viernes, 26 de julio de 2019

CUANDO EL CANALLA SE DIGITALIZA, Y VOS LO PROMUEVES


Uno de los principales mecanismos de dominación planetaria son las empresas ruines mal llamadas medios corporativos de comunicación. Estos negocios criminales que entumecen o envenenan el alma de su audiencia no necesitan disparar un proyectil para vencer y esclavizar a la humanidad. Suficiente con sus mentiras empaquetas y difundidas como verdades, ahora, digitales.

Si bien la invención de la imprenta, y el resto de los medios de difusión masiva, estimularon la libertad y el “derecho a soñar”, sin embargo, dichos medios se volvieron letales en la medida que pasaron a la propiedad y/o control de las corporaciones económicas transnacionales. Así, la libertad de prensa se convirtió en libertad empresarial. Y ésta, a su vez, se legitimó como el libertinaje criminal.
Por eso, ahora, los criminales te dicen qué es verdad, y qué es falso. Y vos, muy a pesar del daño que te ocasionan con sus falacias mediáticas, les sigues creyendo y promoviendo sus “noticias”.
Los procesos de emancipación de los pueblos en América Latina fracasaron, no tanto por la intervención militar de sus enemigos, o por la superioridad moral e intelectual de éstos. Ya Simón Bolívar lo decía: “Nos dominarán, no por la fuerza, sino por la ignorancia”. Y, la ignorancia en sociedades digitales no es ausencia de información, sino la fe ciega que aún le tenemos a los criminales medios corporativos.
Es común ver aún “revolucionarios” en América Latina, en especial los nacidos en el pasado siglo, comprando, leyendo, difundiendo, las noticias publicadas por los medios corporativos. Incluso cuando éstos los difaman y criminalizan como delincuentes y enemigos del desarrollo.
Llevar bajo el brazo un periódico impreso, adscrito al Grupo PRISA (por mencionar un ejemplo), es aún sinónimo de estatus intelectual entre “revolucionarios” latinoamericanos.
Por ello, mientras los canallas tengan aún adeptos entre los revolucionarios, la revolución siempre será una utopía. Porque la revolución es ante todo “revolución cultural e intelectual”. Y los canallas son los antídotos para cualquier revolución.
Los recientes procesos de cambios emancipatorios en América Latina fueron y son “vapuleados”, no por militares, ni por tanques de guerra, sino por “ejércitos de terroristas digitales” mal asalariados por las diferentes empresas corporativas de prensa en los diferentes países.
Esto fue obra del sistema neoliberal, que no sólo borró la frontera ideológica entre derecha e izquierda, sino que incluso a lo que fue la “prensa de izquierda” lo convirtió en prensa canalla. Caso periódico La República en Perú, o El País en España.
Y, ante la ausencia de medios de “izquierda”, las y los revolucionarios “analistas” hacen fila y/o se esfuerzan por tener un espacio en el set o en la página de los corporativos como “columnistas” permitidos. De esta manera, también coadyuvan a la legitimación de los canallas.
A desalambrar la jaula mediática
En sociedades digitales, muy a pesar que la Internet sea una cárcel de algoritmos, se puede y debe utilizar la mayor cantidad de herramientas tecnológicas para producir contenidos y difundirlos como insumos para estimular el deseo del “derecho a soñar”.
Las generaciones actuales, nativos digitales, buscan “la verdad” en la nube (Internet). Lo que no está en la nube, no existe para ellos. Si los motores de búsqueda no te encuentran, no existes. Así de simple.
Aquí considero que está “el sitio” desde donde se puede activar el deseo por el “derecho a soñar” en estas nuevas generaciones. Esto implica, que todos los y las revolucionarias, sin importar edad biológica, se transformen en “revolucionarios digitales”. Pero, no para postear/inundar la nube con las falacias de los canallas, sino para generar sus propios contenidos que expresen sus utopías, valores y experiencias.
Sólo así se podrá desalambrar las jaulas mediáticas que envenenan las almas de los pueblos saqueados, adictos a los medios y a “la verdad” de patrones. De lo contrario, los heraldos de la muerte, ahora, en su formato digital, seguirán cabalgado por todo y por todas partes en América Latina y el mundo.



Autor: Ollantay Itzamná. Defensor latinoamericano de los Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos
Fuente del artículo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=258491&titular=cuando-el-canalla-se-digitaliza-y-vos-lo-promueves-


martes, 23 de julio de 2019

No se rechaza al extranjero, sino al pobre

La aporofobia es un término que aparece hace 24 años, utilizado por la filósofa española Adela Cortinas, que significa el rechazo u odio al pobre. Se basa en la creencia de que aquellos sujetos que están en situación de vulnerabilidad no tienen nada que aportarle a la sociedad.

INTERCULTURALIDAD, DESCOLONIZACIÓN Y EDUCACIÓN INTERCULTURAL PARA LA INDEPENDENCIA, LA EMANCIPACIÓN Y LIBERACIÓN DEFINITIVA


Papel de trabajo para la discusión. Estas reflexiones forman parte de nuestros equipos de trabajo en los conversatorios periódicos en forma conjunta con la Dirección General de Interculturalidad, el equipo pedagógico, el Instituto Nacional de Idiomas Indígenas y la Comisión Presidencial contra el racismo y otras modalidades de discriminación 

1.-QUÉ HA APORTADO LA INTERCULTURALIDAD Y LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL A LA REVOLUCIÓN CULTURAL, EDUCATIVA, COMUNAL, COMUNICACIONAL Y ESPIRITUAL DENTRO DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA:
2.-¿ QUÉ POTENCIALIDADES OFRECEMOS Y DENTRO DE ELLAS, QUÉ POSIBLES APORTES?
3.-¿ESTAMOS CONSCIENTES DE ESTOS APORTES, DE ESTAS POTENCIALIDADES Y DE LA NECESIDAD DE PONER EN TENSIÓN ANTE LA CRISIS TODAS ESTAS MÚLTIPLES POSIBILIDADES CREATIVAS?
Pero ante todo veamos por qué la interculturalidad es incompatible con los Estados Imperiales e Imperialistas y los Estados Nacionales colonizados y auto-colonizadores y atados al neoliberalismo y al consenso de Wáshington….
Veamos las notas más características de la interculturalidad en relación a los factores de la dominación mundial en la coyuntura política actual.
Primero: La interculturalidad es incompatible con toda conquista, sea cual sea su naturaleza. Toda conquista –del pasado y del presente- trata de inferiorizar y demonizar la cultura del conquistado.
Segundo: La interculturalidad es incompatible con el colonialismo. Al colonizado se le clausuran todas las vías del conocimiento para negar su cultura y educación propia: historia propia, ciencias y tecnologías, degradadas estas últimas como elementales, “rudimentarias” o “primitivas”. Filosofías, para negar sus modos de vida, artes y espiritualidades. El conocimiento pasa así a ser patrimonio único de los padrastros conquistadores y colonizadores del territorio. Así surgieron las academias y universidades reales y pontificias para formar –en la colonia- sólo a los hijos de las castas dominantes y mantener en minoría de edad –crío o criados- no sólo a los indígenas, indodescendientes y afrodescendientes sino también a los mismos hijos de europeos nacidos en América, limitados en sus derechos políticos (situación que no se resuelve hoy con una doble nacionalidad, lo cual sigue teniendo un carácter instrumental para las grandes potencias y hacia adentro, un refuerzo del colonialismo interno mediante nacionalidades privilegiadas sobre los nativos).
Tercero: La inter-culturalidad o intercambio libre, equilibrado, respetuoso y equitativo entre pueblos y culturas diferentes, es incompatible con cualquier anexión imperial, contraria a independencia. Sin una buena cuota de autonomía cultural, educativa y espiritual, no hay espacio abonado para el cultivo fecundo de relaciones de convivencia inter-cultural y de grandes despliegues cosmo-vivientes, de consanguinidad con el universo, con los animales y las plantas, de importantes avances creativos, inter-civilizatorios en su vocación ecuménica: como indicadores de una descolonización en marcha.
Cuarto: Todo imperio y en grado más extremo, todo imperialismo proclama formas de universalidad vacías y de globalización estructural y virtual que pasan por encima de todos los pueblos, culturas y civilizaciones sometidas, desconociendo su existencia histórica, la convivencia con las macrosociedades en la contemporaneidad actual y por supuesto, sus derechos humanos (cósmico-antropológicos), culturales y educativos ( por lo cual es necesario superar antropo-centismos, cosmo-centrismos, eurocentrismos, patriarcalismos, formas de apartheid racista-clasistas. Apuntamos en que el racismo es inseparable de todas las formas de apartheid social y cultural).
a)-Destacamos que las grandes religiones monoteístas, cristianismo, islam, judaísmo y aquellas espiritualidades como el budismo, el taoísmo, cuando se casan con el Estado imperial y peor todavía con el imperialismo y el capitalismo neoliberal globalizado, niegan y desconocen el derecho a la existencia de las microsociedades en su convivencia con las macrosociedades y peor aún, en la fase del capitalismo occidental globalizado de la era digital. Lo cual significa la incompatibilidad con cualquier forma de inter-culturalidad y de ecumenismo inter-civilizatorio. En el caso del cristianismo, el prójimo, el próximo, el más cercano – vale decir el vecino en la familia grande o en la comunidad- desaparecen en concreto ante abstracciones como “la humanidad”, “la universalidad”, “la modernidad”, “el progreso”, “el desarrollo”, “la globalización”.
b).- En este orden de ideas, las religiones monoteístas de Occidente y otras manifestaciones espirituales, pierden autonomía de vuelo ante los grandes intereses materiales y espirituales del capitalismo financiero global. De allí la importancia de las iglesias de base, de las teologías y filosofías de la liberación en compromiso orgánico con los pueblos y comunidades.
c) También es importante, la constante actualización del bolivarianismo y del marxismo crítico entroncados en nuestras complejas realidades sociohistóricas y culturales dentro de los procesos de descolonización. Donde los procesos de construcción de la unidad continental-caribeña y la solidaridad internacional, no desconozcan las intermediaciones de lo local, regional, nacional, incluyendo las especificidades de los pueblos y culturas originarias, así como la indo-descendencia y la afrodescendencia dentro de la venezolanidad.
Pasemos a bocetear la primera pregunta generadora:
1.- Cuáles son esos aportes de la interculturalidad a una revolución cultural, educativa, comunicacional, comunal, diplomática de justicia y paz y al diálogo interreligioso y ecuménico: y por supuesto, al mundo político en tiempos de guerra no convencional.
a) Revolución cultural como complemento de la revolución política, económica y social. Sin lo cual no es posible promover la Independencia y la construcción del socialismo del siglo XXI por otros mundos posibles.
b) La interculturalidad si viene del fondo del reclamo de los pueblos indígenas frente a la negación radical del aborigen, no se queda sólo en los referentes de los pueblos originarios y de los afrodescendientes sino que transversaliza al sistema educativo bolivariano en todos sus niveles y modalidades. Resolviendo de fondo el diálogo inter-generacional y de civilizaciones, escapando a las tentaciones del modernismo unilateral y sus posmodernidades de romper el vínculo afectuoso y permanente entre jóvenes y adultos mayores y la trasmisión transgeneracional de la sabiduría de las distintas culturas, incluyendo los derechos trasnsgeneracionales al ambiente.
c) Transversaliza nuestro proceso constituyente actual, todas nuestras políticas públicas, desde nuestra política interior y nuestra política internacional, pasando por todo nuestro sistema de alianzas con el mundo emergente, el Sur Sur y los países no alineados. Tenemos la más acertada política internacional con todo el mundo emergente, pero en el orden de la descolonización cada vez sentimos más que necesitamos una política intercultural de la Cancillería y a lo interno, en nuestras políticas públicas: especialmente en cultura, educación, salud, y políticas de información y comunicación para enfrentar la violencia horizontal: el informe Bachelet –por ejemplo- es un expediente guerrerista, que oxigena en lo internacional y en lo interno al imperialismo y apuntala a la oposición terrorista al tratar de crear condiciones para la violencia horizontal. Le da continuidad a la política que venía cumpliendo desde la Fiscalía la prófuga de la justicia Luisa Ortega Díaz, pero ahora la impunidad se alienta desde el máximo foro internacional como paso necesario que antecede en la memoria de la humanidad todas las invasiones imperialistas ( Afganistán, Irak, Libia, Siria: la humanidad tiene memoria Señora Bachelet, hija de Pinochet por afinidad, quien gobernó Chile aplicando a los mapuche la Constitución y la ley antiterrorista de la sangrienta dictadura pinochetista).
d) Genera toda una metodología abierta en la inclusión y participación popular que puede permitir visualizar a tiempo para enfrentar las múltiples modalidades de violencia horizontal que frecuentemente está utilizando la derecha y el imperialismo al manipular desde los problemas interreligiosos hasta la problemática étnico-nacional, pasando por todo el desmontaje de las comunidades y los sutiles intersticios de la dominación sociocultural y el desclasamiento de los sectores populares.
c) Establece claramente que la familia grande y la comunidad son las micro- bases fundamentales para organizar la adaptación milenaria a los distintos ecosistemas, producir cultura, organización social y política. Y por supuesto, cambios y transformaciones históricas desde el mundo del trabajo en las distintas etapas de la humanidad hasta hoy, reconociendo al mismo tiempo el papel de los trabajadores y trabajadoras: las mujeres indígenas inventaron la agricultura, nos recuerda la investigadora Iraida Vargas.
d) La educación intercultural sirve y ha servido para cuestionar la actual lógica de la cientificidad del sistema global dominante y poner en claro las múltiples intermediaciones de la organización social y política de los pueblos y culturas, que hoy pretende desconocer de un plumazo la etnogenocida y ecocida planificación del capitalismo neoliberal. Las guerras no convencionales y asimétricas nos está obligando a reivindicar y revitalizar los idiomas indígenas y las ciencias y tecnologías de los pueblos, culturas y clases dominadas, descubriendo importantes potencialidades ocultas en la resistencia indígena. En este orden de ideas estamos llamados de urgencia a desarrollas aquellas áreas estratégicas prioritarias de la ciencia occidental dominante para no dejarnos acorralar y desarmar; pero al mismo tiempo –como le ocurrió en su tiempo a los vietnamitas- estamos obligados a continuar redescubriendo los múltiples modelos científicos y tecnológicos de nuestros pueblos, que nos permita combinar la resistencia indígena con la emancipación y liberación, lo cual pasa necesariamente por consolidar nuestra Independencia, como lo vieron en tiempos distintos Bolívar y Chávez y desde otros paradigmas pero en la causa común del socialismo, el mismo Fidel.
e) En relación a las revoluciones comunicacionales de las últimas dos o tres décadas, las relaciones de interculturalidad a pesar de sus asimetrías en una sociedad de clases, castas y estamentos (revalorización de sus patrimonios ancestrales, innovaciones y creatividades). Desde los años 80 en que se desarrollan algunos intentos de “autocrítica de la ciencia”(occidental), varios gobiernos y los mismos imperios comienzan a investigar sobre los sistemas de información y comunicación de los pueblos indígenas y particularmente, el papel que han cumplido en los procesos de liberación, pero también en el mismo desarrollo interno de las actuales revoluciones comunicacionales de la era digital, pasando por el estudio de los idiomas maternos, sus metalenguajes y la descomunal sabiduría chamánica de todos los tiempos. Todo ello a pesar del constante epistemicidio – o destrucción del conocimiento milenario- por parte del colonialismo occidental. En este sentido, la revolución bolivariana al desafiar la apestante “ideología del fin de la historia”, ha abierto una serie de compuertas de entrada para refundar –por la vía de la descolonización progresiva- la interculturalidad del conocimiento y el restablecimiento de los derechos de la Madre Naturaleza, en una relación distinta del quehacer cultural, educativo y espiritual.
f) Frente al atrevimiento hiper-alienante de la dictadura mediática mundial de sustituir, hasta en la casa las relaciones familiares, comunales, solidarias y amorosas de la comunicación humana y las relaciones concretas con la gente y con el cosmos, los animales, las plantas, el paisaje, la educación intercultural viene ofreciendo una serie de alternativas, restableciendo la voz directa de los múltiples sujetos inmersos en los complejos procesos inter-societarios.
g) En el orden religioso, inter-religioso y espiritual, los pueblos indígenas, como lo ha reconocido el Papa Francisco y algunas Teologías de la Liberación, católicas, protestantes, islámicas, judaicas-no sionistas, algunas filosofías orientales como el budismo, el taoísmo, entre otros, vienen cuestionando las distintas manifestaciones de fundamentalismos e intolerancias, las agresivas cruzadas religiosas proselitistas de “la única verdadera” y los mitos de “pueblo escogido”, “destino manifiesto”, los cuales se asumen como los mitos-motores del colonialismo de los imperios y del imperialismo. En este sentido las espiritualidades de los pueblos, de naturaleza no-proselitistas y asumidos a lo interno más como con-vivenciales, cosmo-vivenciales, antes que expansivos-dominantes, pueden por tanto ser tomados como referencias para el diálogo inter-religioso, el diálogo inter-cultural fortaleciendo la diplomacia de los pueblos y la diplomacia de paz de los países emergentes frente al imperialismo norteamericano y los imperios occidentales.
En la revalorización de las microsociedades indígenas, caribes, arawacas y de lenguas independientes es necesario romper con esa visión eurocentrista de altas, medias y bajas culturas americanas. Lo cual favorece la perspectiva expansiva de Occidente, sin ningún respeto tampoco por las llamadas altas y medianas culturas mesoamericanas y andinas.
h) Los pueblos indígenas hemos aportado la mayor diversidad agroalimentaria del planeta. El reservorio de plantas alimenticias y medicinales se hace cada vez más penoso, cuando el niño y niña y la misma juventud indígena, desconocen todavía las potencialidades que ofrece su entorno para enfrentar la actual guerra asimétrica. Sin la papa no hay revolución industrial. Sin el maíz, el heroico Ejército Rojo no hubiese podido derrotar el nazi-fascismo de Hítler.
2 y 3. Las preguntas generadoras 2 y 3 las dejamos para la investigación y donde los proyectos educativos por pueblos indígenas y la educación intercultural bilingüe, la educación intercultural afro venezolana, la educación intercultural de nuestros campesinos, la agricultura urbana, como brazos de la descolonización de la revolución bolivariana –pero no los únicos- pueden arrojar sorprendentes resultados.

Por: Saúl Rivas Rivas
Fuente: https://www.aporrea.org/cultura/a280510.html


sábado, 20 de julio de 2019

LOS DAÑOS SOCIALES DE LA DES-INFORMACIÓN. NUEVOS DELITOS DE LESA HUMANIDAD


No se tipifican ni penalizan, con los rigores éticos o jurídicos más obvios, los daños que produce la desinformación y que son siempre muy severos contra el tejido social todo, ocurran donde ocurran. No hay atenuantes. A estas alturas de la historia la agenda temática indispensable para cualquier sociedad no es un misterio ni un enigma indescifrable. No hay territorio en el planeta que no tenga urgencia de saber qué pasa (verdaderamente) con la economía, no como la trama de negociados procaces culpables de la miseria sino como la realidad cruda y dura del paradero de las riquezas producidas por los trabajadores. Y sobre eso reina la inanición informativa. No hay territorio que no requiera saber, con nitidez escrupulosa, qué hacen los “políticos”, no por el entramado tóxico del tráfico de influencias, favores u odios entre ellos, sino por la calidad y la cantidad de los problemas sociales que deben atender bajo mandato democrático. No hay palmo de planeta que pueda confiar en su estructura social sin conocer la dinámica completa del avance de sus derechos y sus responsabilidades frente a la complejidad misma de su dialéctica histórica, en las ciencias, en las artes, en la conflictividad y principalmente en la evolución de sus luchas, todas y cada una, en el espectro complejo de las conductas en comunidad. Y eso es de lo que más se silencia y tergiversa. Desfigurar los hechos es también des-informar.
Hace mucho tiempo, en los métodos y los instrumentales científicos de la producción informativa, dejo de tener valor la excusa de la ignorancia. Lo que se publica -o lo que se silencia- tiene la marca de los grupos de “inteligencia”, públicos o privados, que operan dentro y fuera de los medios de información. Ahí se cuecen los datos, su extensión, su profundidad su calidad y su cantidad. Ahí se definen los temas y se define el “canon” informativo obligatorio que una sociedad requiere para su desempeño cotidiano. Pero, bajo el capitalismo, que ha convertido la información también en mercancía, secuestrada para tribulaciones políticas o mercenarias, el “canon” (el conjunto mínimo obligatorio de información) no obedece a la producción social de conocimiento colectivo sino a la lógica de la ignorancia de mercado.

Tal “canon” y su dialéctica histórica, son hoy una referencia ineludible para medir la calidad y cantidad de la producción, la distribución y la interlocución con la información ofertada. Hay perfiles etarios, de género, de oficio, de orientaciones políticas, estéticas o científicas. Hay datos poblaciones suficientes, relevamientos geográficos, climatológicos económicos, políticos y culturales abundantes, como para proveer a las sociedades enteras con informaciones pertinentes, oportunas, amplias y críticas. Sin excusas, sin pretextos y sin omisiones. Y, sobre todo, proveer al “canon” con verdad científica, diversa, rica, consensuada y enriquecida permanentemente. Hay métodos avanzados para garantizarlo a pesar de que la niebla de mediocridad y servilismo que cubre a la mayoría de los “medios” no permita que se conozca la fuerza de la ciencia al servicio de la información social cotidiana.
Desinformar no sólo es suspender la “transmisión” de “datos”, es también sepultar un canon social informativo obligatorio. Es reducir el acto de informar al capricho convenenciero de los fabricantes de “noticias”. Es redactar corpus cercenados, al antojo de una ofensiva contra la consciencia de los interlocutores, para entregarles una visión (o noción) de la realidad deformada, desfigurada, desinformada. Es un fraude de punta a punta. No es una “omisión” más o menos interesada o tendenciosa…no es una “falla” del método; no es un accidente de la lógica narrativa; no es un incidente en la composición de la realidad; no es una “peccata minuta” del “descuido”; no es una errata del observador; no es miopía técnica ni es, desde luego, “gaje del oficio”. Es lisa y llanamente una canallada contra el conocimiento, un delito de lesa humanidad. Es como privar a los pueblos de su Derecho a la Educación.
A estas alturas de la Historia y, especialmente de la historia de los “medios de comunicación”, es insustentable e insoportable cualquier escusa para no informar oportuna, amplia y responsablemente. No hay derecho que justifique la acción deliberada de silenciar lo que ocurre y, en el poco probable caso de que un medio de información no se entere de los que ocurre, ese medio realmente no merece respeto alguno. La excusa de “no saber”, de “no conocer”, de “no tener información” para, por ello, no asumir la responsabilidad profesional y ética que le compete a un medio informativo… es francamente sospechosa y ridícula. ¡Renuncien!. Ningún pueblo debería soportar la ineficiencia inducida de un medio, concesionado por tal sociedad, para el ejercicio profesional y obligatorio de transmitir la información que es propiedad social. Hay tecnología y metodología suficientes que invalidan toda palabrería esmerada en excusar las intenciones míseras de los que desinforman. Incluso si lo hacen mintiendo con emboscadas finamenteelaboradas en laboratorios de guerra psicológica.
Artículo: 19 Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” Declaración Universal de los Derechos Humanos. A la vista de todas las canalladas inventadas por el capitalismo para violar el legítimo derecho de los pueblos a la mejor información evaluada ética y científicamente por las sociedades, bien vendría instruir una revolución jurídico-política hacia una nueva  Justicia Social, irreversible, que tuviera como ejes prioritarios los que competen a la Cultura y a la Comunicación como inalienables. O dicho de otro modo, que nunca más la Cultura, la Comunicación ni la Información puedan ser reducidas, retaceadas ni regateadas por el interés de la clase dominante contra las necesidades de las clases oprimidas, impunemente.


Por: Fernando Buen Abad
Fuente: https://nuevarevolucion.es/los-danos-sociales-de-la-des-informacion-nuevos-delitos-de-lesa-humanidad/


jueves, 18 de julio de 2019

DOCENTES LATINOAMERICANOS RESISTEN EN CRUZADA CONTRA LOS QUE PROFESAN LA FE EN EL CONOCIMIENTO


No estoy en el mundo simplemente para adaptarme a él, sino para transformarlo
 Paulo Freire
Profesan la fe en el conocimiento, lo declaran y practican públicamente y a diario. Son los que llamamos “profesores”. Maestros, que en cada rincón del planeta se ocupan de que cada niña o niño se sume en corto tiempo a la corriente milenaria del progreso humano. Docentes, que viven en el intento de acompañar, contener, ayudar a resolver o a mitigar las contradicciones acumuladas por ese mismo proceso.

¿Quién podría perseguir o reprimir, quién osaría cercenar los derechos de este pueblo del conocer? ¿Podría acaso alguien poner en entredicho su dedicada entrega, limitar o desfavorecer su sagrada vocación? ¿Quién se arrogaría criticar tan elevada misión? ¿Quién obstaculizar su cometido? Y sin embargo…
En Honduras, el sector magisterial es violentamente reprimido mientras sostiene protestas y paros desde hace varias semanas. La derogación de los decretos que abrían la puerta a despidos masivos y privatización de la educación no conforma a un amplio sector de maestros, quienes descreen que el gobierno inconstitucional de Juan Orlando Hernández tenga interés en fortalecer el sector público de la educación.
En Chile, los profesores iniciaron el 3 de Junio un paro nacional indefinido luego de las reiteradas negativas del Ministerio de Educación a dar respuestas a la crisis de la Educación Pública. Con la medida de fuerza los docentes reclaman que el gobierno se retracte del cambio curricular que hace optativas las materias de Historia, Artes y Educación Física, repare la Deuda Histórica, remedie el agobio y mejore las condiciones laborales de los maestros.
Cientos de miles salen también a la calle para repudiar los dramáticos recortes de presupuesto para la educación y la investigación científica en Brasil. A ello se suma la línea ideológica con la que el gobierno de Bolsonaro pretende censurar la práctica académica, limitar derechos, eliminar contenidos progresistas y ensalzar la sangrienta dictadura de 1964.
El reclamo por mayores recursos para infraestructura escolar, protección a la salud de los docentes, garantías al acceso a la educación gratuita y jerarquización de la educación pública movilizan a los docentes en Colombia, mientras que en Ecuador maestros jubilados debieron iniciar una huelga de hambre en la Asamblea Nacional para exigir el pago de haberes atrasados.
En Puerto Rico, un amplio arco de organizaciones nucleadas en el Frente Amplio en Defensa de la Educación Pública (Fadep) marchó en Marzo de este año en rechazo a las “escuelas chárter”, al tráfico de influencias y contra el mal manejo de fondos públicos para beneficiar intereses privados.
En Costa Rica los sindicatos docentes luchan contra la intención gubernamental de declarar a la educación como “servicio esencial”, subvirtiendo así el Derecho a huelga de los trabajadores de la educación.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realizó un plantón en el Congreso mexicano contra la sanción de lo que consideran una apenas remozada nueva-vieja Reforma educativa, rechazando las evaluaciones compulsivas como mecanismo que pone en riesgo su estabilidad laboral.
En Argentina, la pérdida de poder adquisitivo de los maestros, la represión de la protesta, la difamación y amenazas a la dirigencia sindical han sido moneda corriente en el gobierno de Macri.
Más allá de los matices locales, la homogeneidad de este cuadro en los países gobernados por la derecha en América Latina y el Caribe responde sin duda a un patrón global.
¿Dónde están, cuántos son, los valientes del pizarrón?
Según consignan las estadísticas de la UNESCO, en el nivel preprimario de la región latinoamericano caribeña hay algo más de un millón de docentes, poco más de 3 millones en la primaria y 3.9 millones en la secundaria. El perfil de género es significativo: las educadoras constituyen un 95% en la etapa inicial, 78% en la primaria y algo menor, pero todavía mayoritaria, es la participación femenina de un 57% en el escalón secundario.
En promedio regional, por aula cada docente se ocupa de unos 20 párvulos, de casi 22 alumnos en la escuela primaria y de algo más de 16 educandos en el nivel secundario. Las disparidades, sin embargo, son elocuentes: Mientras el número de estudiantes por profesor es bajo en Cuba (9), Uruguay (11) o Costa Rica (12), revelando el enorme papel que históricamente tiene la educación en estas naciones, en países como Nicaragua (30, según último dato 2010), El Salvador (28), México (27), Honduras (26) o Colombia (24) la proporción aumenta enormemente, dando cuenta de las dificultades de docentes y educandos para avanzar con el aprendizaje.
Esto guarda directa correlación con el presupuesto que destinan los gobiernos a la misión educativa en relación al PBI. Mientras Cuba se sostiene invicta en la cúspide con casi un 13%, naciones como Panamá o Guatemala rondan un magro 3%; mientras Bolivia o Costa Rica invierten más del 7% del PBI (2015), Chile, Paraguay, Nicaragua, Colombia o Uruguay no llegan al 5%.
Las 7 plagas neoliberales en la educación
El Banco Mundial, por ejemplo, –entidad cuyos principales accionistas son Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos – opina que “realizar inversiones inteligentes y eficaces en las personas resulta imprescindible para desarrollar el capital humano con el que se pondrá fin a la pobreza extrema.” Entiéndase bien: capital humano no es aquí un dinerillo del que todos pueden disponer, sino la increíble visión que reduce lo humano a un factor económico.
En la misma introducción, el Grupo -cuyo actual presidente David Malpass se desempeñó antes como subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos- dice que “trabaja con los países para fortalecer y alinear sus sistemas educativos, de manera que se haga hincapié en garantizar que todos los niños aprendan.” Entre otros elementos “benéficos” este banco, uno de los pilares centrales del esquema financiero y de desigualdad internacional de la posguerra, “ayuda a los países a definir las competencias y los conocimientos que se deben enseñar, a brindar apoyo a los docentes y a los establecimientos educativos para establecer estrategias de instrucción eficaces, y a medir el aprendizaje de los alumnos.”
Esta mirada, alineada (y alienada) con los intereses de los más altos estamentos del poder financiero mundial, permite entender porqué entidades como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), conformada por 36 países del capitalismo occidental, ha desarrollado un sistema de evaluación internacional de estudiantes conocido como PISA, a través del cual, directa o indirectamente, se pondera también el desempeño del cuerpo docente y de los Estados.
Como de manera arrogante se indica en su sitio web, este programa “busca determinar qué es importante que los ciudadanos sepan y puedan hacer”. La explicación continúa así:”PISA evalúa hasta qué punto los estudiantes de 15 años de edad que se encuentran cerca del final de su educación obligatoria han adquirido los conocimientos y habilidades que son esenciales para la plena participación en las sociedades modernas”. El test en cuestión contiene pruebas de lectura, matemáticas y ciencias, pero además, en algunos países se han incluido recientemente problemas de “literatura financiera y competencia global”.
Lejos de restringirse a sus miembros, el programa se ha extendido ya a 80 países. Sin duda que el muestreo no da cuenta de la real capacidad estudiantil o de los sistemas educativos, sino que revela el grado de vasallaje de los países que lo aplican de someterse al monitoreo global de la educación por parte de los centros del capital.
Según la integrante del Grupo de Trabajo de CLACSO sobre Reformas y Contrarreformas Educativas Iliana Marina Lo Priore Infante, con esta estandarización jerarquizadora se induce “la aceptación de escalas estratificadoras socioculturalmente en la educación que se correspondan con la división social y jerárquica que reproduce la sociedad capitalista” y “ se pretende que los países que presuntamente salieron rezagados en las posiciones “deben” imitar en sus políticas y prácticas educativas a los países que resultaron mejor ubicados, con base a las orientaciones de la OCDE.”
La investigadora agrega que así se asimila la educación a la noción de capacitación y no se ve como un proceso holístico, integral, global, humanizado, además de invisibilizar los avances de inclusión educativa en algunas regiones, como es el caso de América Latina, al sobrevalorar criterios de calidad tecnocráticos de la educación.
Es evidente que los resultados de las evaluaciones son consistentes con su propósito, que es hacer llover sobre el mundo educativo las siete plagas del dios dinero.
Mercantilización y Privatización
La Educación pública y gratuita es un logro histórico colectivo hacia la nivelación de oportunidades. El tratamiento de la educación como mercancía y su direccionamiento privatizador representan un ataque directo a la posibilidad de ascenso y cohesión social.
Desfinanciamiento educativo del sector público
Los gobiernos de derecha asumen políticas de desinversión pública, amparados en el supuesto cuidado de no incurrir en déficits presupuestarios. La educación, junto a la salud, suelen ser sus primeros blancos. Por lo demás, si bien el monto global de recursos destinados por el Estado a la educación es un primer indicador, la desagregación de su destino es fundamental. En muchos países los recursos públicos se transfieren a entidades privadas ya sea mediante convenios o cubriendo los salarios de personal en sus establecimientos. Algo similar ocurre con la compra de bienes y servicios. Éstos se tercerizan a empresas cuyas prestaciones, enfocadas en la maximización de beneficios, colocan al sector educativo en calidad de rehén.
En el mismo sentido actúa la municipalización, la que escondida bajo el manto de descentralización administrativa y posibilidad de incluir contenidos locales, impide compensar las dificultades presupuestarias de comunas más pobres, eliminando la mediación niveladora del Estado entre distintos segmentos sociales.
Estandarización, difamación y premio-castigo
Junto a los testeos estudiantiles, se han implantado sistemas de evaluación a la docencia, con punición o recompensa según los resultados. Es frecuente la utilización de estas pruebas estandarizadas para difamar al magisterio, culpándolo del fracaso del sistema. Esta visión tecnocrática y competitiva de la educación, agrega inestabilidad y presión, abriendo la puerta a la precarización, el despido, la enfermedad y el malestar de miles de maestros.
Cosificación al servicio del mercado
El capital exige que el sistema educativo sirva a sus necesidades inmediatas y mediatas. Se “enseña” para conseguir mano de obra “apta”, se instalan en el imaginario individual y colectivo “virtudes” como innovación o eficiencia, se fomenta la potenciación unilateral de capacidades en desmedro de un desarrollo integral y armónico, se apadrinan la competencia y el mérito, se potencian actitudes de tecnificación, se desprestigia lo público y lo colectivo. Los educandos son cifras en planilla tecnocráticas y objetos sin intención, conciencias vacías que hay que llenar. Los docentes, en este esquema, son apenas ejecutores de un plan de sometimiento acrítico a los parámetros existentes.
Gobernanza corporativa en la definición de la política pública educativa
A través del tráfico de influencias, donativos, prácticas de lobby o presión sobre la opinión pública a través de los medios masivos (cuyos grupos hegemónicos están fuertemente ligados al negocio educativo), el sector privatista incide crecientemente en las decisiones públicas. Como lo indica el Mapeo sobre Tendencias de la Privatización en América Latina y el Caribe (CLADE: 2014) mediante la “participación de empresas o redes empresariales en la elaboración de la agenda educativa nacional y regional; la presencia de programas desarrollados por el sector empresarial y la presencia directa de este segmento en órganos públicos y cargos estratégicos para definir dicha agenda, lo que implica un conflicto de intereses manifiesto.”
La financiarización educativa
El informe de la CLADE citado anteriormente señala incluso modalidades tales como la negociación de matrículas en forma de “commodities” en la bolsa de valores, a modo de activos que garantizan rendimientos a futuro. A lo que hay que sumar el endeudamiento forzado del estudiantado en algunos países, como único modo de afrontar el costo de onerosas carreras universitarias.
El sometimiento cultural
Al estar impregnadas por el virus globalizador, las empresas de educación privadas tienden a formar parte de redes internacionales. Los programas pasan a depender de contenidos fabricados en los países centrales, los que a través de nucleamientos como la OCDE, dictaminan los modos y criterios de evaluación. Todo el esquema conspira contra la afirmación e integración de la multiplicidad de identidades propias, implica una mengua de soberanía, de diversidad cultural y la degradación de la lógica democrática, pública y participativa.
La cruzada oscurantista
A los flagelos anteriores se agregan los vientos de irracionalismo que surcan la época. La exclusión sistemática de una porción significativa de la sociedad de los circuitos de protección social, la cerrazón de futuro individual y colectivo junto a la velocidad de transformaciones que resulta arduo digerir, configuran un malestar que es captado por corrientes retrógradas para engrosar sus filas. Este fenómeno, expandido de modo mercantil, pisa sobre terreno fertilizado por el abandono y ha cobrado fuerza en las periferias tanto urbanas como rurales.
La clave de su avance está en la proposición de “volver el tiempo atrás”, a tiempos de una “moralidad” falsamente idealizada pero de perfil más reconocible y ciertamente más estable. Tal imposibilidad histórica arroja sin embargo arcaísmos monstruosos sobre la superficie política, los que rápidamente actúan sobre el aparato educativo para volverlo afín a sus propósitos. De trasfondo actúa la idea de un retroceso civilizatorio a épocas pretéritas, en las que el conocimiento libre, el pensamiento racional y crítico no debían rebasar los límites doctrinales determinados por el poder eclesiástico.
Arriba los que creen en el conocimiento y luchan por él
El azote que propina el sistema capitalista a los que acercan diariamente a niños, niñas y jóvenes a beber de la fuente del conocimiento, es una muestra de su lógica cruel. Cuanto menos redituable para el poder, más fuertes son los latigazos. De nada sirven aquí la súplica, el consentimiento, la inacción, ni la adaptación a la injusticia flagrante. Así lo indican las luchas en curso, en las que profesores y educandos defienden un derecho humano inviolable.
Pretender que los frutos del conocimiento colectivo sirvan tan sólo a la voracidad particular es un barbarismo que debe ser desechado. Por eso es en la educación donde se juega la bifurcación de senderos entre una real igualdad de oportunidades y la perpetuación de un mundo de segregación y violencia, entre la posibilidad de transformar la realidad en sentido humanista o sucumbir a ella.
Tenemos profunda confianza en que triunfarán los que proclaman la fe en el conocimiento. Convicción fundada, más allá de las coyunturas, en su historial de victorias ante la opresión.

Por: Javier Tolcachier 
Fuente: http://rebelion.org/noticia.php?id=257038

jueves, 4 de julio de 2019

PEDAGOGÍAS CRÍTICAS Y EMANCIPATORIAS. UN HOMENAJE A PAULO FREIRE


Freire, un hombre consecuente 
Es necesario reconocer que las pedagogías críticas dan para todo, pues si algo está en disputa hoy en día, son los diferentes constructos de saber y conocimiento emanados de los escenarios populares. Con la proliferación de diversas formas de comunicación e información cualquiera hace uso de los elementos y de los recursos liberadores y emancipatorios de los pueblos, para amañarlos y tergiversarlos, justificar con ello po- líticas públicas que son totalmente contrarias a lo que plantearían sus mentores, desde administraciones aparentemente de izquierda como las del Polo Democrático y el Movimiento Progresistas en Bogotá, como la del PRO en la ciudad de Buenos Aires y la alcaldía chavista en Caracas, hacen uso de las pedagogías críticas en la implementación de sus políticas educativas, pero ¿realmente responden a propuestas antisistema o muy por el contrario lo que buscan es legitimar el orden establecido? Podríamos considerar que desde las posturas de izquierda existe un interés de por lo menos replantear el sistema existente o colocarlo en tela de juicio, no obstante en administraciones como la Buenos Aires en la actualidad, es claro que hay una marcada posición de derecha, que lo que busca es legitimar plenamente el insepulto modelo neoliberal y reafirmar el sistema capitalista. 
También es bueno recordar cómo las pedagogías críticas se convierten en un muy buen instrumento de marketing y venta de servicios educativos tanto en instituciones privadas como públicas de todo el continente, así le colocan a un pregrado o posgrado el nombre de pedagogías críticas y ya con esto logran ampliar su oferta y darle un plus alternativo al producto que venden en el mercado de los bienes y servicios donde se ha insertado la universidad pública y estatal. Ante esta situación es bueno reabrir y mantener el debate en torno a ¿qué son las pedagogías críticas?, ¿cómo delimitarlas?, ¿en qué escenarios es legítimo asumirlas como una propuesta que defienda el statu quo o muy por el contrario busque sustituirlo?, ¿cómo se defiende esta construcción de conocimiento desde lo popular?, ¿cómo y quienes pueden evitar que un bien común se convierta en una mercancía de intercambio privado? 

Estos y otros temas e interrogantes queremos colocar en el ambiente del debate académico, político y social y así mantenernos junto a muchos otros y otras como aquel martillo que golpea nuestras conciencias cuando la falta de formación, el facilismo, la ambigüedad y el acomodamiento político los lleva a contradecir en la práctica lo que supuestamente hemos asumido en un proceso educativo. 
Paulo Freire llama constantemente a desarrollar nuestro trabajo como educadores, en un compromiso directo con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea, pues de otra manera seremos en el menor de los casos idiotas útiles que reproducen el sistema, cuando no unos advenedizos de posiciones que un día dijimos poseer y defender. Paulo Freire también nos muestra con claridad cómo los procesos de transformación social no los hacen los grandes eruditos, se hacen y construyen desde los escenarios cotidianos de la educación, y el educador como gran pedagogo ha de asumir la tarea de sistematizar una a una sus experiencias y convertirlas en constructos teóricos que guíen sus procesos de transformación y emancipación, sin tener miedo de asumir el compromiso político concreto en torno a construir una sociedad alternativa al capitalismo.
El compromiso de Freire con el socialismo no era solamente una postura pasajera, era una entrega total, pero no dogmática, abierta y diversa, reconociendo los múltiples esfuerzos y distintos caminos que buscan dirigirnos a la realización de la utopía. Que otra cosa fue el legado de Paulo Freire si no la dedicación incondicional a la educación emancipatoria, un trabajo pausado, inteligente, dialógico y artesanal en la elaboración de cada una de sus obras, una historia de vida que se cuenta a muchas voces, hechas libros, vuelan por el viento, contaminando los aires de libertad en los cinco continentes. 


Descarga en: https://drive.google.com/file/d/1WR6kdNB_kLftmXXD7XOJe0wEAmoU1Q3w/view



Redacción: Rebelión