En la
última década, el concepto de Marx de “reproducción” ha sido una de las
principales ideas organizadoras que informan las teorías socialistas de la
escolarización. Marx establece que “cada proceso social de producción es, al
mismo tiempo, un proceso de reproducción… La producción capitalista además..,
produce no sólo comodidades, no sólo plusvalía, sino también produce y
reproduce la relación capitalista, en un lado el capitalista, en el otro el
trabajador asalariado1 . Los educadores radicales dieron a este concepto un
lugar central al desarrollar una crítica de los puntos de vista liberales sobre
la escolarización. Más aun, lo usaron como el fundamento teórico para el
desarrollo de una ciencia crítica de la educación2 . Pero la tarea ha sido sólo
parcialmente exitosa. Contra los clamores de los teóricos e historiadores
liberales de que la educación pública ofrece posibilidades para el desarrollo
individual, movilidad social, y poder político y económico para los desposeídos
y en desventaja, los educadores radicales argumentaron que las principales
funciones de la escuela son la reproducción de la ideología dominante, sus
formas de conocimiento y la distribución de la capacitación necesaria para
reproducir la división social del trabajo.
En la
perspectiva radical, las escuelas como instituciones sólo podrían ser
comprendidas a través de un análisis de su relación con el Estado y con la
economía. En esta visión, la estructura profunda, esignificado subyacente de la
escolarización podrían revelarse a través del análisis de cómo las escuelas
funcionan como agencias de la reproducción social y cultural esto es, cómo
legitiman la racionalidad capitalista y sostienen las prácticas sociales
dominantes.
En lugar
de culpar a los estudiantes por el fracaso educacional, los educadores
radicales culparon a la sociedad dominante. En lugar de abstraer las escuelas
de la dinámica de la desigualdad y los modos de discriminación racial, sexual o
de clase, las escuelas fueron consideradas como las agencias centrales en las
políticas y procesos de discriminación. En contraste con la visión liberal de
la educación como el gran igualador, los educadores radicales vieron los
objetivos de la escuela de manera bastante distinta; como lo establece Paul
Willis, “La educación no estaba por la igualdad, sino por la desigualdad… El
propósito principal de la educación de la integración social de una clase
social puede obtenerse solamente preparando a la mayoría de los niños para un
futuro desigual y asegurando su subdesarrollo personal. Lejos de los roles
productivos en la economía simplemente esperando para ser “justamente” ocupados
por los productos de la educación, la perspectiva de la “Reproducción” dio
vuelta esto, hasta sugerir que la producción capitalista y sus roles requieren
ciertos productos educacionales.
En mi
punto de vista, los educadores radicales presentaron una seria crítica a la
lógica y el discurso de las visiones liberales de la escolarización. Pero
hicieron más que eso. Trataron también de elaborar un nuevo discurso y conjunto
de comprensiones (conclusiones) alrededor de la tesis de la reproducción. Se
despojó a las escuelas de su inocencia política y se las conectó a la matriz
social y cultural de la racionalidad capitalista.
En efecto,
se retrató a las escuelas como reproductivas en tres sentidos: Primero, las
escuelas proveen a las diferentes clases y grupos sociales el conocimiento y la
capacitación que necesitan para ocupar sus lugares respectivos en una fuerza de
trabajo estratificada por clase, raza y sexo.
Segundo,
se ve a las escuelas como reproductivas en el sentido cultural, funcionando en
parte para distribuir y legitimar las formas de conocimiento, valores,
lenguaje, y (modos de estilos que constituyen la cultura dominante y sus
intereses).
Tercero,
se ve a las escuelas como parte de un aparato estatal que produce y legitima
los imperativos económicos e ideológicos que subyacen al poder político del
Estado. Los teóricos radicales de la reproducción han usado estas formas de
reproducción para elaborar un conjunto de ideas específicas que dieron forma a
la naturaleza de su investigación educacional. Estas ideas han enfocado
análisis de las relaciones entre la escuela y el lugar de trabajo4 ,
experiencias educacionales específicas de clase y las oportunidades laborales
que emergen de los diferentes grupos sociales5 , la cultura de la escuela y las
culturas de clase definidas de los estudiantes que van a ella6 , y la relación
entre las funciones económicas, ideológicas y represivas, del Estado y cómo
éstas afectan las políticas y prácticas escolares
La teoría
de la reproducción y sus diversas explicaciones del rol y función de la
educación han sido valiosas como contribución a una comprensión más amplia de
la naturaleza de la escolarización y su relación con la sociedad dominante.
Pero se debe acentuar que la teoría no cumplió su promesa de proveer una
ciencia crítica comprehensiva de la escuela. Los teóricos de la reproducción
han sobreenfatizado en sus análisis la idea de la dominación y fallaron en
proveer mayores explicaciones de cómo maestros, estudiantes y otros agentes
humanos actúan dentro de contextos históricos y sociales específicos para hacer
y reproducir las condiciones de su existencia. Más específicamente, las teorías
de reproducción se ubicaron continuamente en la línea de las versiones
marxistas estructural-funcionalistas que acentúan que la historia se hace
“detrás de las espaldas” de los miembros de la sociedad. La idea de que la
gente sí hace la historia, incluyendo sus condicionamientos, ha sido descuidada
(ignorada).
Por
cierto, los sujetos humanos generalmente desaparecen dentro de una teoría que
no deja lugar para momentos de creación propia, mediación y resistencia. Estas
explicaciones frecuentemente nos dejan con una visión de la escuela y la
dominación que parece surgida de una fantasía Orwelliana, las escuelas son
vistas como fábricas o prisiones, los maestros y alumnos actúan por igual
meramente como piezas y actores de roles limitados por la lógica y las
prácticas sociales del sistema capitalista.
Subvalorando
la importancia de la acción humana (agenciamiento humano), y la noción de
resistencia, las teorías de la reproducción ofrecen poca esperanza para
criticar y cambiar los rasgos represivos de la escolarización.
Ignorando
las contradicciones y luchas que existen en las escuelas, estas teorías no sólo
disuelven la acción humana sino que sin saberlo proveen una razón para no
examinar a los maestros y alumnos en las escuelas concretas. Así, ellos pierden
la oportunidad de determinar si hay una diferencia sustancial entre la
existencia de varios modos estructurales e ideológicos de dominación y sus despliegues
y efectos reales.
Recientes
investigaciones sobre la escolarización en los Estados Unidos, Europa y
Australia han criticado y tratado de ir más allá de las teorías de la
reproducción. Esta investigación enfatiza la importancia del agencia-miento
humano y la experiencia como las piedras angulares teóricas para analizar las
complejas relaciones entre las escuelas y la sociedad dominante. Organizadas
alrededor de lo que en sentido amplio rotulo como teoría de la resistencia,
estos análisis dan importancia central a las nociones del conflicto, lucha y
resistencia
Combinando
estudios etnográficos con estudios culturales europeos mas recientes, los
teóricos de la resistencia han tratado de demostrar que los mecanismos de
reproducción social y cultural nunca son completos y siempre se encuentran con
elementos de oposición parcialmente realizados. En efecto, los teóricos de la
resistencia han desarrollado una armazón teórica y un método de pesquisa que
restablece la noción crítica de “agenciamiento”.
En las
explicaciones de la resistencia, las escuelas son instituciones relativamente
autónomas que no sólo proveen espacios para conductas y enseñanzas de
oposición, sino también representan una fuente de contradicciones que a veces
las hacen disfuncionales a los intereses materiales e ideológicos de la
sociedad dominante.
Las
escuelas no están solamente determinadas por la lógica del mercado de trabajo o
de la sociedad dominante; no son sólo instituciones económicas sino también
sitios políticos, culturales e ideológicos que existen de alguna manera
independientemente de la economía de mercado capitalista.
Por
supuesto las escuelas operan dentro de límites establecidos por la sociedad
pero funcionan en parte en influir y formar esos límites, ya sea económicos, ideológicos
y políticos. Más aún, en lugar de ser instituciones homogéneas que operan bajo
el control directo de grupos de negocios, las escuelas se caracterizan por
tener diversas formas de conocimiento escolar, ideologías, estilos
organizacionales y relaciones sociales en el aula.
Entonces,
las escuelas frecuentemente existen en una relación contradictoria con la
sociedad dominante, alternativamente apoyando o criticando sus supuestos
básicos. Por ejemplo, las escuelas a veces apoyan una noción de educación
liberal que está en aguda contradicción con la demanda de la sociedad dominante
de formas de educación especializadas instrumentales y ligadas a la lógica del
mercado laboral.
Además,
las escuelas todavía definen con fuerza su rol, como agencias para la movilidad
social aún cuando frecuentemente producen graduados más rápidamente que lo que
la capacidad de la economía puede emplear.
En esta
discusión más bien breve y abstracta, he yuxtapuesto dos modelos de análisis
educacional para sugerir que las teorías de la resistencia representan un
avance significativo sobre los importantes pero teóricos aciertos de los
modelos reproductivos de la escolarización. Pero es importante enfatizar que, a
vez de modos más complejos de análisis las teorías de la resistencia también
tienen aspectos teóricos que se le escapan en parte, estas falencias provienen
de la falta de reconocimiento del grado en que las teorías de la resistencia
misma están en deuda con algunos de los rasgos (más débiles) de la teoría de la
reproducción.
Las bases
para superar esta separación del agenciamiento humano de los determinantes
estructurales, están en el desarrollo de una teoría de la resistencia que
cuestione sus propios supuestos y se apropie críticamente de aquellos aspectos
de la escuela que son presentados con precisión y analizados en el modelo de
reproducción. En otras palabras, la tarea que deben enfrentar los teóricos de
la resistencia es doble: primero, deben estructurar sus propios supuestos para
desarrollar un -nodo más dialéctico de análisis de escolarización y sociedad; y
segundo, deben reconstruir las principales teorías de la reproducción para
abstraer de ellas los hallazgos más radicales y emancipadores.
El resto
de este ensayo discutirá primero tres importantes teorías que constituyen
varias dimensiones del modelo reproductivo de la escolarización: el modelo
reproductivo económico, el modelo reproductivo cultural y el modelo
reproductivo del Estado hegemónico. Ya que los teóricos de la reproducción han
sido objeto de una crítica considerable en otras partes, yo enfocaré
primeramente los puntos fuertes de cada modelo, y sólo resumiré algunas de las
críticas generales. Segundo, sólo miraré lo que generosamente llamo teorías de
la resistencia neo-marxistas que han emergido recientemente en la literatura
sobre la educación y la escuela, examinando los puntos teóricos fuertes y
débiles, mientras al mismo tiempo analizo cómo están informados positiva o
negativamente por las teorías de la reproducción. Trataré finalmente
dedesarrollar una nueva teoría de la resistencia y analizaré brevemente sus
implicaciones para una ciencia crítica de la escolarización.
por: Henry Giroux
Fuente
: http://www.pedagogica.edu.co/storage/rce/articulos/17_07pole.pdf
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