¿En
qué consiste la “Globalización” en el S XXI? Se trata de un concepto fundamental
si tratamos de pensar en la escuela que necesitamos ¿De qué manera se opone la óptica
crítica a la uniformidad que propone esta nueva mundialización?
Con
la extensión del capitalismo a todo el mundo, el lenguaje del imperio ha
introducido un nuevo concepto, el de globalización. Se significa con él la
generalización del modelo capitalista a la economía mundial, la desregulación
de las trabas nacionales a la libre circulación de capitales y empresas
(externalización), en suma la uniformidad del mercado.
Este
fenómeno lleva implícita la mundialización de la conciencia, la uniformidad del
pensamiento y del lenguaje. Sí, la globalización del capitalismo ha aumentado
la interconexión e interdependencia de los estados y de las economías, la
velocidad de circulación del capital y de las comunicaciones. Y, junto con todo
eso, la de los movimientos humanos, las migraciones, voluntarias o forzadas, de
millones de seres humanos. Ha acelerado el flujo de riquezas desde los muchos
países pobres a los pocos ricos, con la inseparable compañía de la deuda
externa.
La
globalización neoliberal ha reportado beneficios inmensos al capital, ya sea
financiero, especulativo, depredador. El saqueo de Iraq por la Autoridad
Provisional de la Coalición, eufemismo con que se denomina la ocupación
usamericana y británica de este país mártir, constituye un buen ejemplo de la
libre circulación de capitales. Miles y miles de millones de dólares han
desaparecido del país sin que nadie diga a qué cuentas corrientes han ido a
parar.
Así
que lejos de llevar la libertad y el bienestar al mundo, esta globalización
capitalista ha impuesto la derecha radical, el neofascismo. La prometida prosperidad
y erradicación de la pobreza y del hambre ha sido un rotundo fracaso. Ha
incrementado las desigualdades, extendido toxinas en la cadena alimentaria,
empeorado la salud, proletarizado las clases medias, como en Argentina o
Brasil, y más y más.
Como
ilustración de la libertad de capitales puede servir el hecho de que desde 1970
al 2006 los países pobres han pagado 30 veces el importe de la deuda contraída
con los organismos financieros de los ricos. Y si se toman en consideración los
capitales evadidos hacia ese primer mundo, la cantidad se eleva a 80 veces el
monto de la deuda. Esta es la tan cacareada libertad de movimiento y de
circulación de los capitales.
¿Qué
artilugios lingüísticos puede seguir utilizando el capitalismo para
convencernos de que esto es progreso? Para los detentadores del capital, sí,
pero para la inmensa mayoría de la población mundial sólo significa mayor
empobrecimiento y angustia. Los beneficiarios son las industrias de armamento,
las petroleras, los intereses financieros del imperio. No obstante, cada día
aumentan los grupos sociales y pueblos que despiertan del engaño y emprenden
acciones emancipadoras. Ahí están el ALBA (Alternativa Bolivariana para
América) frente al ALCA (Área de Libre Comercio para las Américas), patrocinada
por los EEUU, la revolución bolivariana de Venezuela, el triunfo del aymará Evo
Morales y su MAS (Movimiento al Socialismo) en Bolivia, los movimientos
indigenistas de Perú, México, etc. “Contra la globalización imperialista”
—afirma Alfonso Sastre— “los rojos tenemos las armas de la solidaridad y del
internacionalismo”.
Extraído
de
La
Intoxicación Lingüística
El
uso perverso de la lengua
Vicente
Romano
Colección
TILDE
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