorio" sería el conocimiento y no la escolarización. Y
hoy nuestras sociedades pueden definir en forma democrática cuál es el
contenido de esos conocimientos fundamentales que es preciso desarrollar en las
nuevas generaciones para garantizar su inserción en la sociedad.
Una política educativa inspirada en la construcción de una
sociedad justa no excluye una serie de intervenciones específicamente
orientadas a generar y orientar la demanda de capital cultural. Si no se lo
hace en forma consciente y pública, la demanda cultural termina siendo una
consecuencia (intencional o no intencional) de los aparatos de producción y
difusión de cultura de masas, los cuales, por razones estructurales están lejos
de tener como objetivo prioritario la distribución equitativa del capital cultural
acumulado por la humanidad.
Extraído de
Dimensiones de la exclusión educativa y las políticas
de inclusiónEmilio Tenti Fanfani
Este texto retoma y sintetiza argumentos presentados en el libro de Emilio Tenti Fanfani “La escuela y la cuestión social. Ensayos de sociología de la educación” (Siglo XXI, Buenos Aires 2007)
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