jueves, 30 de mayo de 2019

GIROUX


Podemos afirmar sin ambages que Giroux es uno de los referentes más acreditados de la llamada pedagogía crítica y que bien merece ser considerado un continuador de la pedagogía de Paulo Freire.

Este mes de mayo el pedagogo Henry A. Giroux estuvo en España. Así le presentaban sus patrocinadores: “Autor de más de 65 libros, el escritor y crítico cultural canadiense pondrá de manifiesto la necesidad de dar a la educación un papel central en la política y pondrá de relieve las relaciones entre las instituciones educativas, la cultura y la vida pública”. Esos fueron los títulos de dos de las conferencias que dio: Resistencia, transformación social y esperanza y contra la dictadura de la ignorancia. Giroux es un pensador que se dio a conocer en España a principios de la década de los 90 del siglo pasado, especialmente a raíz de la traducción de dos de sus libros: Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje (con una introducción de Paulo Freire, donde resaltaba su visión de la historia como posibilidad, según la cual, hombres y mujeres hacen la historia que es posible, no la historia que a ellos les gustaría hacer, ni la historia que a veces se les dice que debería hacerse) y Teoría y resistencia en educación. Una pedagogía para la oposición (con prólogo, de nuevo, de Freire). Con estos datos, creo que podemos afirmar sin ambages que Giroux es uno de los referentes más acreditados de la llamada pedagogía crítica y que bien merece ser considerado un continuador de la pedagogía de Paulo Freire. Actualmente, a sus 75 años, es profesor de la Universidad McMaster de Ontario (Canadá).
En su conferencia se mostró sumamente crítico con la presidencia de Donald Trump, obsesionado –dijo– en combatir cualquier forma de pensamiento que no sea la ignorancia y empeñado en construir un nuevo orden social, que Giroux calificó repetidamente de neofascismo. La verdad es que me sorprendió el uso tan desacomplejado que hizo de un concepto que yo utilizo con sumo cuidado pero, por otra parte, tan acorde con el pensamiento de Gramsci: el fascismo italiano se impuso no solo con la violencia y la dominación directa, sino también mediante el consentimiento y la hegemonía cultural y moral, es decir, convirtiendo un interés particular en interés general, aceptado mayoritariamente. Y ese fue su gran logro: conseguir que trabajadores y clases medias, mujeres y jóvenes, artistas y obreros, adoptaran como suyas formas de vida, comportamientos, valores y decisiones que objetivamente no eran favorables a sus intereses; es un trabajo de ingeniería que requiere la participación de una pluralidad de agencias, entre las cuales, desde luego, el sistema educativo, los medios de comunicación, las religiones institucionalizadas, los intelectuales y los líderes de opinión.
Todo lo cual enlaza como anillo al dedo con la afirmación de Giroux de entender a los docentes como intelectuales reflexivos, buenos conocedores de los problemas sociales relevantes y eslabones necesarios para la construcción de nuevos consensos y para la transformación de las sociedades. En este sentido, fue muy crítico con el proceso acelerado de proletarización del profesorado, formado con una orientación más técnica que culturalmente sólida, despojado cada día más de su autonomía, esclavizado sibilinamente por multitud de prescripciones, aplicativos, indicadores y comparaciones, y sometido a unas condiciones laborales que se van precarizando, singularmente en las universidades.
Uno de los participantes en estas conferencias-coloquio le preguntó por Finlandia: ¿Cómo explicar que una sociedad con un sistema y un entorno educativo tan eficaz, comprensivo y mundialmente reconocido y alabado como Finlandia, acoja a un partido tan extremista, el de los Auténticos Finlandeses, antieuropeo, antiinmigración extranjera, y consiga cerca de un 20% de los votos en las últimas elecciones parlamentarias? Giroux respondió, en primer término, que no solo educa el sistema escolar, y que para analizar y combatir esta deriva debería abrirse el campo y abarcar no solo las políticas educativas y culturales, sino también las políticas sociales, económicas y urbanísticas. En segundo lugar, señaló que a menudo nos fijamos exclusivamente en las estrategias organizativas y metodológicas de los centros educativos y, en cambio, el debate sobre los contenidos, sobre el currículum, prácticamente ha desaparecido. Una reflexión que viene muy a cuento en nuestro país cuando hemos entronizado, sin más matices, la innovación, centrada a menudo en el uso de las tecnologías digitales, en la disposición de los espacios o en determinadas metodologías y, en su nombre, hemos despreciado el valor y el sentido de lo culturalmente relevante, de lo socialmente necesario.
Destacó también la importancia del lenguaje, de la lucha por el significado: el fascismo empieza por las palabras, dijo. Un terreno que también habría sido colonizado por la derecha y creado las condiciones idóneas para la aceptación acrítica del aumento de las desigualdades al que estamos asistiendo. Un lenguaje, el de esta derecha que califica de neofascista, enormemente tóxico y simplificador. Tóxico, porque transmite una imagen sumamente degradante y humillante de los pobres, de los musulmanes, de los otros, en definitiva; porque estigmatiza barrios y ciudades enteras abandonadas a su suerte, de los que no cabría otra cosa que protegerse y alejarse; porque impele a los jóvenes a competir ferozmente para salir a delante, a invertir en ellos mismos porque nada deben esperar de los poderes públicos, a prescindir de los demás, a dejarse de solidaridades, porque cada uno es responsable de su suerte. Simplificador, porque todo su argumentario conduce a que no hay más alternativa que la que ellos proponen, a que no hay más que problemas estrictamente individuales, porque las cuestiones estructurales no serían sino cortinas de humo, herencia de un marxismo camuflado o de una religiosidad infantiloide…
Afirmó, en fin, que la educación es una forma de intervención en el mundo; que sin esperanza no hay resistencia posible, que la esperanza es una forma de ampliar el territorio de lo posible…
¿Cómo es posible que, tal como está el mundo, las líneas de fuerza de la pedagogía crítica no estén más presentes en el debate educativo? ¿No sería hora de priorizar algunas cuestiones para ofrecer respuestas comprensibles, alternativas viables a los problemas y dilemas de tantos educadores y docentes comprometidos?


Por: Xavier Besalú
Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/05/20/giroux-en-espana/


sábado, 25 de mayo de 2019

POLÍTICAS DE BOLSONARO Y MACRI ATENTAN CONTRA LA EDUCACIÓN PÚBLICA


En Brasil y Argentina los gremios docentes y alumnos se han movilizados contra los recortes en materia de educación.
El pasado miércoles miles de brasileños salieron a las calles de las principales ciudades de Brasil en contra de los recortes y en defensa de la educación pública en el país suramericano.

Más del 70 por ciento de las universidades atendieron el llamado a participar en el paro nacional , donde exigen al Congreso aprobar una medida provisoria que reforme la estructura planteada por el ministro de Educación Abrahan Weintraub, que contempla el recorte del 30 por ciento del presupuesto.
Las denuncia realizada por el sector educativo de Brasil es similar a la expuesta por estudiantes y profesores en Argentina que se oponen a los recortes del presidente Mauricio Macri en este sector.

Tanto Jair Bolsonaro como Mauricio Macri han avanzado en una política de recortes que atenta contra el sector educativo y pone en peligro la educación pública y gratuita, privilegiando a las clases sociales de mayor poder adquisitivo.
Medidas contra la educación en Brasil
El pasado 30 de abril el el ministro de Educación, Abraham Weintraub, anunció un recorte del 30 por ciento para las universidades públicas e institutos federales.
La propuesta del Gobierno de Bolsonaro fue rechazada por educadores y alumnos que lo observan como un ataque contra el ejercicio de su profesión y el derecho a la educación.
En este sentido, Tatiana Roque, profesora de matemáticas y de filosofía en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), sostiene que el recorte del 30 por ciento del presupuesto de las universidades públicas, lo que podría provocar la paralización de las actividades de enseñanza.
Los recortes afectarían el pago de gastos básicos como las facturas de agua y de luz, o los servicios de vigilancia y limpieza.
Roque denunció que desde el Gobierno se está avanzando hacia la privatización ya que empresas interesadas en controlar el sector, producir material didáctico o formación de profesores, y su objetivo sería ofrecer servicios de pago como supuesta alternativa a la mejoría de las escuelas.
“La educación secundaria también pretende ser reformada, lo que implicaría que los estudiantes no recibirán las mismas enseñanzas en todas las escuelas del país” señaló la profesora universitaria.
Para Tatiana Roque el plan del presidente Bolsonaro busca elitizar la educación universitaria pública brasileña.
Un caso particular ha sido la propuesta de la presencia policial dentro de las instituciones de enseñanza primaria y secundaria, desde sectores educativas han denunciado que la intención es la de crear instituciones semejantes a un liceo militar.
El Gobierno de Bolsonaro también ha avanzado contra programas de investigación y culturales.
Medidas contra la educación en Argentina
Durante el Gobierno de Mauricio Macri el sector educación y cultura han sido de los más afectados por los recortes presupuestarios.
En la actualidad la educación pública es uno de los sectores más golpeados por el Gobierno de Macri.
Según representantes gremiales el Gobierno ha cerrado  programas de formación docente  y la subejecución de diferentes partidas, además de la derogación del contrato docente nacional que circunscribió las discusiones salariales al ámbito de las provincias.La situación de las paritarias dejó a la mayoría de los docentes argentinos por debajo de la linea de pobreza, según gremios como Ctera.

Uno de los detalles que pueden mostrar la realidad educativa en Argentina se puede observar en la caída del presupuesto nacional en los últimos tres años.
Para 2016  más de 7 por ciento del presupuesto se destinaba a la educación, en 2019 cayó al 4.9 por ciento. El financiamiento de la educación se ubicó en 2016 en 122 mil millones de pesos (271 mdd)  para 2019 es de 200 mil millones de pesos (445 mdd) pero ajustada a la inflación representa una pérdida del 17 por ciento.
Representantes de los gremios docentes han señalado que Mauricio Macri ha avanzado hacia la desinversión en la educación como parte de su política neoliberal.


Fuente: https://www.telesurtv.net/news/Politicas-de-Bolsonaro-y-Macri-atentan-contra-la-educacion-publica-20190516-0010.html

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