La aplicación de políticas públicas por parte de
los partidos gobernantes en España durante el período conocido como la Gran
Recesión ha tenido un impacto enormemente negativo en la calidad de vida de la
gran mayoría de la población española, y muy en particular de las clases
populares. Los datos muestran cómo los indicadores de su
bienestar se han deteriorado de una manera muy marcada durante el período que
va desde su inicio (2007) al último año que existen datos registrados
homologables (año 2017).
El gran deterioro de la calidad de vida: el aumento
del paro
Comencemos con el paro. Este pasó de
afectar al 7,8% de la población de 20 a 64 años en 2007, a un 16,9% en
2017, un incremento del 116%, lo cual quiere decir
que 2.083.900 personas se añadieron a la cifra de personas que ya estaban en
paro. En el promedio de la UE-15(el grupo de países de
la UE con niveles de desarrollo económico semejantes a los de España) subió de
un 6,6% al 8%, un incremento del 21%, mucho menor que en
España.
Pero no solo el número y porcentaje de personas en
paro aumentaron, sino que la duración del paro también creció
enormemente. Las personas en paro estuvieron en esta situación durante
mucho más tiempo al final del período que al principio. Los parados de
larga duración (porcentaje de parados que llevan en el paro un año o
más) pasaron de ser el 21,5% de todos los parados a un 45,5%, un
incremento del 111%. En cifras redondas, ello quiere decir que
1.352.000 personas paradas en esta situación se añadieron a las que ya estaban
en ella en 2007. Y lo que es incluso más dramático es que, dentro de esta
categoría, los que estuvieron en paro más de dos añospasaron de un
10,5% de todos los parados en 2007 a un 31%, un incremento del 195%, lo
que representa 992.000 personas más.
Después de Grecia, ningún otro país sufrió tanto
como España. Estos datos, por fríos que parezcan, implican un enorme dolor y
sufrimiento. Los grupos especialmente afectados fueron los y las jóvenes (de 20
a 29 años) y los trabajadores y trabajadoras maduros (de 50 a 64 años). La tasa de
paro entre los primeros pasó de un 11,2% a un 27,5% entre 2007
y 2017, un incremento del 145%y entre los segundos pasó de un 6,2%
a un 15,3%, un incremento del 146%. Las cifras son
astronómicas. Para darnos cuenta de ello basta ver lo que ocurría en
la UE-15, donde el incremento del paro entre los jóvenes fue de solo un
21,7% (en España, un 145%) y entre los trabajadores maduros de un 13% (en
España un 146%).
El descenso del porcentaje de personas que trabajan
Otro grave problema del mercado de trabajo durante
el período 2007-2017 ha sido la bajada del porcentaje de la población
que trabaja, pasando de un 69,7% en 2007, a un 65,5% en 2017, una caída
del 6%. En el promedio de la UE-15, por el contrario, subió
durante el mismo período, pasando de un 70,9% a un 72,3%, un crecimiento
del 2%. En realidad, España, en 2017, tenía la tasa de ocupación
más baja de la UE-15 (tras Grecia e Italia). Si hubiera tenido la misma tasa
que el promedio de la UE-15, España habría tenido casi dos millones más de
trabajadores de los que tiene ahora. Y si hubiera tenido la misma que
Suecia, el 81,8%, habría tenido unos 4,6 millones más. Un déficit muy
marcado de empleo en España fue en los servicios públicos del Estado del
Bienestar, tales como sanidad, educación y servicios sociales.
El aumento de la precariedad
Otra evolución negativa que se ha dado en el
mercado de trabajo ha sido su falta de estabilidad, con un aumento de
los contratos temporales y a tiempo parcial involuntarios (es
decir, que tienen este tipo de contratos porque no encuentran trabajo a tiempo
completo). Tales incrementos fueron muy notables como consecuencia de la
aplicación de las dos reformas laborales aprobadas por los gobiernos españoles.
Concretamente, desde el 2013 el número de personas con trabajo temporal
precario aumentó de 3.198.200 personas a 4.091.800. Las tasas de temporalidad
son hoy altísimas en España, más del doble que en el promedio de la
UE-15. Particularmente acentuado es este aumento entre los jóvenes,
las mujeres y las personas por encima de los 50 años.
El enorme crecimiento de las desigualdades de renta
Para entender esta dimensión de la crisis hay que
entender que la mayor parte de la población adulta obtiene sus ingresos a partir,
principalmente, de sus salarios. De ahí la gran importancia que tienen estos
para analizar el bienestar de la población. Y lo que ha estado ocurriendo en el
mercado de trabajo es, además del aumento del paro y el descenso de la
población asalariada, la gran polarización de los salarios, de tal
manera que ha habido un aumento muy significativo de los salarios altos en un
sector minoritario de la población que contrasta con el descenso o
estabilidad de los salarios de la gran mayoría de la población asalariada.
La otra fuente de ingresos es la propiedad de
capital, es decir, de bienes y servicios que generan dinero (como la propiedad
de acciones, tierras, pisos de alquiler y otros). Este grupo minoritario, cuyas
rentas derivan, primordialmente, de la propiedad del capital, han visto
aumentar sus rentas considerablemente, y junto con el grupo que recibe salarios
altos que han crecido también rápidamente constituyen el sector de la población
con mayor poder e influencia política y mediática en el país.
No a todos les ha ido mal. A una minoría le ha ido
muy bien
Estos últimos datos muestran que no todos lo han
pasado mal durante el período 2007-2017. Una minoría muy acaudalada lo
ha pasado muy bien, mientras que la gran mayoría lo ha pasado (y continúa
pasándolo) muy mal. Un dato resume esta situación. Mientras que las
rentas del trabajo (como porcentaje del PIB) han disminuido durante el período
de la Gran Recesión, pasando de un 48,3% del PIB en 2007 a un 46,9% en 2017
(justo lo contrario de lo que ocurrió en el promedio de la UE-15, donde las
rentas del trabajo subieron de un 47% del PIB a un 47,8% durante el mismo
período), y las de capital subieron de un 41,7% a
un 42,8% (justo también lo contrario de lo que ocurrió en el promedio de la
UE-15, donde estas rentas bajaron de un 41,4% del PIB a un 40,2%). Como
consecuencia de esta mayor polarización de las rentas en España, el 20%
de la población española más acaudalada pasó de tener 5,6 veces la
renta del 20% más pobre en 2007, a 6,6 veces en 2017, hecho que no ocurrió en
el promedio de la UE-15.
El grupo poblacional dominante es mayor que el 1%
superior de la población
Estos datos muestran las enormes limitaciones de
dividir a la población en dos grupos: uno es el 1% más acaudalado de la
población y el otro, todos los demás, es decir, el 99%. Muchos
movimientos sociales (como por ejemplo el Procés Constituent en
Catalunya) asumen erróneamente que el gran conflicto en la
sociedad es entre el 1% de renta superior y el 99% restante. Este deseo de
representar al 99% de la población versus el 1% es una moda política, extendida
en muchos movimientos populistas, que simplifica enormemente a la sociedad,
pues la polarización no es solo entre los propietarios del capital versus los
demás, sino que incluye también un sector muy importante de la población que
comparte intereses económicos con el 1%, a los que da servicio. El 1%
superior necesita toda una serie de profesionales que manejan, gestionan y
promueven los intereses de este 1%. Y sus privilegios están ligados a la existencia
y reproducción de este último grupo. Este sector, que incluye (además
de grandes sectores de lo que antes se llamabapequeña burguesía), a
clases medias de renta superior, representa entre un 15% o
20% de la población, que constituyen, junto con el1%, el grupo
social dominante en el país, que como indiqué anteriormente, tienen enorme
influencia política y mediática en España (incluyendo en Catalunya).
La polarización social ha determinado la
“proletarización” de amplios sectores de la clase media
La polarización de la sociedad ha afectado a toda
la población, incluyendo a las clases medias, donde ha habido un sector
minoritario con un creciente nivel de rentas, y otro, muy mayoritario, con un
marcado descenso de sus rentas, en un proceso que definí en su día como “la
proletarización de las clases medias”. Como resultado de este proceso, la clase
trabajadora ha aumentado en tamaño, habiendo sido esta última la más dañada
durante el período 2007-2017.
Ni que decir tiene que esta polarización está
teniendo un efecto devastador para la calidad de vida de las clases
populares (la clase trabajadora y la mayor parte de la clase media),
pues a la bajada de salarios cabe añadir el aumento de los precios de
elementos básicos de su supervivencia, tales como la vivienda, fenómeno
particularmente grave en las grandes urbes. A modo de ejemplo, en
Barcelona el precio del alquiler ha aumentado desde principios de los años 2000
al 2017 un 114%, expulsando a grandes sectores de la clase trabajadora y clase
media de renta mediana y baja (y sobre todo de los jóvenes) de las ciudades.
¿Por qué ha ocurrido y sigue ocurriendo todo esto
que he descrito?
Existe una enorme industria de la ofuscación para
ocultar lo que es sumamente fácil de entender: estos hechos no ocurren
porcasualidad, sino que tienen causas predominantemente políticas.Las variables
más importantes para explicar tales cambios no son las tecnológicas,
demográficas u otras, sino las variables políticas, que son, por cierto, las
menos analizadas. Me estoy refiriendo a la aplicación de políticas neoliberales
(como la reforma laboral y los recortes) que sistemáticamente han favorecido a unos
grupos (15-20% de la población) a costa de otros (la gran mayoría). Las
políticas neoliberales reproducen una visión del mundo y de la economía
que favorece a los propietarios del capital y a las rentas
superiores a costa de todos los demás. Y los datos lo muestran
clarísimamente. Durante estos años de la Gran Recesión se han ido
aprobando e imponiendo leyes que han causado tal daño y sufrimiento. En
realidad, los causantes de tanto daño, sufrimiento y dolor tienen nombres
concretos.
Veamos los datos, analizando las principales leyes
e intervenciones públicas que han dañado a las clases populares y los partidos
políticos que las han impuesto (y digo impuesto porque ninguna de estas medidas
estaban en sus programas electorales):
1- La modificación, en 2009, de la ley de
enjuiciamiento civil (1/2000 del 7 de enero), que facilitó el desahucio,
favoreciendo claramente a los propietarios de la vivienda. Ello contribuyó a
que los desahucios aumentaran enormemente, pasando de un 27.251 en 2008 a
69.693 en 2017. En Catalunya, el crecimiento fue incluso mayor: de 3.926 en
2008 a 13.626 en 2017. Sus responsables son el PSOE, gobernante
entonces, el PP, CiU y el PNV.
2- La congelación de las pensiones,
mediante el real decreto-ley 8/2010, de 20 de mayo, aprobado por el gobierno
PSOE, con la abstención de CiU, CC y UPN, lo que permitió su aprobación.
3- La reforma laboral de 2010 del
gobierno Zapatero, aprobada mediante el real decreto-ley 10/2010, de 16 de
junio, aprobado por el PSOE con la abstención de PP, CiU, PNV, CC, UPN
y UPyD, que la hicieron posible.
4- El cambio de la Constitución del
año 2011, con la reforma del artículo 135, aprobado por el PSOE y el PP.
5- La reforma laboral de 2012,
aprobada con el real decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero, aprobado por
el PP, CiU, UPN y FAC.
6- Los recortes del real decreto-ley
20/2012, de 13 de julio, aprobado por el gobierno Rajoy del PP y
UPN.
7- Flexibilización del mercado de alquileres
mediante la ley 4/2013, del 4 de junio, aprobada por el gobierno Rajoy.
En Catalunya, además de las políticas públicas
aprobadas por partidos catalanes (el PSC, CDC y UDC) en las Cortes españolas,
se aprobaron incluso más recortes de gasto público en el año 2011 (un recorte
del 10% del presupuesto del 2010), bajo el gobierno Mas,con la
abstención de PP, recortes que han continuado con el apoyo de JxCat,
ERC y la CUP. En realidad, el tema nacional, que absorbe la vida política y
mediática del país, ha ido ocultando las complicidades de los partidos
“superpatriotas”, que han ido aplicando tales leyes, todo ello ocultado por las
banderas (ver mi artículo “Cómo los ‘superpatriotas’ de ambos lados ocultan
la enorme crisis social que han creado”, Público, 20.03.19).
¿Cómo es que esto continúa y la gente no se rebela?
De nuevo, la respuesta es fácil, aunque el lector
no lo verá en los mayores medios de información, los cuales ignoran la enorme
crisis social que existe en este país. Hoy, como he denunciado, el gran
tema en la vida política y mediática del país es el tema nacional. En la
misma semana que he estado escribiendo estas líneas, la gran noticia en España
y en Catalunya ha sido la negativa del gobierno Torra, sucesor del gobierno
Puigdemont, sucesor a su vez del gobierno Mas (todos ellos miembros de la
derecha catalana neoliberal), a retirar los lazos amarillos de
los edificios públicos de la Generalitat durante el
período electoral. Mientras, el número de suicidios a causa de los
desahucios ha continuado aumentando, debido a la imposibilidad de un elevado
porcentaje de la población de pagar su alquiler, temas que dirigentes del
partido de las derechas catalanas gobernantes han definido como temas
secundarios.
En el otro lado del espectro “patriótico” vemos
a las derechasespañolas neoliberales de PP, Ciudadanos (y ahora Vox),
que, enarbolando la bandera borbónica (frente a la estelada independentista),
están liderando las movilizaciones anti-independentistas, utilizando el tema
nacional para ocultar y esconder su responsabilidad en crear la gran crisis
social. En realidad, la gran visibilidad del tema nacional se debe a su
utilidad para ocultar y esconder el desastre social.
Una nota final de carácter personal
Cuando surgió el 15M, denunciando tales políticas
públicas impuestas (pues no estaban en sus programas electorales) por los
partidos gobernantes neoliberales, acusándolos de no representar los
intereses de las clases populares (“No nos representan”), la
respuesta del establishment político-mediático español (incluyendo
el catalán) fue afirmar que no había otras alternativas a tales
políticas públicas. Antes este argumento, Juan Torres, Alberto Garzón y yo
publicamos un libro titulado Hay alternativas: propuestas para crear
empleo y bienestar social en España, documentando la falsedad de
tal argumento: sí que las había. La respuesta de tal establishment
fue de una enorme hostilidad hacia el libro y hacia nuestras personas, e
incluso hoy, los autores tenemos difícil acceso a los medios como resultado de
ello.
Pero la evidencia del daño causado por aquellas
políticas es tan grande que incluso instituciones que las promovieron,
como sectores del Fondo Monetario Internacional e incluso de la
Comisión Europea, han reconocido que estaban equivocadas. Hoy se
está admitiendo que tales políticas públicas no tenían que haberse aplicado
pues han causado mucho daño, y todo para el beneficio de un sector minoritario
de la población. En España (incluyendo Catalunya) el dogma neoliberal, sin
embargo, continúa siendo dominante, a pesar de que la falsedad de sus argumentos
es clara y evidente. En un país más democrático, tales gurús económicos (que
continúan dominando los fórums mediáticos) deberían pedir perdón al pueblo
español por lo que hicieron.
En lugar de ello, continúan apareciendo en los
fórums mediáticos, promocionando sus falsedades. El caso más reciente es el del
economista Luis Garicano, el gurú de Ciudadanos, el partido más neoliberal en
España después de Vox (que quiere, este último, privatizar las pensiones como
hizo el general Pinochet en Chile), que continúa promocionando las recetas que
han hecho tanto daño. Si el deterioro tan acentuado de la calidad de
vida de los españoles, que tuvo lugar en el período 2007-2017, hubiera sido
consecuencia de la ocupación de España por parte de un poder extranjero,
la gente habría salido a la calle para salvar y
liberar al país del poder ocupante. Pero la novedad es que los responsables
de tanto daño son españoles que, además, para mayor insulto, utilizan el
discurso patriótico para ocultar el daño que ellas y ellos –y no un ejército
extranjero– han infligido a la población. Como Mark Twain dijo en una
ocasión “el discurso patriótico ha sido siempre el refugio de los que
desean continuar dominando a sus pueblos”. Lo que está ocurriendo en España,
incluyendo Catalunya, es un claro ejemplo de ello. Así de claro.
Una última petición. Agradecería al lector que
viera mérito en la información provista en este artículo, y que lo
distribuyera lo más ampliamente posible, como ocurrió en su día con la gran
difusión del libro Hay alternativas, resultado de la movilización
del 15M, que lo utilizó ampliamente, distribuyéndolo en todo el país, rompiendo
con el bloqueo y forzado silencio por parte de los grandes medios del país. Hoy
la situación descrita en estas páginas requiere una respuesta semejante.
Por: Vincenç Navarro
Fuente: https://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2019/03/25/el-enorme-sufrimiento-causado-por-el-neoliberalismo-y-sus-responsables/
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