El
23 de junio, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, la primera
dama, Juliana Awada y la esposa del vicepresidente de Estados Unidos, Jill
Biden, visitaron el Centro de Desarrollo Infantil “Chispitas”, ubicado en Villa
Zagala, partido bonaerense de San Martín, como parte del Plan Nacional de
Primera Infancia.
Durante
este año, está prevista la apertura de 1.000 centros en todo el país, que
brindarán cobertura a más de 140 mil niños, teniendo como eje central asegurar
la nutrición, la salud, el desarrollo y el seguimiento de su crecimiento hasta
la etapa deescolarización obligatoria.
La
presentación del plan podría sonar auspiciosa si no se chocara con la realidad.
Los datos sobre la desnutrición y malnutrición, así como sus derivaciones,
presentados en un informe del ISEPCI surgen
del relevamiento en distritos del conurbano bonaerense, entre ellos, San
Martín, lugar donde se realizó la visita. Esos datos dan cuenta de las
condiciones de vida sumamente precarias de las niñas y niños que asisten a las
escuelas públicas, una situación que no es nueva, y que ha aumentado la demanda
en los comedores escolares. El gobierno de la provincia de Buenos Aires, ahora
con M.E. Vidal, y antes con Scioli( $6 por día), destina $12,60 por día, por
estudiante, para el menú en las escuelas. Si se aumentara el 1% anual del
presupuesto provincial destinado a la alimentación de niños y niñas generaría
una importante contribución a la reducción de esos índices. Hay que recordar
que el actual presupuesto provincial fue acordado entre los diputados de
Cambiemos, el Frente Renovador y el bloque del Frente para la Victoria, con la
oposición del Frente de Izquierda.
El
ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Carolina Stanley (tan sonriente en
la foto) podría implementar el Decreto 618/16. Así cerrarían a fin de año, 12
casas del niño, servicios fundamentales en momentos en los que la situación social se agrava en la
provincia producto de los tarifazos, la inflación, los despidos y los salarios
a la baja.
Según
un estudio presentado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad
Católica Argentina, el 1ro de abril, la tasa de pobreza registró un aumento de
5 puntos porcentuales hasta llegar al 34,5 % en el primer trimestre de
2016, por lo que 13 millones de personas están en esa situación. También,
pronosticó que por lo menos 350 mil personas cayeron en situación de indigencia
en los primeros tres meses del año. Vale recordar que el ex ministro de
Economía, Axel Kicillof,
se excusaba en que hablar de pobreza es “estigmatizar” a los pobres.
De
abril acá las cosas han empeorado, ciertamente, de acuerdo a la información
publicada por la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad, la canasta
básica para una familia tipo, compuesta por un matrimonio y dos hijos con casa
propia, aumentó un 41,8 % respecto del año pasado, totalizando $
15.604,31. Para las familias que no tienen propiedad el valor de la
canasta básica asciende a $ 19.221,70.
Para
que no queden dudas, el jefe de Gabinete Marcos Peña, durante una reunión con
periodistas en la Casa Rosada, afirmó que el objetivo de “pobreza cero” que el
gobierno había tomado como uno de sus ejes de campaña es “inalcanzable”. Al
respecto, desde la izquierda, Nicolás del Caño, ex candidato presidencial del
Frente de Izquierda, salió a criticar estas declaraciones:
“El sinceramiento de @marquitospena diciendo que la Pobreza Cero es
inalcanzable blanquea otro fraude de la campaña de cambiemos.”
El
“sinceramiento” continúa, esta vez (y no trae precisamente alegría), con
las declaraciones del
ministro de Hacienda y Finanzas, Prat-Gay, quien sostuvo
durante un Foro de empresarios e inversores que “el trabajo sucio está
mayormente hecho”. En definitiva, estos planes son el reconocimiento de la
grave crisis y se contradicen con una gestión caracterizada por el ataque a los
trabajadores.
“Hoy
Catamarca cambió. Elegimos trabajar juntos porque estamos convencidos de que en
materia social no existen banderas políticas”, estas fueron las palabras de la
ministra Carolina Stanley, en ocasión de la firma del convenio con la provincia
de Catamarca, cuya gobernadora es Lucía Corpacci, por el Frente para la Victoria.
Como
Rosana Bertone o Alicia Kirchner, aplican el ajuste o administran la miseria.
No existen banderas políticas porque están de acuerdo en que la crisis la paguen los trabajadores y la población más vulnerable.
No existen banderas políticas porque están de acuerdo en que la crisis la paguen los trabajadores y la población más vulnerable.
A ninguna de estas
mujeres les interesa solucionar la situación de la pobreza y la niñez, porque
gobiernan para la clase dominante y viven como ellos.
Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Unidas-por-la-educacion-o-comprometidas-con-su-clase
Argentina/
28 de junio de 2016/ Fuente: la izquierda diario
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