martes, 28 de noviembre de 2017
domingo, 26 de noviembre de 2017
PROSTÍBULOS DEL CAPITALISMO
Los mal llamados paraísos fiscales funcionan como prostíbulos del
capitalismo. Se hacen allí los negocios turbios, que no pueden ser confesados
públicamente, pero que son indispensables para el funcionamiento del sistema.
Como los prostíbulos en la sociedad tradicional.
Conforme se acumulan las denuncias y las listas de los personajes y
empresas que tienen cuentas en esos lugares, nos damos cuenta del papel central
y no apenas marginal que ellos tienen en la economía mundial. “No se trata de
“islas” en el sentido económico, sino de una red sistémica de territorios que
escapan a las jurisdicciones nacionales, permitiendo que el conjunto de los grandes
flujos financieros mundiales rehuya de sus obligaciones fiscales, escondiendo
los orígenes de los recursos o enmascarando su destino.” (La era del capital
improductivo, Ladislau Dowbor, Ed. Autonomia Literaria, Sao Paulo, 2017, pag.
83)
Todos los grandes grupos financieros mundiales y los más grandes grupos
económicos en general están tienen hoy filiales o incluso casas matrices en
paraísos fiscales. Esa extraterritorialidad (offshore) constituye una dimensión
de prácticamente todas las actividades económicas de los gigantes corporativos,
constituyendo una amplia cámara mundial de compensaciones, donde los distintos
flujos financieros ingresan a la zona del secreto , del impuesto cero o algo
equivalente y de libertad con respecto a cualquier control efectivo.
En los paraísos fiscales los recursos son reconvertidos en usos
diversos, traspasados a empresas con nombres y nacionalidades distintas,
lavados y formalmente limpios. No es que todo se vuelva secreto, sino que con
la fragmentación del flujo financiero, el conjunto del sistema lo vuelve opaco.
Hay iniciativas para controlar en parte a ese flujo monstruoso de
recursos, pero el sistema financiero es global, mientras las leyes son
nacionales y no hay un sistema de gobierno mundial. Asimismo, si se puede ganar
más invirtiendo en productos financieros, y encima sin pagar impuestos, es un
negocio redondo.
“El sistema offshore creció con metástasis en todo el globo, y surgió un
poderoso ejército de abogados, contadores y banqueros para hacer que el sistema
funcione… En realidad, el sistema raramente agrega algún valor. Al contrario,
está redistribuyendo la riqueza hacia arriba y los riesgos hacia abajo y
generando una nueva estufa global para el crimen.” (Treasured Islands:
Uncovering the Damage of Offshore Banking and Tax Havens, Shaxon, Nicholas. St.
Martin’s Press, Nueva York, 2011).
El tema de los impuestos es central. Las ganancias son offshore, donde
escapan de los impuestos, pero los costos, el pago de los intereses, son
onshore, donde son deducidos los impuestos .La mayor parte de las actividades
es legal. No es ilegal tener una cuenta en las Islas Caimán. “La gran
corrupción genera sus propia legalidad, que pasa por la apropiación de la
política, proceso que Shaxson llama de `captura del Estado’”(Dowbor, pag. 86).
Se trata de una corrupción sistémica. A corrupción involucra a
especialistas que abusan del bien común, en secreto y con impunidad, minando a
las reglas y los sistemas que promueven el interés publico, en secreto y con
impunidad, y minando nuestra confianza en las reglas y sistemas existentes,
intensificando la pobreza y la desigualdad.
La base de la ley de las corporaciones e, de las sociedades anónimas, es
que el anonimato de la propiedad y el derecho a ser tratadas como personas
jurídicas, pudiendo declarar su sede legal donde quieran e independiente del
local efectivo de sus actividades, tendría como contrapeso la trasparencia de
las cuentas.” (Dowbor, pag. 86) Las coimas contaminan y corrompen a los
gobiernos, y los paraísos fiscales corrompen al sistema financiero global. Se
ha creado un sistema que vuelve inviable cualquier control jurídico y penal de
la criminalidad bancaria. Las corporaciones constituyen un Poder Judicial
paralelo que les permite incluso procesar a los Estados, a partir de su propio
aparato jurídico.
The Economist calcula que en los paraísos fiscales se
encuentran 20 trillones de dólares, ubicando a las principales plazas
financieras que dirigen estos recursos en el estado norteamericano de Delaware
y en Londres. Las islas sirven así como localización legal y de protección en
términos de jurisdicción y domicilio fiscal, pero la gestión es realizada por
los grandes bancos. Se trata de un gigantesco drenaje que permite que los
ciclos financieros queden resguardados de las informaciones.
Por: Emir Sader
miércoles, 22 de noviembre de 2017
EDUCACIÓN Y REVOLUCIÓN RUSA: ELLOS SE ATREVIERON
Enseñanza mixta, un gran proceso de alfabetización, la abolición de los
exámenes y los premios, creación y construcción de jardines, entre otras
medidas, fueron la política de la dirección del Partido Bolchevique durante los
primeros años de la primera revolución triunfante.
En 1925, el educador T. E. Segalov
escribió, “La forma en que una sociedad dada protege a la niñez refleja su
nivel económico y cultural existente”. A 100 años de la magnífica revolución
que llevó a la clase obrera en Rusia a construir su propio estado, y la visión
avanzada de los dirigentes del Partido Bolchevique, tuvo su repercusión directa
en la organización de la educación en una nueva sociedad basada en la
expropiación de los medios de producción.
Muchas las medidas más inmediatas
fueron pensadas en los primeros años de la revolución, los años más creativos,
y eran tomadas como medidas transicionales hacia una nueva sociedad por
construir (y sobre los estivos de una vieja sociedad por sepultar), que era el
comunismo y la liquidación de las clases sociales.
LOS PRIMEROS PASOS DE LA REVOLUCIÓN
El primer paso es la creación, en
noviembre de 1917 del Narkompros, el Comisariado Popular de Educación que como
primer medida nacionaliza todas las instituciones educativas y decreta la
separación Iglesia – Escuela (Estado) y la unificación del sistema escolar.
Anatoli Vasílevich Lunacharski, fue nombrado el primer Comisario del Pueblo
para la Educación y la tarea organizativa central que afrontaba era la
administración del sistema escolar.
Aquí se formularon los principios
básicos de la reforma de la enseñanza y creó gran cantidad de guarderías como
educación pre escolar (muy avanzado para la época), y una incipiente
construcción de jardines de infancia llevando la educación obligatoria a partir
de los 3 años de edad combinado con colonias infantiles.
En las primeras medidas del Partido
Bolchevique, se preparaba una inmensa revolución política y pedagógica. Como
primera medida, se construyó desde el estado obrero un gran plan de
alfabetización. Esto se entiende con los datos sobre analfabetismo del régimen Zarista,
que a finales del siglo XIX supera el 78% de la población.
Para los bolcheviques, el problema
del analfabetismo como uno de sus principales retos a superar. Por lo tanto,
todos los jóvenes y trabajadores que supieran leer y escribir fueron movilizados
en un gigantesco plan de alfabetización (mayormente al campo), junto con la
publicación de colecciones populares de los clásicos para ser vendidos a precio
de costo. Los obreros que sabían leer y escribir jugaron un rol clave.
Otra de las medidas más importantes
ni bien la toma del poder, es el establecimiento de la escolaridad mixta y se
le dio a la educación un carácter politécnico y colectivo.
La revolución abolió los
exámenes y decretó que las escuelas fueran regidas por un consejo del que
formaban parte los trabajadores del establecimiento, los representantes de las
organizaciones obreras locales y los estudiantes mayores de doce años. Bastaron
pocos meses de poder obrero, para que se proclamara la gratuidad de la enseñanza
universitaria. También se anularon los deberes y los exámenes así como las
gratificaciones en forma de medallas de oro y plata.
El Narkomprós sostuvo que el sistema
educativo debería hacer posible que el hijo de un obrero industrial fuera
obrero en una fábrica, o director de una industria, o miembro de la Academia de
Ciencias, sin que la elección profesional quedara restringida desde una edad
temprana. Esto significaba educación general universal tanto a nivel de
primaria como de secundaria. Descartaba la posibilidad de la temprana
especialización profesional en las escuelas y del aprendizaje de oficios por
los niños en edad escolar.
De este modo, la Escuela única de
Trabajo, de acuerdo con el programa del Narkomprós, era politécnica, pero no
profesional, enseñaba una diversidad de oficios manuales sin especializar en
ninguno de ellos ni proporcionar una preparación profesional ni comercial.
Los niveles educativos se distribuían
desde los tres a los ocho años como educación preescolar en los jardines de
infancia (que incluía también para los más pequeños guarderías, ya que la mujer
trabajaba igual que un hombre y no podía dedicarse en exclusividad al cuidado
de los hijos). El siguiente escalón sería la escuela primaria, que en este
periodo se hace obligatoria, desde los ocho a los quince años (lo que se
denominó “educación escolar de siete años” en comparación con los planes
quinquenales del gobierno para la economía).
Cuando los bolcheviques llegaron al
poder en 1917 estaban convencidos de que bajo el socialismo la familia “se
extinguiría”. Imaginaron una sociedad en la que los comedores comunales, las
guarderías y lavanderías públicas reemplazarían el trabajo no remunerado de las
mujeres en el hogar, a sabiendas que son las mujeres las que cargan principalmente
con la tareas domesticas, y con la crianza de los niños. Esta eliminación de la
carga del trabajo doméstico sería un aspecto clave de la liberación de la mujer
en la revolución. El problema de la infancia y de la educación, tenía como
punta de lanza la emancipación de la mujer de las tareas domésticas y entre
ellas, de la crianza de los hijos.
Según León Trotsky, la intención
integral de los revolucionarios era el de crear “…un sistema acabado de
servicios sociales: maternidades, casas cuna, jardines de infancia,
restaurantes, lavanderías, dispensarios, hospitales, sanatorios, organizaciones
deportivas, cines, teatros, etc. La absorción completa de las funciones
económicas de la familia por la sociedad socialista, al unir a toda una
generación por la solidaridad y la asistencia mutua, debía proporcionar a la
mujer, y en consecuencia, a la pareja, una verdadera emancipación del yugo
secular.”
A 100 años de la Revolución Rusa,
vemos lo avanzado de las ideas socialistas de los dirigentes del Partido
Bolchevique en los primeros años, encarnados en las figuras de Lenin y Trotsky
y de tantos otros que dieron su vida por estos ideales. Sabemos que no se trata
de repetir mecánicamente en nuestros tiempos esta experiencia, sino de poner en
valor su herencia para las revoluciones que tarde o temprano vendrán. Quedará para otro artículo los retrocesos en
este terreno en el período Stalinista, y el análisis de las diferentes
corrientes pedagógicas en puga en la Rusia Revolucionaria.
En Argentina, son 715.484 los
chicos de 5 a 15 años realizan trabajo infantil y el 47,7 por ciento de
los hogares con niños y adolescentes no cubren la canasta básica y que 5,6
millones de niños son pobres y, de ellos, 1,3 millón está en la indigencia.
Mientras que más tres millones de chicos y chicas de entre 45 días y 5 años que
no van al jardín. Un gran flagelo a la infancia.
Queremos cambiar de verdad el mundo
tal como hicieron los Bolcheviques, expropiando a los expropiadores y rompiendo
las cadenas del capital. Esta pelea no puede darse sino a través del mismo
proceso mediante el cual la clave obrera se organiza y toma conciencia, y
construye su propio partido. Por ello mientras luchamos por la transformación
de la educación, al mismo tiempo luchamos por la emancipación de la clase
trabajadora. Queremos transformar la sociedad para cambiar la escuela, y
transformar la escuela para aportar en la lucha por otra sociedad.
Por
Federico Puy
Docente, Congresal UTE CTERA
Fuente:
https://www.izquierdadiario.es/Educacion-y-Revolucion-rusa-ellos-se-atrevieron
sábado, 18 de noviembre de 2017
ANALFABETAS EN FEMINISMO
El pasado mes de mayo, Parametría realizó
un estudio sobre el conocimiento del feminicidio, o violencia contra las
mujeres. El 49% de la población encuestada respondió, en una pregunta abierta,
que el feminicidio es “el asesinato de una mujer”; mientras que el 34% no sabe
a qué se refiere el término. Estas cifras nos son alentadoras a estas alturas
del siglo XXI, sin embargo, la gravedad se complica aún más, debido a que los
informantes no refirieron que en el “asesinato” de mujeres, subyace una
condición de género.
Para abordar la complejidad del término, es necesario reconocer que
históricamente muchas de las acciones de la humanidad han dejado una
inevitable huella machista. En donde los hombres nos hemos beneficiado del
régimen patriarcal que ha dividido el trabajo y las oportunidades. Hasta
nuestra actualidad, en muchos casos y lugares, ser hombre sigue siendo un
título nobiliario que impone y justifica relaciones de desigualdad entre los
géneros. Entonces, tenemos como resultado la invisibilidad del tema.
También hay que recordar que desde mitades del siglo XX, ha emergido una
nueva lógica feminista que ha luchado por causas sociales, movimientos
juveniles, derechos sexuales y reproductivos, hasta diversificarse y luchar
desde varias trincheras por la reivindicación de la igualdad, y por la
construcción de la equidad de género. Sobre estas décadas de trayectoria,
Marcela Lagarde en su libro El feminismo en mi vida. Hitos, claves y
topías, realiza un recuento cronológico y detallado de las facetas que ha
representado la lucha del feminismo en México.
Justamente esta brillante antropóloga feminista, ha sido la impulsora de
la noción de feminicidio en México, desde la década de los
noventa, para enfatizar la urgencia de atender la problemática en Ciudad
Juárez, Chihuahua. La palabra homicidio, se ha aplicado en forma indistinta
para denotar el asesinato de hombres o mujeres, con todas las variantes
expresadas en el derecho penal.
El trabajo emprendido por Marcela Lagarde ha impulsado una política
integral para prevenir y atender casos de violencia contra las mujeres. Por un
lado, ha rendido frutos en la tipificación del feminicidio, para
configurarlo como un delito con elementos de homicidio, misoginia y desigualdad
de género. Y por otro lado, su actividad ha florecido en la apertura de
instancias de atención en diversos órdenes de gobierno.
La idea de feminicidio, plantea Lagarde, es retomada de un
libro de Diana Russell y Jill Radford, donde lo definieron como: asesinato
misógino de mujeres cometido por hombres, como una forma de violencia sexual.
Ante las atrocidades cometidas en México, en Ciudad Juárez, y otras partes del
país, se ha buscado convertirlo en una prioridad de la agenda pública.
Cuando hablamos de géneros, nos referimos a una serie de significados
construidos histórica y culturalmente, y no tenemos consensos que nos lleven a
abordar el tema de una única manera. Por tratarse de rasgos culturales, el
ámbito educativo es uno de los canales que podrían apuntar con mayor incidencia
sobre el tema. Sin embargo, no existe una forma específica de contenido. En el
Plan de estudios 2011, en los Temas de relevancia social, se plantea la
oportunidad de trabajar, entre otros temas, “la equidad de género”. Pero son
alternativas optativas, es decir, los docentes no están obligados a tratarlos
porque no aparecen específicamente marcados en los programas de cada
asignatura, ni en los trayectos formativos del curriculum explícito.
Las escuelas han desempeñado dos funciones, intencional o
inevitablemente: son espacios de reproducción o de cambio. La comunidad escolar
está permeada por la tradición. Los profesores tienen tanta solidez como años
servicio, su experiencia les ha forjado un punto de vista respecto a los roles
de género y a todo lo que un hombre y una mujer deben ser. Los
alumnos que llegan a las escuelas traen un cúmulo de valores que han construido
desde casa, conocimientos y experiencias que han recopilado en su vida. Todo
ese conjunto de sabiduría popular y conocimientos derivados del sentido común y
de la vida cotidiana, es lo que Jürjo Torres acuñó como curriculum oculto.
En este ámbito, la elección de tomar el feminicidio como un tema necesario es
una responsabilidad moral, de aquellos que así lo consideran necesario para
cambiar su forma de pensar.
Entonces tenemos dos limitantes para comprender el nuevo término. No
está el feminicidio como tema académico del curriculum formal; y pensar el
feminicidio desde el curriculum oculto ha representado una omisión, porque
significa muchas veces salir de una zona de confort. En los ámbitos
familiar, escolar, laboral, sexual, cultural y jurídico, permanece la tradición
machista que nos ha traído hasta aquí: El feminicidio que no vemos, y que no
queremos ver.
Marcela Lagarde en su libro denuncia que los intelectuales, los
académicos y los políticos son analfabetas en feminismo. La encuesta de Parametría,
nos arroja el 49% de desconocimiento del feminicidio. Y la realidad nos arroja
muestras crueles de nuestra cotidianidad. Hay mucho por hacer.
Por: Alberto Sebastián Barragán
Fuente: http://www.educacionfutura.org/analfabetas-en-feminismo/
miércoles, 1 de noviembre de 2017
COHERENCIA en P Freire
En la (re) lectura de las
obras de Paulo Freire salta a la vista una primera constatación: ellas no
presentan contradicciones. Desde los primeros escritos, Paulo Freire trabaja
sobre temas recurrentes, explicando, reviendo, complementando, ampliando. Es un
camino en espiral, todo el tiempo coherente.
De inicio se identifica la
liberación como categoría fundamental de su concepción de educación, presente
ya en los primeros escritos y claramente asumida a partir de Pedagogia do
oprimido. Esta categoría proviene del humanismo cristiano, de raíces europeas,
sobretodo francesas, reelaborada en Brasil en la segunda mitad de los años 1950
e inicio de los años 1960.
Paulo Freire fue el educador
que en aquellos años, sistematizó de mejor manera lo esencial de las propuestas
educativas de entonces, como un sistema de educación de adultos, probado en su
primera fase como alfabetización, de la cual Educação como prática da liberdade
es el fundamento del relato.
Esa propuesta es profundizada
teóricamente en Chile, en el diálogo enriquecedor que mantuvo con aliados
destacados, brasileños exiliados y chilenos comprometidos con que se hagan
reformas radicales en su país durante el gobierno de Allende.
Esa oportunidad y esos
contactos le permitieron sumergirse en la literatura marxista, cuyo producto es
Pedagogia do oprimido. Pero no sólo eso: Extensão ou comunicação amplía
enormemente el abordaje de la educación como un hecho cultural, y los escritos
reunidos en Ação cultural para a liberdade explican conceptos fundamentales,
esclarecen afirmaciones, reafirman las principales categorías de análisis.
La (re) lectura de esas obras
nos muestra cómo Paulo Freire va ampliando la primera noción, aún abstracta, de
persona humana para el concepto de oprimido, situándolo y colocándole fechas, e
incorporando progresivamente la categoría clase social. Más tarde, incluso
debido a la aceptación de críticas realizadas a él, incorporó también las
nociones de etnia y género, ampliando cada vez más la amplitud de esos mismos
conceptos.
El motor de la explicitación
de los fundamentos de la obra de Paulo Freire es la práctica desarrollada y
reflexionada por él. Se trata de la categoría praxis, o sea el movimiento
acción-reflexión. Resulta significativo que, desde las primeras experiencias
como educador, aún en el SESI16 de Pernambuco, Paulo Freire pensara la
educación de jóvenes y adultos a partir de los problemas, en la crítica de una
sociedad injusta y a un sistema económico-social excluyente. De ahí la
valorización del “saber hecho de la experiencia” para, reflexionando sobre él,
criticándolo, ampliándolo, entender la realidad para transformarla.
En toda la obra de Paulo
Freire está presente también la categoría esperanza: el hombre puede cambiar el
mundo; el hombre hace la historia. Es limitado, se lo hace contingente por las
condiciones concretas de la realidad, pero no es determinado por ellas. Con su
inteligencia y con su acción puede y debe cambiar el mundo. A su vez la
educación es, o debe ser, instrumento de esa acción, en la medida que posibilita
al hombre tomar consciencia de la realidad en que vive. En consecuencia, actuar
para transformarla, para la construcción de una sociedad justa y fraterna. De
ahí se deriva la categoría concientización, utilizada por Paulo Freire y por
los participantes de la mayoría de los movimientos de cultura y educación
popular del inicio de los años 1960.
Pero la educación no se
restringe a la enseñanza escolar, mucho menos al entrenamiento profesional. Se
trata de la formación del hombre, considerado como ser inacabado, en permanente
proceso de auto formación. En ese proceso es fundamental partir de la cultura,
entendida como un conjunto de significaciones y representaciones de un modo de
vivir, confrontado con otras formas de vivir.
En los años 1960, el “descubrimiento”
de la cultura y de la cultura popular fundaron todas las experiencias
realizadas. Le cupo a Paulo Freire y a su equipo en el Servicio de Extensión
Cultural de la entonces Universidad de Recife, en base al concepto
antropológico de cultura, crear las famosas “fichas de cultura”, que
inauguraron el sistema de alfabetización de adultos, en el caso brasileño, y en
el sistema psicosocial, en el caso chileno.
A partir de esa
sistematización, Paulo Freire elaboró, aún en el inicio de los mismos años 1960,
una nueva concepción de educación de adultos, con amplia aceptación de la
mayoría de los movimientos de educación y cultura popular, y lanzó las bases
para una nueva concepción general de educación. Otra categoría fundamental en
la pedagogía freiriana, desde la experiencia de los “círculos de cultura”
adoptados en el sistema de alfabetización de adultos, 16 N. de la T. SESI:
Servicio Social de la Industria. Es una entidad privada mantenida y
administrada por la industria. Fue creada para promover la calidad de vida de
los empleados y sus dependientes. Sus actividades incluyen dar servicios en el
área de educación, salud, recreación, cultura y promoción de la ciudadanía.
Está presente en 26 estados de Brasil, más el Distrito Federal. 96 presente en
toda acción cultural y educativa es el diálogo: nadie educa a nadie; los
hombres (y las mujeres, dirá Paulo Freire después) se educan en una relación
dialógica de saberes y de afectos. El diálogo viabiliza metodológicamente el
movimiento de la praxis: a partir de lo vivido y de lo sabido, discutirlos,
criticarlos, ampliarlos, no solo para cambiar la visión del mundo, sino para
transformarlo.
A partir de esas categorías
fundamentales, se recoloca la función política de la educación, así como la
competencia técnica y el compromiso político del educador, cuya acción debe ser
fundamentalmente ética, en el respeto al educando, que es también educador, y
en la coherencia de su acción. Esos elementos definen una nueva pedagogía, la
pedagogía de Paulo Freire; o como dice Agostinho Reis Monteiro, una pedagogía
como concepción general de educación.
El fundamento antropológico
de su pedagogía es el ser humano como ser inacabado y de comunicación, y su
vocación para ser más. Por eso, el amor y la esperanza son una necesidad ontológica.
Pero la historia es una posibilidad que se realiza en un escenario de
politicidad, donde es imposible la neutralidad. En consecuencia, la educación
es fundamentalmente una cuestión y una forma de poder, cuya legitimidad debe
ser problematizada. De ahí la centralidad de la eticidad de la educación.
En síntesis, la pedagogía de
Paulo Freire es revolucionaria; es un rescate del sentido de la utopía. Es
exactamente su dimensión ética que le confiere intensa actualidad e importancia
distinguida. En términos radicales, como dice el mismo Agostinho Reis Monteiro,
es una pedagogía del derecho a la educación. Por eso la permanencia de su obra
y de su pensamiento; por eso la actualidad de su pedagogía.
Por Osmar Fávero
Extraído de
DICCIONARIO Paulo Freire
Danilo R. Streck, Euclides Redin, Jaime
José Zitkoski (Orgs.)
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