El propósito del presente artículo es dar a conocer la
concepción del socialismo en Albert Einstein y su participación en la lucha por
la paz entre las naciones. Se concluye que el capitalismo provoca una sociedad
desunida y el socialismo requiere un cambio del Estado donde las personas se
interesen más en el bienestar de los individuos que en la ganancia de capital,
logrando la felicidad para cada miembro de la Humanidad.
Introducción
Para comprender a Einstein es necesario conocer los referentes que tenía
en su conciencia y el contexto social en que vivió, puesto que un sujeto es
fisicalidad material contenida y socialidad vivida, expresadas en un bloque de
pensamiento. Lo que la sociedad hizo y está haciendo de él. El hombre es lo que
su sociedad y, dependiendo del ámbito social de constitución del sujeto es el
abanico de referentes que constituyen su conciencia.
Einstein pensaba en la imposibilidad que “…el individuo formara o fuera
capaz de formar sus conceptos sin la guía verbal de su contorno.” Por
tanto, para conocer sus pensamientos e ideas, necesitamos comparar sus escritos
con los que otros autores, contemporáneos o no contemporáneos de él, algunos de
los cuales entendemos que Einstein leyó, para entender lo que expresaron al
respecto.
Einstein pensaba en la posibilidad de la paz internacional, por tanto,
pensaba también que el socialismo, al significar un Estado que realmente le
interesa satisfacer las necesidades de sus ciudadanos (algo que no sucede en el
capitalismo), lograría una sociedad orientada hacia fines humanos. El
socialismo internacional significaría que toda la Humanidad debería apoyarse
mutuamente, no existiendo la figura de dueños de los medios de producción y
trabajadores, sino un manejo centralizado de los recursos en favor de todos los
ciudadanos del mundo. En 1945, Einstein dijo que la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) fue la única de las grandes potencias que abrió
sus puertas a los judíos cuando eran perseguidos por los Nazis.
Einstein sabía que todo cambia cuando dijo que es imposible aplicar
métodos o medidas que en otro tiempo hubieran sido eficaces porque las
soluciones de ayer carecen hoy de vigencia y estarán fuera de lugar mañana, sin
embargo, en 1948, escribió que, algún día, todas las naciones agradecerían a la
URSS por haber demostrado la posibilidad de una economía planificada a pesar de
lo difícil que era en ese momento.[
Concepto de socialismo para Albert Einstein
Solamente un inventario exacto de los recursos nacionales, un plan de
reconstrucción sobre la base general de la producción organizada y una
distribución prudente y económica de todos los productos, pueden salvar al
país. Esto justamente es lo que se llama socialismo. Luchar, estrechar nuestras
filas, establecer la disciplina del trabajo y del orden socialista, aumentar el
producto del trabajo, sin retroceder ante ningún obstáculo: tal es nuestra
consigna. Una revolución proletaria en Europa y en América, estallará tarde o
temprano y, esa revolución, liberará a toda la humanidad que sufre.
Los individuos forman una sociedad individualista y egoísta donde todos
buscan su felicidad por cualquier medio sin pensar en la de los demás.
Covarrubias Villa los denomina los “sujeto cosa”: hombres que se ven y ven a
los demás como cosas; cosas que se pueden relacionar en términos de necesidad y
satisfactor. Esto es reflejo del deterioro de la conducta por la
mecanización y deshumanización de nuestra vida. Para Einstein, la situación
descrita en este párrafo, no fue diferente. Vivió muchos conflictos bélicos;
los más terribles sin duda, fueron la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Trotsky narra cómo finalizó la Primera Guerra Mundial gracias al
socialismo en Rusia. En febrero de 1917, manifestantes derrocaron al
gobierno zarista y Rusia se convirtió en República. El 24 de octubre de 1917,
los Bolcheviques, grupos de trabajadores soviets, al mando de
Vladimir Lenin y Lev Trotsky, tomaron los principales edificios de Gobierno de
la capital Rusa. La Gran Revolución Socialista de Octubre fue el primer
movimiento del socialismo exitoso de la historia, resultando la URSS. Lenin
encabezó el gobierno y Estado de los trabajadores y el 3 de marzo de 1918,
firmó el Tratado Brest-Litovsk con Alemania que, militarmente, era la Nación
más poderosa, mucho más que Francia e, inclusive, más que el poderoso imperio
colonial de Inglaterra. El imperialismo alemán era un enemigo consciente de su
fuerza y de no firmar la paz, Rusia habría quedado en condiciones de ruina,
obteniendo con esto la victoria Inglaterra y Estados Unidos. La reciente URSS
necesitaba perdurar y, por eso, tenían que rehusar toda batalla superior a sus
fuerzas y, así, ganar tiempo. Alemania peleaba, simultáneamente, contra
Inglaterra y Estados Unidos y, eso, facilitó que aceptara pactar la paz con
Rusia. En el Congreso del Partido Comunista y en el Cuarto Congreso de los
Soviets, predominó el voto favorable para la firma de la paz el 15 de marzo de
1918, ratificando el tratado de paz de Brest-Litovsk. La existencia de Rusia
como país independiente se logró por causa de la revolución del proletario
europeo. En noviembre de 1918, la Revolución Alemana derrocó al Káiser con
ayuda de los obreros espartaquistas liderados por Rosa
Luxemburgo y Kart Liebknecht. La guerra pronto terminó. Posteriormente, se
firmó el Tratado de Versalles.
El socialismo comprobó que el pueblo trabajador busca la paz y quien
obtiene ganancias de ella, la burguesía, es quien busca la guerra. Por tanto,
es un deber del proletariado desarrollar todos sus esfuerzos para impedirla por
cualquier medio y, una vez iniciada, es su deber intervenir para hacerla
terminar pronto y mediante las capas populares más profundas, precipitar el fin
de la dominación capitalista.
Einstein no consideraba tener mentalidad alemana ni ser el creador de la
energía atómica. En 1918 escribió, “…por herencia soy judío, por ciudadanía
suizo y, por mentalidad, un ser humano, sin apego especial alguno por ningún
estado o entidad nacional.” En 1947, escribió que toda invención de
nuestra mente y todo bien material, puede convertirse en un arma y, por tanto,
en un peligro para la Humanidad, entonces, su participación en el diseño
de la bomba atómica fue indirecta.
Einstein renunció a su nacionalidad alemana para no realizar servicio
militar y adoptó una concepción absolutista. La concepción de Einstein
puede considerarse, no de manera individual, sino social, resultado de una
evolución colectiva y continua, cuyos elementos y cuyas fases están en una
esencial conexión. Para Einstein, la educación socialista y el socialismo
lograrían la paz entre las naciones y la felicidad entre los individuos, lo
cual, parece una idea subversiva, aunque, realmente se refiere a una concepción
dialéctica crítica del devenir del ser
social, porque Einstein, mediante una retrospección histórica, comprendiendo el
pasado y el presente, buscaba una solución para lograr la paz. La dialéctica
crítica es conocimiento y visión del futuro para reconocer, mediante el
presente, una posible activación hacia un futuro deseado y genera una
concepción teleológica.
Debemos conocer la causa que existan conflictos entre individuos y
naciones y concebir que el comportamiento de un Estado puede regularse como el
de un individuo. De acuerdo con Kant, los Estados pueden considerarse como
individuos en estado de naturaleza, cuya convivencia es un perjuicio para todos
mientras no exista una ley externa o constitución internacional que los rija.
Según McMahan, las guerras se justifican por interés nacional; los
intereses de los demás Estados son irrelevantes porque no se concibe dar mayor
importancia a los intereses de la población de otro Estado que a los de sus
propios ciudadanos. Los pacifistas opinan que nunca es permisible una guerra, a
menos que sean víctimas de un ataque injusto o potencialmente mortal (ejercicio
colectivo de los derechos individuales de autodefensa). La teoría de la guerra
justa, justifica una guerra si las causas son justas ius ad bellum y
los medios sujetos a limitaciones de conducta ius in bellum. Son
causas justas: la defensa de otro Estado contra una agresión exterior injusta,
la recuperación de derechos como algo perdido en una guerra anterior, la
defensa de los derechos fundamentales del pueblo de otro Estado contra el abuso
del gobierno y para castigar a agresores injustos, además, es justa la
autodefensa nacional. Las limitaciones son hacer uso de violencia mínima
(fuerza mínima), que haya más consecuencias buenas que malas (proporcionalidad)
y que solo se ataquen personas que constituyan legítimos objetivos de ataque (discriminación).
McMahan pensaba que se pueden atacar inocentes cuando son menores las
consecuencias de atacar que abstenerse de hacerlo o evitar un número mayor de
muertes inocentes y el terrorismo es la violencia intencionada con fines
políticos contra personas inocentes, violando el requisito de discriminación. Con
lo expuesto, podríamos decir que Alemania hizo una guerra justa y Estados
Unidos, terrorismo porque Alemania ingresó a la Primera Guerra Mundial por
defender a Austria Hungría y en la Segunda Guerra Mundial invadió Polonia por
querer recuperar lo que le quitaron por imposición en el Tratado de Versalles,
el cual, no debió considerarse válido como tratado de paz. Cuando Estados
Unidos, por orden del presidente Truman, bombardeó Hiroshima y Nagazaki, Japón
no significaba un verdadero peligro y menos las zonas civiles, además, los
alemanes ya habían liberado Francia y Polonia. En Hiroshima, se utilizó la
energía de menos del uno por ciento de novecientos gramos de uranio. Estados
Unidos inició la construcción de las bombas por el Proyecto Manhatan, cuando
los científicos Szilard, Edward Teller, Eugene Wigner y Einstein redactaron una
carta el 2 de agosto de 1939 al presidente de Estados Unidos, Franklin Delano
Roosevelt, donde le alertaban que Alemania fabricaría bombas atómicas a partir
de una masa de uranio. En 1945, Einstein dijo que ayudó a construirla para
impedir que los enemigos de la Humanidad lo hicieran antes, puesto que dada la
mentalidad de los nazis, habrían consumado la destrucción y la esclavitud del
resto del mundo, si fecisti nega. Es difícil saber cuándo algo
es injusto o inmoral y conforme a Gramsci podemos definir que esto es cuando no
va orientado hacia el fin pensado.
Para Kant, las guerras (que hacen más hombres malos que los que mata)
son causadas por la naturaleza Fata volentum ducunt, nolentem trahunt como
medio para poblar el planeta (pueden ser pretextos los idiomas y las
religiones) ayudándose del honor, la valentía humana y las tendencias egoístas,
por tanto, solamente se solucionará con la organización del Estado porque la
paz no es un estado de naturaleza status naturalissino que debe ser
instaurada, en estado civil.
Para Gramsci, el grupo dirigente tiende a mantener el equilibrio de la
composición social que sea mejor para su permanencia o para mejorar tales
condiciones y extenderla a otros lugares, originando los conflictos con otros
grupos dirigentes que aspiran al mismo fin o en cuyo perjuicio la expansión del
primero deberá necesariamente producirse.
Hitler pensaba que si un pueblo renunciaba a la adquisición de nuevos
territorios, debería lamentablemente recurrir a la voluntaria restricción de
natalidad y un día sería dominado por otro pueblo más rezagado culturalmente
pero con una mayor fuerza de acción y que los países europeos, inclusive Inglaterra,
no podían compararse con el poderío que tenía Estados Unidos con su territorio,
es decir, el territorio propio de la nación más los territorios ocupados por la
fuerza. Para él, el Estado significaba la organización de una comunidad de
seres moral y físicamente homogéneos con el objeto de mejorar las condiciones
de conservación de su raza.
Muchos están de acuerdo que es mejor vivir en colectividad. Para
Aristóteles, aunque el bien del individuo y el de la ciudad sean el mismo, será
mucho más grande y perfecto, alcanzar y preservar el de la ciudad; porque es
apetecible procurarlo para uno solo pero es más hermoso y divino para un pueblo
y para ciudades y el hombre es por naturaleza una realidad social.
Todos nos clasificamos y actuamos por la forma en como entendemos la
felicidad. Los aparatos ideológicos ayudan a hacer la división aún mayor. La
felicidad puede ser vista de muchas formas de acuerdo con la necesidad del
individuo y su modo de vida. Para el enfermo será la salud, para el pobre será
la riqueza. Hay tres modos de vida: la política que entiende por bien los
honores y el servicio a los demás, la teorética que los concibe como
contemplación y la voluptuosa. La mayoría de la población tienen una vida
voluptuosa y entienden por bien y felicidad el placer. La felicidad es algo
perfecto y suficiente, es el fin de los actos y debe consistir en la virtud.
Aristóteles, de manera satírica, nos describe cómo instrumentos de
trabajo:
Siempre ha existido quien gobierna y quien es gobernado. El hombre
(siervo) y la mujer (hembra) buscan unirse, creando la prole. Ambos difieren
por naturaleza porque ella no hace nada que se asemeje a un cuchillo. Un señor
los gobierna para su conservación. Son bárbaros las hembras y los siervos
porque tienen un mismo grado de honra y dignidad y entre ellos no hay quien
gobierne, su relación es de siervo y sierva. Unidos con otros, forman una
compañía llamada barrio, colonia o población, también llamados omogalagtas
(significa criados con una misma leche, pues son los hijos y los hijos de sus
hijos). La compañía compuesta por muchos barrios se llama ciudad y se juntó
para vivir más cómodamente. Antiguamente, las ciudades eran regidas por reyes y
ahora también las naciones. La ciudad es algo natural y el hombre, por su
naturaleza, es animal político o civil y tiene naturalmente el deseo de vivir
en compañía. Quien los unió fue autor de los mayores bienes porque el hombre,
puesto en su perfecta naturaleza, es el mejor de todos los animales, pero
apartado de la ley y de la justicia, es el peor de todos.
Para Rousseau, una sociedad es un derecho de agrupación de individuos,
no natural, sino fundado mediante convenciones o contratos. La más antigua de
todas y la única natural, es la familia. Se denomina Estado y puede componerse
de ciudadanos, participantes de la autoridad soberana y súbditos, sometidos a
las leyes del Estado (igual que Aristóteles, Rousseau, concibe al Estado como
es actualmente, unos gobiernan y otros son gobernados). En el Estado, el hombre
pierde su libertad natural y obtiene a cambio el derecho a todo lo que desee y
pueda alcanzar. No es despojado de sus bienes, se le asegura su legítima
posesión por derecho de propiedad y su conservación mediante libertad y fuerza.
Cuando, en el Estado, el goce de derechos del ciudadano, es a costa de los
deberes del súbdito, sucede la ruina del cuerpo político. La soberanía es
inalienable e indivisible; es el ejercicio de la voluntad general del pueblo
para dirigir al Estado para que gobierne de manera igualitaria a todos los
ciudadanos para el bien común. El poder soberano, debe ser colectivo y no
individual porque la voluntad particular tiende por su naturaleza al privilegio
y la voluntad general a la igualdad. Si existe el consentimiento del pueblo
para simplemente obedecer, se disuelve por este acto y pierde su cualidad de
pueblo, ya no hay soberano sino señor y el cuerpo político queda destruido.
Debe existir la enajenación interior de cada asociado con todos sus derechos a
toda la Humanidad. Erróneamente se declara la guerra o la paz como acto de
soberanía.
Para Kant, el Estado civitas debe formarse según los
conceptos de libertad, dependencia e igualdad. Según cuantos tienen el poder
soberano forma imperii, se divide en: uno, autocracia, varios,
aristocracia y si son todos, democracia. Las formas de gobierno forma
regiminis son dos: la republicana donde se separa el poder ejecutivo
del poder legislativo y la despótica donde las leyes son la voluntad del
gobernante.
Para Aristóteles, existen tres regímenes: la monarquía de la realeza que
puede convertirse en monarquía de la tiranía que es el peor régimen, la
aristocracia que puede convertirse en oligarquía donde los gobernantes
distribuyen los bienes de la ciudad y el poder soberano siempre a los mismos
para enriquecerse, de modo que los que gobiernan son pocos y malos en lugar de
los más dignos y, la timocracia que puede convertirse en democracia. La
timocracia es un gobierno de la multitud donde todos los propietarios son
iguales, en ella los ciudadanos son iguales y equitativos y gobiernan por turno
y por igual.
De acuerdo con John Dewey, la democracia no solamente significa una
forma de gobierno, sino que es un modo de vivir asociado, de experiencia
comunicada juntamente, donde los individuos refieren su propia acción a la de
los demás y consideran la acción de los demás para dar pauta y dirección a la
propia, además, en la democracia se deberían eliminar las barreras de clase,
raza y territorio nacional que impiden que el hombre perciba la plena
significación de su actividad.
Para Hegel, el Estado es el lugar de la supremacía ética inherente a su
racionalidad superior.
Para Marx, el Estado es una mala enajenación que permite la explotación
del hombre por el hombre. El hombre es ser genérico, miembro imaginario de una
soberanía imaginaria, despojado de su vida real e individual y lleno de
universalidad irreal, donde no es un ser social, sino individual y egoísta. El
gobierno del Estado es una junta que administra los negocios de la clase
burguesa. En el sistema capitalista, para las empresas, la cuota de
producción no se puede atribuir a ningún trabajador individual, sino, al
conjunto de obreros, el hombre colectivo, lo mismo sucede con la sociedad
porque se le da mayor valor al conjunto total que a sus componentes.
Tomás Moro, expresó que:
- Bajo
el disfraz de justicia, el gobernante aparenta desear el bienestar del
pueblo, pero lo único que desea son sus impuestos.
- Cada
uno tiene lo que la generosidad del gobierno le ha confiscado.
- Todo
le pertenece al gobernante, incluso las personas.
- Al
gobernante le interesa, por su propia seguridad, que el pueblo posea lo
menos posible a fin que no se engría con sus bienes y libertad porque
tanto la riqueza como la libertad, hacen tolerar con menos paciencia las
leyes duras e injustas y, por el contrario, la pobreza y la miseria
desaniman y quitan a los oprimidos el deseo a la libertad.
- Los
gobernantes se eligen para el bienestar del pueblo y no para su bienestar
propio, por tanto, deben buscar y procurar el bienestar del pueblo al
abrigo de toda injusticia por encima de su propio bienestar, como el
pastor que busca apacentar sus ovejas y no su comodidad, puesto que vivir
entre placeres y comodidades mientras los demás sufren y se lamentan a su
alrededor, no es ser gerente de un reino, sino guardián de una cárcel.
Un pueblo puede, en cualquier momento, cambiar sus leyesy, en su caso,
la Constitución no crea al pueblo, sino que el pueblo crea la Constitución y,
como su esencia es la democracia, es indispensable la organización política del
hombre para emancipar a los ciudadanos de la hegemonía del poder de la
burguesía.
Baruch de Spinoza, filósofo nacido en 1632, en Amsterdam, al igual que
Einstein, fue judío y, también, al igual que Einstein, sus creencias teológicas
y ontológicas religiosas, no fueron llevadas al fanatismo, tal fue así que a
Spinoza lo excomulgaron los judíos de su época, maldiciéndolo. Spinoza fue
considerado uno de los grandes racionalistas de la Filosofía del Siglo XVII,
junto con el francés René Descartes.
Einstein, decía creer en el Dios de Spinoza, idéntico al orden
matemático del Universo. Spinoza en su libro Ética demostrada según el
orden geométrico, decía que el todo es una sustancia y que nosotros, como
seres humanos, somos modos de esa y por esa sustancia global, que denominaba
Naturaleza o, bien, de otra manera, esa sustancia es Dios. Para Spinoza, la
beatitud alcanzada en el tercer género de conocimiento hace que el hombre que
se guía por la razón se sienta parte de la felicidad universal y controle los
afectos producidos por las afecciones. El odio puede ser destruido por el amor
y los hombres, por naturaleza envidiosos, pueden cambiarse mediante la
educación. Somos parte de la naturaleza que no puede concebirse por sí sola,
sin las demás partes. En la parte cuarta de la Ética, Spinoza,
dice que, si dos individuos se unen entre sí, componen un individuo doblemente
potente que cada uno de ellos por separado, por tanto, nada es más útil al
hombre que el hombre y nada pueden desear los hombres que sea mejor para la
conservación de su ser que el concordar todos en todas las cosas y sus almas se
formen como una sola alma y sus cuerpos como un solo cuerpo, esforzándose,
todos a la vez, cuanto puedan, en conservar su ser y buscando todos la utilidad
común porque los hombres que se gobiernan por la razón, aquellos que buscan su
utilidad bajo la guía de la razón, no apetecen para sí nada que no deseen para
los demás; lo denominaba: individuo compuesto universal Quasi unam
mentem. Pensaba que mientras los hombres estén sujetos a las pasiones
y no vivan bajo la guía de la razón, no podrán concordar en naturaleza porque
si bien es cierto, el hombre es un animal social que logra más fácilmente lo
que necesita mediante la ayuda mutua y uniendo sus fuerzas puede evitar los
peligros que lo amenazan. El bien supremo de los que obran según la virtud, es
decir, bajo la guía de la razón, es común a todos y todos pueden gozarlo igualmente
y esto es conocimiento de Dios. Este deseo de hacer bien que nace de la vida
según la guía de la razón, donde lo que se desea para sí, se deseará también
para los demás, lo denominó moralidad. Al deseo del hombre que vive según la
guía de la razón a unirse por amistad a los demás, lo denominó honradez y dijo
que la verdadera virtud no es otra cosa que vivir según la guía de la razón,
pero como los hombres están sujetos a afectos que superan por mucho su potencia
o virtud, son contrarios entre sí, aun, cuando precisan de la ayuda mutua. Para
que los hombres puedan vivir concordes y prestarse ayuda, es necesario que
renuncien a su derecho natural y se presten recíprocas garantías que no harán
nada que pueda dar lugar a un daño ajeno. Los hombres están sujetos a los
afectos y ningún afecto puede ser reprimido a no ser por un afecto más fuerte y
contrario a él y cada quien se abstiene de inferir un daño a otro, por temor a
un daño mayor. Por tanto, como por medio de la razón, no pueden reprimirse los
afectos, es necesario que se haga por medio de la coacción de las leyes y por
el poder del Estado civil, en el que el bien y el mal son decretados por común
consenso y donde todos están obligados a obedecer al Estado.
Rousseau, en 1750, describió el Estado ideal:
- Ni
demasiado grande para poder ser gobernado ni demasiado pequeño para ser
autosuficiente.
- No
requiere tantas leyes.
- No
tiene costumbres ni supersticiones muy arraigadas.
- No
se mete en problemas con otros pueblos y no vive con el temor de ser
invadido.
- Todos
sus miembros se conocen.
- No
necesita de otros pueblos ni otros necesitan de él.
- No
es rico ni pobre y puede bastarse a sí mismo.
También, dijo que los Estados como los hombres, tienen juventud y
madurez que debemos esperar antes de someterlos a las leyes. Si las costumbres
y los prejuicios están arraigados, no se pueden cambiar porque el pueblo no
puede consentir que eliminen sus males, como esos enfermos estúpidos y sin
valor que tiemblan ante el médico. Los hombres hacen el Estado y el territorio los
alimenta, si éste no alcanza, se necesita de un territorio de un Estado vecino,
lo que causa las guerras ofensivas. Hitler pensaba que el pueblo alemán
debía existir en un mismo Estado y cuando éste no tuviera la posibilidad de
asegurar al pueblo la subsistencia, el pueblo tendría la justificación moral de
adquirir posesión sobre tierras extranjeras, por tanto, el arado se convertiría
en espada y la guerra deberá llevarse a cabo para la posteridad del pan
cotidiano.
En 1795, Kant escribió que los problemas de un Estado siempre tienen
solución, aún, cuando se trate de un pueblo de demonios y basta con que éstos
posean entendimiento, pero, en 1904, Felipe Trigo escribió lo contrario
afirmando que “…con degenerados, ni es posible improvisar una sociedad
democráticamente perfecta, ni siquiera, quizás, imaginarla para el porvenir.”
Einstein, en 1948, reconoció la importancia de la actitud moral y el uso
de la razón. Decía que un pueblo que honra la falsedad, la difamación, el
fraude y el asesinato, no puede subsistir durante mucho tiempo. En 1950,
dijo que el comportamiento del individuo depende de la sociedad en que vive y,
por tanto, debe aceptar sus normas, pero cada quien es responsable y tiene el
poder y el deber de decidir y actuar conforme con su razón. En 1953 dijo
que, “…sin una cultura ‘ética’, no hay salvación para la humanidad.” En
1954 escribió que no pueden excusarse actos criminales, inclusive aquellos
ordenados por el gobierno porque la conciencia está por encima de cualquier
autoridad o ley. Aristóteles escribió que las acciones, cuando son
voluntarias, si se hacen con ignorancia o sin malicia son equivocaciones,
cuando se hacen sin saber cuál sería el resultado lo nombró infortunio y cuando
se hacen con conocimiento, pero no de un modo deliberado, por ejemplo a causa
de la ira o demás pasiones naturales en los hombres que son cualquier afecto
que genera placer o dolor y afectan nuestras facultades y generan hábitos y,
por tanto, virtudes y vicios, las denominó acciones injustas. Pensaba que
quienes realizan equivocaciones o acciones injustas obran injustamente, pero no
por ello son injustos o malos porque la causa no es la maldad, pero si lo hacen
proponiéndoselo entonces si se trata de personas injustas y malas. También
decía que, cuando las acciones, son involuntarias, unas son perdonables y otras
no. Cuando se cometen con ignorancia o por ignorancia son perdonables; cuando
la ignorancia no es la causa, sino una pasión que no es natural ni humana, no
son perdonables. Igualmente, Platón pensaba que los reinos serían felices
si los reyes filosofaran y los filósofos reinaran. Pensaba que los gobernantes,
crecían equivocados desde niños con ideas perversas y viciadas, por tanto,
necesitan ejercitar la filosofía.
Estos pensamientos, nos ayudan a concebir que la paz será la guerra en
estado latente mientras no exista un elevado nivel de conciencia dominante en
la Humanidad, por el uso de la razón y no por respeto o temor como Berkeley pensaba.
Razón fundada, en concebir que todos somos parte del sistema o conjunto de
cosas creadas, pues, como seres humanos nacemos unidos a una conciencia
individual, unidos a nuestros padres, a la sociedad y unidos también con todas
las formas que existen en el universo durante el periodo y espacio que nos toca
vivir; una ideología o filosofía común para el bien común. Comprender que el
“…ser humano es síntesis de naturaleza y sociedad en indisoluble unidad” y
que, como parte de un todo, tenemos como fin “…el sustento y solaz de nosotros
mismos y de las demás criaturas.”
Einstein proponía para lograr la paz, categorías como federación
internacional de Estados (Kant) y socialismo (Marx) como régimen
económico-político, donde la educación socialista serviría como un intelectual
orgánico.
Platón, en la República, menciona un Estado ideal compuesto
por Reyes filósofos, soldados y población civil. El socialismo es la idea de
una sociedad ideal, con base en la propiedad común de bienes y medios de
producción, la eliminación de clases sociales y el cambio de un gobierno
autocrático o aristocrático por una administración timocrática.
Los franceses Gabriel Bonnot, Pierre Joshep Prodhon, Louis Auguste Blanqui,
Éttiene Gabriel Morelly en su libro Código de la naturaleza, Louis
Blanc, Claude Henri de Rouvroy conde de Saint Simon, Jean Meslier en su
libro Mi testamento, Francois Noel graco Babeuf, Gerrard Winstanley
en su libro La ley de la libertad, Francois Marie Charles Fourier,
Étienne Cabet en su libro Viaje a Icaria, los ingleses Robert Owen
y Tomás Moro con su libro Utopía, Willelm Weitling en Alemania, el
suizo Jean Charles Leonard Simonde de Sismondi, el italiano Tommaso Campanella
en su libro La ciudad del sol, entre otros, son manifestantes del
socialismo.
Tomás Moro, en Utopía, razonaba que Platón no quería
legislar aquellas ciudades que no querían poner sus bienes en común para salvar
la república como principio de igualdad de bienes, por tanto, pensaba que,
mientras exista la propiedad privada y el dinero, no se podrá gobernar con
justicia y vivir con prosperidad a menos que la justicia se refiera a que las
mejores prebendas vayan a manos de los peores y que la prosperidad de un Estado
se refiera a que unos cuantos rapaces, malvados e inútiles acaparen todos los
bienes mientras otros honestos, sencillos y que contribuyen más al bien público
que a su interés personal, se mueran en la miseria. Para que haya igualdad,
debe curarse la sociedad eliminando la propiedad privada y no buscarle remedios
que sirvan como aquellos cuerpos enfermos que se sostienen con base de
medicinas porque jamás conocerán las personas el bienestar mediante este
régimen de comunidad de bienes. Por tanto, la riqueza debe repartirse entre
todos para que a nadie le falte nada y eso generaría que no fueran necesarias
tantas leyes. Además, no debe pensarse que esto generaría personas perezosas
por no poder adquirir las cosas como de su propiedad, sino pensar que, con
esto, la existencia sería más grata porque no se necesitaría dinero o prenda
alguna para adquirir algo porque habría abundancia de todo para todos y no
habría temor a que alguien quisiera acaparar más de lo que necesita para cubrir
sus necesidades porque no le faltaría nada y lo que hace deseosos y rapaces a
los animales es el miedo a las privaciones y lo que hace al hombre codicioso y
avaro es el orgullo de superar a los demás por el lujo de una riqueza
superflua, lo cual quedaría nulificado al eliminar la propiedad privada.
Esto lograría hombres unidos más fuertemente por la benevolencia que por
tratados, por el corazón que por palabras. Se eliminaría la parcialidad y la
avaricia de los tribunales que desintegran toda justicia del Estado. Quienes
hablan de República, buscan su interés personal. En Utopía, como no hay
intereses particulares, se toma como interés propio el patrimonio público, con
lo cual, el provecho es para todos. Las instituciones en Utopía buscan como fin
esencial: rescatar el mayor tiempo posible en la medida que las necesidades
públicas y la liberación del propio cuerpo lo permiten, a fin de que todos los
ciudadanos tengan garantizados su libertad y el cultivo de su espíritu, en lo
cual consiste la verdadera felicidad. En otras Repúblicas, los ciudadanos
conciben que si uno no se preocupa de sí, se moriría de hambre, aunque el
Estado sea floreciente y eso le lleva a pensar y obrar de forma que se interese
por sus cosas y descuide las cosas del Estado, es decir, de los otros
ciudadanos. En Utopía, como todo es de todos, todos se preocupan de que los
graneros del Estado estén llenos para que no le falte nada a nadie, las cosas
se distribuyen con equidad, no hay pobres ni mendigos y aunque nadie posee
nada, todos son abundantemente ricos. Además, existe una cantidad suficiente de
hospitales para poder albergar a todos los enfermos y no haya aglomeraciones ni
incomodidades y para permitir que puedan separarse a los que tengan
enfermedades contagiosas. Hospitales dotados con el instrumental y medicamentos
necesarios y con excelentes médicos. Para Moro, la virtud, es vivir según la
naturaleza obedeciendo a la razón y esto nos da la felicidad por los placeres
del espíritu y no la causada por las peores pasiones que consideramos placeres
y que para muchos son sus razones para vivir y se logra practicándola y con una
buena conciencia. Y sino, imaginemos una comunidad donde si el matrimonio se
disuelve por adulterio o por los hábitos insoportables de la pareja, se dará
permiso al ofendido para volverse a casar y el otro será condenado a vivir en
la esclavitud de la infamia y el celibato y donde los crímenes, no se eliminan
por medio de leyes penales, sino estimulando la virtud con honores y
recompensas. Gramsci decía que el Estado educa y mantiene cierto tipo o
nivel de civilización y de ciudadano, desapareciendo costumbres y actitudes y
difundiendo otras por medio del derecho, la escuela y otras instituciones y
actividades y que esto es un error del Estado porque solamente es un
instrumento de racionalización y de taylorización, dedicándose únicamente a
presionar, incitar, solicitar y castigar, pero nunca a premiar lo bueno y por
eso el derecho es el aspecto represivo y negativo de la actividad positiva que
tiene existencia en el Estado.
Karl Marx y Friedrich Engels, en 1848, publicaron el Manifiesto
Comunista, calificando todo el socialismo anterior como socialismo
utópico. En él, explican que, en ese tiempo, las personas eran instrumentos de
trabajo, cuyo coste variaba según la edad y el sexo. El poder político era
la violencia organizada de una clase para la opresión de otra. Ese poder
se concentraba en la persona del presidente, quien tenía bajo su mando todo el
poder armado y en la burguesía. La historia de la lucha entre clases ha sido
siempre la historia de las sociedades. Es inevitable la desaparición del
régimen capitalista construido totalmente por la burguesía y el triunfo del
régimen socialista provocado por el proletariado. En el socialismo, la sociedad
entera logrará su emancipación de la explotación, la opresión y la lucha de
clases, emancipando al hombre y su conciencia. Se cambiarán los modos de
producción, para lo cual, las naciones más desarrolladas, serían las primeras
en adoptar algunas medidas propuestas por Marx y Engels como las siguientes:
- Expropiación
de la propiedad y el empleo de la renta de la tierra para los gastos del
Estado.
- Abolición
del derecho de herencia.
- Confiscación
de la propiedad de todos los emigrados y sediciosos.
- Centralización
del crédito en manos del Estado por medio de un Banco nacional con capital
del Estado y régimen de monopolio.
- Centralización
en manos del Estado de todos los medios de transporte.
- Multiplicación
de las empresas fabriles pertenecientes al Estado y de los instrumentos de
producción.
- Roturación
de los terrenos incultos y mejoramiento de las tierras, según un plan
general.
- Obligación
de trabajar para todos.
- Combinación
entre la agricultura y la industria para desaparecer la diferencia entre
la ciudad y el campo y eliminar la aglomeración poblacional de la ciudad.
- Educación
pública y gratuita para todos los niños.
- Abolición
del trabajo infantil.
- Régimen
de educación combinado con la producción material.
Con todo esto, surgiría una asociación en que el libre desarrollo de
cada uno será la condición del libre desarrollo de todos. Lo que produzca la
sociedad será organizado para distribuirlo entre todos los miembros para cubrir
las necesidades, eliminando la división de la sociedad en clases sociales. Gramsci
pensaba también que “…una ideología, nacida en un país más desarrollado, se
difunde a países menos desarrollados.”
Posteriormente se nombró su idea como socialismo científico o marxismo y
se denominó materialismo histórico a la explicación que la realidad histórica
política e intelectual, los cambios sociales, la estructura social y las
ideologías de una época, son determinadas por el modo de producción económica y
de cambio y materialismo dialéctico a sus pensamientos que el mundo está
en constante cambio y, por tanto, la situación actual puede sustituirse por
otra mejor. Lenin, Trotsky y Gramsci, entre otros, continuaron como exponentes
del socialismo científico. Lenin y Trotsky deseaban el socialismo no solamente
para Rusia, sino para toda la Humanidad.
De acuerdo con Marx, requerimos adoptar el socialismo en lugar del
capitalismo, cuya finalidad no es la satisfacción de las necesidades del
pueblo, sino la valorización del capital, es decir, la apropiación de
plustrabajo, la producción de plusvalía, la producción de ganancia. Además,
en el capitalismo, el Estado tiene un interés económico superior a los derechos
políticos. No se producen suficientes medios de subsistencia para
satisfacer a la población, ni demasiados medios de producción para la población
capaz de trabajar, solamente, los suficientes para seguir con la explotación de
los obreros. Los tres hechos fundamentales de la producción capitalista son la
concentración de los medios de producción en pocas manos, (no como propiedad de
los trabajadores siendo éstos solamente potencias sociales de producción) la
mala organización y división del trabajo y el mercado mundial. El
socialismo debe ser internacional, pero a favor de las necesidades y los
derechos de las personas y no del capital.
Rousseau había pensado que, “…la solución del contrato social está en
encontrar una forma de asociación que defienda y proteja de toda fuerza común a
la persona y a los bienes de cada asociado.” Al contrario, en el
socialismo, el proletariado (que tiene una vida peor que la de un esclavo,
porque debe venderse todos los días por hora, pero no tiene su subsistencia
asegurada) debe abolir la hegemonía del poder de la burocracia, como primer
paso deberá tomar el poder del Estado y, posteriormente, deberá eliminar el
aparato de Estado y su forma privilegiada de organización: la democracia
burguesay la propiedad burguesa (dándole más importancia a los individuos que a
los bienes). Claro que el pueblo jamás ha estado en posesión del poder,
sino sujeto a lo opresión de las otras clases y, por tanto, carece de confianza
política en sí mismo, que es la condición necesaria para la victoria. Para
Marx, solamente cuando los trabajadores se vieran como iguales, libres y
fraternales con sus conciudadanos, como clase dominante, se podría cambiar la
apolítica sociedad civil.
Trotsky aclaró que la teoría de Marx no implica, de ningún modo, que los
acontecimientos creen condiciones ventajosas para el proletariado y que,
si los marxistas no son partidarios del formalismo democrático, es porque en
una sociedad dividida en clases, las instituciones democráticas no anulan la
lucha de una clase contra otra, además las clases pudientes tienen siempre a su
disposición millares de medios para alterar y adulterar la voluntad de las
clases laboriosas Por tanto, sólo los trabajadores pueden lograr un nuevo orden
de las cosas, porque las clases acomodadas, incluso aquellas que están privadas
del poder, no abandonarán las posiciones de vida que tienen, sino es mediante
la lucha del proletariado. La propiedad privada de las tierras y de los medios
de producción, es una cuestión que interesa y sirve solamente a las clases
explotadoras. Engels, en el prefacio de la edición inglesa de 1888,
escribió que “…la emancipación de la clase obrera debe ser obra de la clase
obrera misma”.
Conforme sea abolida la explotación de un individuo por otro, será
abolida la explotación de una Nación por otra. Al no haber pleitos entre clases
en una Nación, desaparecerá la hostilidad de las naciones entre sí. Después de
todo, las naciones han sido creadas por intereses de la burguesía y todos los
males son causados por el régimen social actual.
Engels, en 1847, escribió los principios del comunismo:
La administración de la industria y de la producción en general, no
serán de individuos particulares en competencia, sino, de toda la sociedad en
beneficio de toda la sociedad, con arreglo a un plan general y con la
participación de todos los ciudadanos.
- En
lugar de competencia habrá asociación.
- En
lugar de la propiedad privada existirá la comunidad de bienes.
- Cierre
de todos los bancos privados.
- Destrucción
de todas las casas y barrios insalubres o mal construidos.
- Igualdad
de derecho de herencia para los hijos legítimos y los naturales.
Cuando todo se encuentre en manos de la Nación, la propiedad privada
dejará de existir y el dinero se hará superfluo, la producción aumentará y los
hombres cambiarán tanto que se podrán suprimir también las últimas formas de
relaciones de la vieja sociedad. Como cada Nación depende de lo que ocurre en
otra, el cambio no será nacional, sino que se producirá simultáneamente en
todos los países.
Nadie, de manera natural, puede enajenar su libertad y menos la de sus
hijos. Renunciar a nuestra libertad es renunciar a nuestra condición de hombre
y despojarnos de nuestra moralidad. Por tanto, es un deber el desear ser
libres a través de una nueva forma de vivir, donde toda la Humanidad nos
preocupemos por subsistir de manera integral e igualitaria, donde todos
tengamos las mismas posibilidades de desarrollo interior y exterior.
En 1949, Einstein escribió que la anarquía económica de la sociedad capitalista
es la fuente de todo mal. Manifestó que los Estados fueron creados
mediante conquistas, los vencedores se hicieron dueños de la educación y
dividieron la sociedad en clases sociales. Mediante el egoísmo, los impulsos
sociales deteriorados, la inseguridad, el individualismo y la falta de goce de
la sociedad, se ha arraigado la conducta social de indiferencia y hostilidad. Dijo
que el socialismo puede ayudar a avanzar de la fase depredadora del desarrollo
humano hacia un fin ético social. Manifestó que la sociedad es un abstracto que
significa la suma de relaciones, pensamientos, luchas, herramientas, lenguaje,
ideologías, trabajo y progreso de nuestros contemporáneos y de los integrantes
de las generaciones anteriores. En el capitalismo, quienes producen, por ley,
no gozan de lo que trabajaron porque los medios de producción, son propiedad
privada que no es compartida con los trabajadores por los pocos propietarios,
quienes compran su fuerza de trabajo y los hacen producir nuevos bienes que se
convierten en propiedad del propietario; relación injusta porque su salario no
está determinado por el valor real de los bienes que produjo, sino por uno que
muchas veces no cubre sus necesidades mínimas. Además, la poca demanda de
fuerza de trabajo en relación con el amplio número de trabajadores compitiendo
por trabajar debido al desarrollo tecnológico y el aumento de la división del
trabajo, origina una oligarquía del capital privado cuyo poder no se puede
controlar incluso en una sociedad organizada políticamente de forma
democrática. En ésta forma de gobierno, los miembros de los cuerpos
legislativos, representantes y encargados de proteger los intereses del pueblo,
son seleccionados por los partidos políticos y financiados por capitalistas
privados y, por tanto, no defienden a los grupos no privilegiados de la
población, sino que protegen los intereses y ambiciones de los mismos capitalistas,
controlando directa o indirectamente los medios masivos de información y
comunicación y la educación que se imparte en las escuelas, haciendo imposible
que el ciudadano piense, reflexione y use sus derechos. En México, por ejemplo,
la Reforma Educativa se inició por propuesta de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Einstein escribió que la
producción está orientada hacia el beneficio, no hacia el uso y no está
garantizado que todos los que tienen capacidad y quieran trabajar puedan
encontrar empleo, existiendo muchos desempleados y quienes trabajan, viven con
el miedo constante de perder su empleo, generando una competencia ilimitada, un
desperdicio de trabajo y la eliminación de la conciencia social, lo cual
Einstein consideraba como el peor mal del capitalismo. Mencionó que hay ciertas
condiciones que no pueden transformarse, sino mediante una división de trabajo
eficaz, un aparato productivo centralizado para que exista autoabastecimiento
mediante el establecimiento de una economía socialista. Es necesario
cambiar el sistema educativo para que, en lugar de inculcar al estudiante una
actitud competitiva y de adoración del éxito codicioso como preparación para su
carrera futura, se realice un sistema educativo orientado hacia metas sociales
que promueva las capacidades naturales del estudiante y procure desarrollar en
él un sentido de responsabilidad para sus compañeros hombres en lugar de la
glorificación del poder que se da en nuestra sociedad actual. Einstein escribió
que una economía planificada no es todavía socialismo y requiere solucionar
algunos problemas sociopolíticos extremadamente difíciles los cuales no
mencionó y terminó su artículo con la siguiente reflexión: ¿cómo es posible
evitar que la burocracia llegue a ser todopoderosa, protegiendo los derechos
del individuo y asegurando un contrapeso democrático?
Actualmente, algunas organizaciones sindicales, mediante luchas
políticas, logran una mejora mínima a través de sus contratos colectivos de
trabajo, pero, para quienes no tienen la oportunidad de pertenecer a estos
sindicatos, el trabajo es aún más complicado porque no cuentan con las mismas
prestaciones y estabilidad laboral, además, algunas de estas organizaciones
sindicales, son muy radicales y no permiten la libre competencia de trabajo,
haciendo imposible que alguien con deseos de trabajar se dedique a alguna
actividad económica. Inclusive Hitler que estaba en contra del marxismo,
pensaba que si la acción sindicalista tiende y logra el mejoramiento de las
condiciones de vida de los trabajadores, obra nacionalistamente, en favor de la
patria y que mientras existan patrones con escasa comprensión social o
sentimientos de justicia y equidad, no solamente es un derecho, sino un deber
el que los trabajadores, velen por los intereses del conjunto frente a la
codicia o el capricho de uno solo ya que la finalidad suprema de la razón de
ser de los hombres no reside en el mantenimiento de un Estado o de un gobierno
sino en la conservación de la especie humana y si esta se encuentra en peligro
de ser oprimida o eliminada, la cuestión de la legalidad pasa a plano
secundario porque el derecho humano debe primar sobre el derecho político.”
Conclusión
La pérdida total o parcial y gradual de la libertad y la igualdad es
provocada por la falta de fraternidad entre los seres humanos en la sociedad lo
que comprueba la tremenda falta de inteligencia y sabiduría. Esto origina que
no exista amor, justicia, felicidad, tolerancia, seguridad, entre otras cosas
necesarias para que podamos vivir armónicamente, en paz. La simple instauración
del socialismo sin estos tres principios básicos, no logrará una organización
de la vida en sociedad de manera exitosa. La educación y no la simple
instrucción, puede lograr abrir el camino para que la Humanidad adquiera y
adopte, a largo plazo, estos principios de manera interna y externa, logrando
que las generaciones futuras, crezcan y se desarrollen en una sociedad mejor y,
así mismo, ayudarán a desarrollar la conciencia individual y social del ser
humano próximo. El socialismo y la educación socialista pueden generar un
cambio ético y político, por tanto, es necesario cambiar los esquemas mentales
de los jóvenes sin importar el modo de construcción y transmisión del
conocimiento, mientras se practique la ética y la moral y se enseñe a pensar y
reflexionar y no solamente se enseñe para la práctica laboral porque no es
suficiente la libertad exterior que puede lograrse a través del socialismo,
hace falta también la libertad interior del individuo para que actúe.
Necesitamos la felicidad y la libertad con responsabilidad para todos
los individuos mediante la justicia, por tanto, con igualdad, por medio de
lazos de fraternidad, entendida como los lazos de amistad, concordia y
benevolencia entre todos cuantos puedan conocerse y aún, entre desconocidos,
todo esto de manera internacional.
El Socialismo no se refiere únicamente a la voluntad; requiere la moción
y el entendimiento de la conciencia social mediante la constitución histórica,
fundada en las virtudes de la moral y la ética. Después de todo, la felicidad
no es un premio que se otorga a la virtud, sino la virtud misma y no gozamos de
ella porque reprimamos nuestras concupiscencias, al contrario, podemos reprimir
nuestras concupiscencias porque gozamos de ella. Vivir conforme con la
virtud no requiere del placer como añadidura, el placer está por sí mismo.
Por su forma de pensar, podemos deducir que Einstein tuvo filiación
kantiana y marxista con características del socialismo crítico-utópico descrito
por Marx y Engels. Dialécticamente, podemos referir que Einstein construyó
sus esquemas mentales conforme con varios referentes de los científicos y
filósofos que le antecedieron.
La idea de Einstein se asemeja más al bloque histórico ético político,
homogéneo, sin contradicciones internas, propuesto por Gramsci donde el
hombre, a través de la aplicación efectiva del abstracto querer (razón),
acciona su voluntad para el bienestar común. El hombre, concebido como bloque
histórico de elementos individuales y subjetivos y elementos materiales con los
cuales se halla en relación activa, puede transformar el mundo externo con su
mejoramiento ético, porque la síntesis de los elementos constitutivos de su
individualidad se desarrollan con una actividad frente a sus relaciones
externas, desde aquellas con la naturaleza hasta aquellas con los otros hombres
en varios grados, en los distintos círculos sociales en que se vive, hasta la
relación máxima que abraza a todo el género humano.
Fuente: http://vinculando.org/sociedadcivil/albert-einstein-y-su-concepto-de-socialismo.html