jueves, 31 de octubre de 2019

NOAM CHOMSKY SOBRE CHILE: “ERA PREVISIBLE TRAS 40 AÑOS DE ASALTO NEOLIBERAL A LA POBLACIÓN”


Chomsky indica que el neoliberalismo es «la razón básica de la ira, el resentimiento y el desprecio por las instituciones políticas que están barriendo gran parte del mundo»
Noam Chomsky, lingüista, filósofo, politólogo y activista estadounidense, es ampliamente es reconocido como una de las figuras intelectuales más importantes del siglo por su activismo político, caracterizado por una fuerte crítica del capitalismo contemporáneo y de la política exterior de los Estados Unidos. Por ese estatus, siempre es interesante saber su opinión sobre la política internacional y económica, y en consonancia con esto, se ha referido la crisis política y social que se ha desatado en Chile.

En una entrevista con El Mostrador, Chomsky afirmó que no le sorprende para nada lo que ocurre en el país latinoamericano, ya que los hechos “eran perfectamente previsibles tras el asalto neoliberal a la población en los últimos 40 años, verificadas constantemente en todo el mundo”.
El intelectual agregó que uno de los principales riesgos en la actualidad es que esa ira, esa rabia, está “creando oportunidades para los demagogos de ultraderecha como Trump, Bolsonaro, Orban, Salvini y otros que buscan desviar la ira justificada hacia chivos expiatorios, como inmigrantes, negros, musulmanes, etcétera. Una táctica milenaria, con graves consecuencias”.
Chomsky explicó que “el neoliberalismo fue inventado por Von Mises y otros en Viena, en la década de 1920. Es una versión particularmente salvaje del capitalismo. Ganó poder con Reagan y Thatcher, con efectos devastadores en gran parte del mundo”. “Esa es la razón básica de la ira, el resentimiento y el desprecio por las instituciones políticas que están barriendo gran parte del mundo”, razonó.
La dictadura de Pinochet, explicó el intelectual, es la que “proporcionó condiciones experimentales perfectas para la aplicación de los principios neoliberales guiados por las principales figuras de la doctrina. Fue un fracaso total. Para 1982, la economía colapsó. El Estado tuvo que intervenir radicalmente. Los economistas internacionales bromearon diciendo que era ‘el camino de Chicago hacia el socialismo’. Sin embargo, los efectos perniciosos permanecieron y continuaron“.
Chomsky concluyó agregando que ya “Margaret Thatcher expresó bien el dogma neoliberal: no hay sociedad, solo individuos, solos para enfrentar las devastadoras fuerzas del mercado. La solidaridad es un crimen. Es por eso desde la década de 1920, las principales figuras del neoliberalismo, Von Mises, Hayek y otros, han acogido con satisfacción la violencia estatal a gran escala para destruir los sindicatos y otras interferencias similares a la ‘buena economía’».
“Pinochet es un ejemplo clarísimo de esto”, finalizó.


Fuente: https://spanishrevolution.org/noam-chomsky-sobre-chile-era-previsible-tras-40-anos-de-asalto-neoliberal-a-la-poblacion/
Redacción: El Mostrador


domingo, 27 de octubre de 2019

BREVÍSIMO COMENTARIO SOBRE LA CRISIS DE LAS CIENCIAS SOCIALES DESDE EL LEVANTAMIENTO POPULAR EN CHILE


El levantamiento popular en Chile contra el régimen de expoliación capitalista, cuya cabeza visible ocasionalmente es la del presidente Sebastián Piñera, no se genera de la noche a la mañana. Luego del sangriento derrocamiento de Salvador Allende, la “privatización de la vida humana” fue una constante y en aumento desde la Chile de Pinochet. Ello acontece no solamente con la desigual distribución de las riquezas, sino también con el injusto tipo de producción de riquezas que no atiende las necesidades del pueblo chileno.

Hoy día, la misma televisión chilena oculta los sucesos que mantienen al país en vilo difundiendo la misma programación “como si nada pasara”. Chile es un país donde es escasa la participación en los procesos eleccionarios (a pesar de que ese hecho se oculta en los medios informativos mundiales), donde en general quienes más participan no son las camadas jóvenes. Chile es un país donde quienes manifiestan justamente no se sienten representados por organización alguna, con lo que acontece un final abierto y, a su vez, el mismo régimen expoliador no tiene referente alguno con quien negociar. Chile es un país donde el terrorismo de Estado no ha sido juzgado por las instituciones, por lo que pretendidamente ocultada bajo la fachada de una democracia espuria, se visibiliza con fuerza.
A ello se suma la “responsabilidad de una academia” que no ha sabido prever que, al menos, se daban las condiciones de posibilidad de un levantamiento popular, cuestión que no se reduce a Chile, tampoco ha alertado que se daban las condiciones de posibilidad de un Lula reemplazado en poco tiempo por un fascista (en este caso Bolsonaro), que tampoco han alertado de la posibilidad de los recientes sucesos de movilización popular en El Ecuador. La crisis de las ciencias sociales se manifiesta en que siempre, en estos casos, analizan e interpretan “detrás de las noticias”.
¿Y por qué esa falta de previsión? ¿Acaso no será por cuanto, tendencialmente, la academia se encierra en sí misma, donde cada uno de sus integrantes busca el propio ascenso dentro de la puja en la carrera de la mercantilización de los títulos? ¿Acaso no será en la medida en que haya una “academia militante” que no puede trascender los límites de las reglas impuestas por quienes ejercen el poder de decidir qué debe ser escuchado y qué no?
Entre tanto, los gobiernos no se pronuncian acerca del sufrimiento manifestado por el pueblo chileno, los medios masivos de comunicación desinforman y tergiversan la cuestión, especialmente los que responden a los grupos más concentrados que acusan a Rusia, Cuba y Maduro de originar las protestas sociales en Chile, lo que resulta funcional quienes odian a Rusia, Cuba y Maduro.



Por
Miguel Andrés Brenner
Buenos Aires, Argentina
Octubre 2019

DEJAN DESNUDA ESENCIA NEOLIBERAL


Quienes duden de que el neoliberalismo llegó para quedarse en América Latina, si no se extirpa su talón de Aquiles: la corrupción, ausencia de bien común y fascismo remozado (judicializa la protesta social, garrotea si no le obedecen, prohíbe huelgas, lincha mediáticamente a sus opositores, esconde lo que le perjudica, etc.), termina siendo aliados de él, defendiendo pinches reivindicaciones propias de una “economía inmoral”.

Busca desarticular toda organización que no sean sus cámaras y organizaciones, precisamente entre los grupos más “golpeados”. Además, “legitima” un modelo insaciable y arropado con un discurso mesiánico y cargado de miedos, de tal magnitud que, el tecnócrata inteligente se vuelve tonto y el tonto se hace loco.
Mientras tanto, con algunas excepciones, la llamada “izquierda” y algunos gremios siguen plantados en focalizaciones “reivindicativas”, a lo sumo. Útiles cincuenta años atrás cuando en nuestros países existían dos o tres confederaciones ideológicamente enfrentadas en la defensa del llamado “Estado del bienestar”.
Erigido por los sectores agoexportadores, dependientes de una estable metrópoli, no necesitaba transformación alguna del statuo quo, pues sus naciones satélites experimentaban contradicciones fácilmente focalizadas. De esta forma, si ese Estado social carecía de fondos, no tendríamos escuelas y los hijos de jornaleros no irían al liceo ni a la universidad pública, etc.
Eso importaba mucho a los líderes sindicales; por ende, todos debíamos contribuir para que la comunidad más lejana tuviera su escuela nueva, hubiese agua potable, seguridad social y electricidad. Ahora, cuantos más ignorantes produzcamos, más barata es la mano de obra y el rebaño mejora.
Con la caída de 36 años de neoliberalismo en México y la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador, quedaron entredichas las “mentirillas” de este modelo voraz. Los “sesudos” escribidores, periódicos y telenoticieros, otrora defensores del sistema, son hoy el mejor ejemplo de cómo identificar una “news fake”. Nunca vieron que la corrupción y la impunidad tenían su origen en las altas esferas de los poderes republicanos, controladas estrictamente por los partidos PRI, PRD y PAN.
Esta “economía inmoral”, a todas luces concebida para que la corrupción fuera una forma de cotidianidad: perdonaba impuestos a sus grandes contribuyentes, imponía agresivas reformas (fiscales, educativa, constitucionales, etc), estrujaba las pensiones de hambre, excluía docentes incómodos, asesinaba ambientalistas y estudiantes, y lucraba con la maltrecha seguridad social, etc.
Los auténticos ladrones de combustible (huachicoleros) eran escondidos con sus ganancias anuales de 60.000 millones de pesos (unos $3.000 millones), mientras los influyentes diarios y las voces oficiales “moralizaban” sus auditorios presentando como “sinvergüenzas” de barrio a quienes extraían hidrocarburos. Pero la realidad era distinta: gente de hogares desechos por el neoliberalismo, niños excluidos de la educación por no pagárseles escuela privada y jóvenes desempleados entregaban su combustible extraído clandestinamente a una mafia oficial para que lo distribuyeran en estaciones de servicios, donde vendían el 75% de gasolinas robadas y el 25% comprada a Pemex.
Dicha refinadora quebró por la alta gerencia parasitaria, puesta allí para venderla por su supuesta falta de rentabilidad. De ese modo engañaron a la ciudadanía y le informaron que la “muerte” de tan importante empresa estatal era por causa de los altos salarios pagados a sus miles de trabajadores.
La seguridad social mexicana también era candidata a venderse, quebrada con sobreprecio de medicamentos, induciendo la falta de especialistas, con la remisión de enfermos al sistema privado de atención, etc. Triangulaban, incluso, recursos públicos vía concesiones, para encarecer tres o cuatro veces estratégicas carreteras, puentes, escuelas y otros proyectos.
Contrario a lo anterior, las organizaciones sociales en Bolivia, con el mayor crecimiento económico de la región e inclusión social aprendieron, por ejemplo, que el neoliberalismo se enfrenta con un plan alterno y realizable, situando a los más pobres en el centro de las ocupaciones estatales.
Para que eso sea posible hay que fomentar el ahorro interno y los valores éticos, en la actualidad descabezados -la solidaridad, la transparencia, la honestidad, el bien común, la autodeterminación como política estatal, el respeto mutuo entre todos los Estados del mundo, etc.-, sin perder de vista la exigencia de terminar –no el cuento ese de “vamos a combatir”– la corrupción. Pues es falso ubicarla en las gradas de abajo de toda escalera del poder, porque está en las de arriba. ¡Habían olvidado barrer de arriba hacia abajo!

Por: Rafael A. Ugalde

jueves, 24 de octubre de 2019

PEDAGOGIA DEL OPRIMIDO. UN LIGERO ANÀLISIS


Paulo Freire escribe Pedagogía del Oprimido (1969) en una secuencia de exilios y de escape de dictaduras militares. Se trata de un ensayo, según él mismo lo señala, elaborado desde la experiencia. Dice compartir la autoría con los oprimidos del mundo, que hablan por su voz. Indica que la obra está dirigida a los hombres de izquierda, es decir, aquéllos que se plantean que el mundo debe ser transformado. Así, desde las primeras páginas, Freire se identifica con personas, grupos y movimientos que se plantean un cuestionamiento riguroso de la sociedad existente y señalan una mirada hacia futuros más promisorios y humanos para todos. 

En un inicio, la obra cobra referencias más teológicas que religiosas. La palabra humana, que imita la divina, pasa a ser elemento protagónico. La palabra nombra y a la vez supera la realidad por el hecho de nombrarla, y es también acción transformadora. Así, la palabra (lenguaje) viene a ser el espacio ontológico donde nos movemos, pensamos y actuamos.
El libro Pedagogía del Oprimido transcurre en un lenguaje que se aleja tanto del habla de los poderes dominantes (orden, progreso, crecimiento económico, mercado, libre competencia) como de los términos del marxismo tradicional (lucha de clases, proletariado, burguesía, socialismo, comunismo). No obstante, Freire, hasta el final de su vida (incluso se lo escuchamos personalmente) se declaraba marxista. En el libro subsisten algunas categorías marxistas, tales como: opresión, alienación, praxis, concientización, dialéctica, pero amparadas por otras que se imponen: humanización, liberación, iluminación, ser más, diálogo. Toda la obra, por cierto, se acompaña de una dialéctica de términos contrapuestos: liberación/ opresión; humanización/ deshumanización; diálogo/ imposición;domesticar/ transformar. No obstante, esta dialéctica puede estar en el mismo grupo social, incluso en la misma persona.
Otra característica de Pedagogía del Oprimido es la integración interdisciplinaria e incluso transdisciplinaria en el discurso. Desde enfoques sociológicos (imposición alienante/ liberación y transformación, inserción crítica), incluyendo los psicológicos (sadismo de opresores, comportamiento neurótico, racionalización), escatológicos (iluminación, acto de amor, ser más),educacional (pedagogía liberadora, diálogo crítico y liberador, educación con mediación del mundo),en una síntesis discursiva y filosófica. Se trata de un ejercicio de conectividad, de integración, de confluencias.
Más, hay otro aspecto de la mayor relevancia en la obra. Se trata de la propuesta abierta a la construcción colectiva de un proyecto socio-educativo-cultural. Y todos los seres humanos (sin excepción) estamos convocados a este proceso. Veamos este proyecto desde sus propósitos, los oponentes y las acciones que involucra.
Propósitos: La búsqueda del conglomerado humano es la libertad, la humanización, el ser más. Esta búsqueda constituye un acto de amor, ligado también con la libertad y la justicia. Se trata de una tarea urgente, ineludible. Sus primeros protagonistas han de ser los oprimidos, pero a la larga tenemos que involucrarnos todas las personas, eso sí, asumiendo siempre el punto de vista de los oprimidos. Desde la situación concreta de estos, tejeremos esperanzas y utopías, siempre desde una mirada crítica. Los oprimidos no sólo han de liberarse a sí mismos, sino también han de liberar a sus opresores. La libertad es para todos, sin excepción.
Visualizar el camino: El camino a la liberación de todos los seres humanos implica la unidad entre la reflexión y la acción (praxis). Es acción pedagógica, cultural y también política. No hay otro camino que el de la práctica de una pedagogía liberadora, desde la cual ha de afianzarse el liderazgo revolucionario, que en vez de sobreponerse a los oprimidos y continuar manteniéndolos en el actual estado de “cosas”, establece con ellos una relación permanentemente dialógica.
En el momento en que los oprimidos descubren claramente al opresor, y se comprometen en la lucha organizada por su liberación, empiezan a creer en sí mismos. Así, trascienden su complicidad con el régimen opresor. Este descubrimiento, sin embargo, no se da sólo a nivel intelectual, sino que debe estar asociado a un intento serio de reflexión-acción.
Concepción de los seres humanos: En la mirada de Paulo Freire, los seres humanos somos seres inconclusos y conscientes de nuestra inconclusión y en permanente movimiento, tras la búsqueda de SER MÁS. Somos también seres en relación, dialógicos, antes que individuales. Somos seres que habitamos la palabra, y con ella nombramos el mundo y al nombrarlo ya lo estamos transformando. No obstante, la historia de la opresión nos ubica en una situación donde el mundo se compone de opresores y oprimidos. Aquéllos han desarrollado un ejercicio permanente de dominación que genera en los oprimidos situaciones de dicotomía, no reconocimiento de sí mismos, de dependencia, entre otras. No obstante, los oprimidos tienen la posibilidad de transformarse transformando, de buscar la libertad y la humanización plenas.
Oponentes. Entre los factores que se oponen a este proceso de liberación y humanización están el miedo y recelo a la libertad, fruto de un proceso histórico de control deshumanizado que convierte a los oprimidos en objetos, acción que también convierte a los opresores en otra forma de oprimidos. Además de las condiciones objetivas de la dominación, existen también condiciones subjetivas de la misma. Es cuando se propicia la dependencia emocional que propicia una visión inauténtica del mundo y de la historia, y persiste la alienación que hace que la dependencia sea cada vez mayor.
Acciones. Es importante, en un inicio, que los oprimidos se reconozcan a sí mismos como seres humanos, en su vocación histórica y ontológica de ser más. Ello implica tan bien reconocerse como oprimidos, alienados y dependientes de otros. Y algo más profundo, es reconocer que alojan en sí mismos la opresión y la alienación, y hasta quieren ser como sus opresores. Luego, es relevante la problematización de la realidad y de las acciones y creencias humanas que las soportan. Todo esto ha de conducir a una búsqueda compartida, dialógica, de iluminación y de liberación desde situaciones y momentos históricos concretos, mediante acciones reflexivas o reflexiones accionadas (praxis). La inserción crítica, objetiva y subjetiva en la realidad es transformadora. Pero las acciones no sólo han de apuntar a la liberación de los oprimidos, sino de todos los seres humanos.

Por Julio C Valdez/ Venezuela
Fuente: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/75254

martes, 22 de octubre de 2019

NOAM CHOMSKY: SOBRE LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO EN ECUADOR


¿Cómo lograr que una micro minoría del uno por ciento continúe, década tras década acumulando más riqueza que el restante noventa y nueve por ciento de una sociedad? Quienes lo han hecho lo saben bien:

Otra forma es enlazar disputas y axiomas diversos sin una necesaria relación lógica: la religión de las armas y el amor religioso, el aborto y la baja de impuestos a los más ricos, la negación del cambio climático y el odio a los inmigrantes, la libre circulación del capital y el patriotismo, etc.
De esta forma, el uno por ciento continúa recogiendo los frutos de toda una sociedad y de toda una historia, con el apoyo necesario de una elite criolla dominante o, incluso (cuando existen elecciones) de un número significativo de quienes no pertenecen al uno por ciento.
Así, en América Latina, las opciones al neoliberalismo, cuando han fracasado, han fracasado por errores propios y, sobre todo, por el criminal bloqueo económico de la superpotencia del mundo. Eso cuando no han recurrido a los más tradicionales golpes militares para defender la libertad del capital de la minoría criolla (clasista y racista) aliada a las más poderosas transnacionales.
Así, por otro lado, en América Latina las imposiciones neoliberales han fracasado a pesar de repetidas inundaciones de capitales en formas de créditos multimillonarios que no dejaron en sus países ni progreso ni desarrollo sino deudas masivas y más pobreza.
Para el neoliberalismo, solo el éxito económico cuenta como éxito. No obstante, este mito del éxito económico ni siquiera ha tenido éxito en la economía de los países colonizados por el mito del éxito económico. No, por el contrario, se insiste en “el probado fracaso” de sus otras opciones apuntando a países acosados, bloqueados y en ruinas, lo cual es un patrón de acción y de narración política.
América Latina es parte de esta ola que, a falta de mejor nombre, se suele denominar neoliberalismo. Esa ola que arrasa, quema y destruye cualquier malla de contención social y ambiental hasta poner en riesgo la propia supervivencia planetaria y cuyas consecuencias económicas y sociales volvemos a presenciar en todo el continente como una historia que se repite de forma cíclica.
Si bien en estos días la atención está mayormente concentrada en el vergonzoso estado de sitio en Ecuador y la consecuente represión de las movilizaciones contra las medidas antipopulares del gobierno de Lenín Moreno, una amplia mayoría de países vive en estado de permanente amenaza e incertidumbre al mismo tiempo que los inversores presionan, amenazan y aumentan sus ganancias.
No habrá que soslayar que mientras escribimos estas líneas la respuesta gubernamental ecuatoriana viene cobrándose muertos, heridos y detenidos y aún inciertos por el ejercicio de la censura y el toque de queda. Pero las movilizaciones que comienzan a resistir esta crisis humanitaria, producto de políticas adulatorias del poder mundial y generadoras de miseria, se extienden de norte a sur. Como en Colombia (sede de la mayor cantidad de bases militares de Estados Unidos en el hemisferio y sede del narcotráfico mundial y del paramilitarismo impune) se opone al único proceso de paz concreto propuesto en cincuenta años. Como en Perú, donde idéntico desconocimiento mutuo entre dos poderes fundamentales del Estado (ejecutivo y legislativo), es considerado una opinable cuestión constitucionalista mientras que en Venezuela (no se lea este manifiesto como un apoyo a su gobierno) la mafia hegemónica llama a la intervención militar. Argentina vive envuelta en piquetes frente a la aceleración exponencial de la pobreza y el endeudamiento súbito, mientras en Chile y en Brasil se sigue profundizando la inequidad social, la desprotección, el narcotráfico y la violencia civil y policial que ya amenazan hasta países como Uruguay por razones de proximidad.
Diferentes procesos electorales aún están pendientes en Argentina, Bolivia y Uruguay en lo que resta del año. Otros seguirán en los años por venir. La disyuntiva continúa siendo entre la narrativa del uno por ciento (el autoritarismo de las élites, el militarismo reaccionario, el odio de los racistas, de los nacionalistas, de los clasistas, del machismo que se resiste a ceder paso, del neomedievalismo, de la destrucción del medio ambiente a cambio de unos dólares) y la construcción de una democracia progresiva, solidaria, no consumista, que ponga el énfasis en el ser humano y no en las riquezas de unos pocos a costa de unos muchos. Una sociedad capaz de construir un mundo para todos y no sólo para una minoría elegida por un dios que nunca la eligió.


Por: Noam Chomsky
Fuente del artículo: https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2019/10/13/noam-chomsky-sobre-la-crisis-del-neoliberalismo-en-ecuador-2467.html


viernes, 18 de octubre de 2019

AULA DE PAPEL / EDUCACIÓN CRÍTICA


Para la reconstrucción del país, necesitamos una educación verdaderamente crítica, que combata la colonización de las mentes, la imposición de un pensamiento único, los autoritarismos y dogmas. La educación debe orientarse a formar personas críticas, capaces de pensar con su cabeza, de pensar el país y el mundo para poder contribuir a transformarlos. Como pensaba Paulo Freire, “la función principal de la educación es formar personas libres y autónomas, capaces de analizar la realidad que les rodea, y transformarla mediante su participación libre y responsable”.

Educar supone formar hombres y mujeres pensantes y reflexivos, con cabezas bien formadas, capaces de analizar y enfrentar los problemas económicos, sociales, éticos y políticos que nos castigan sin misericordia. Hoy no es suficiente enseñar a conocer: hay que enseñar a razonar y argumentar. Pareciera que algunos, como ya lo denunciara Unamuno, utilizan la cabeza como los toros: para embestir y no para pensar y reflexionar.
Crítica que debe ser autocrítica permanente como medio esencial para cambiar y transformarse. Autocrítica como medio para alcanzar la autonomía intelectual y moral. Nadie supera sus debilidades si no comienza por reconocerlas. En palabras de Pascal, “la grandeza de un hombre consiste en reconocer su propia pequeñez”. Autocrítica para aceptar y superar las limitaciones e incoherencias, que lleve a un testimonio coherente, valor esencial en estos tiempos de tanta retórica y palabrería, de tanto relativismo ético y doble moral.
En este sentido, sorprende la esterilidad intelectual de ciertas izquierdas en Venezuela. Parecen tener horror a la verdad, se quedaron anclados en los años sesenta y viven de espaldas a la realidad, recitando los viejos slogans de siempre. Su ideología es un cristal deformante que les ciega para ver la realidad y les lleva a justificar toda clase de aberraciones morales. Necesitan un baño de realidad que les haga entrar en una profunda crisis de conciencia. Si en verdad desean contribuir a la transformación política y social, deberían comenzar por ejercer la crítica desprejuiciada y valiente. ¿Cómo pueden seguir defendiendo este desastre y este caos? ¿De qué socialismo están hablando cuando aquí se ha impuesto el más brutal capitalismo de Estado que nos ha impuesto un paquetazo del neoliberalismo más salvaje que consiste en liberar y dolarizar los precios y mantener salarios de miseria, hasta el punto que ha barrido con el valor del trabajo y del ahorro?
Para gestar la educación crítica, necesitamos educadores que promuevan el análisis crítico de programas, discursos, propagandas, propuestas y hechos; de las actitudes autoritarias, dogmáticas, o vacías de significado. La pregunta y la duda, más que la respuesta, constituyen lo medular en los procesos educativos. Tener preguntas es manifestar hambre de aprender. En consecuencia, la educación, más que enseñar a responder preguntas, debe enseñar a preguntar respuestas. Es lo que repetía Simón Rodríguez: “Enseñen a los niños a ser preguntones, para que pidiendo el porqué de lo que se les manda hacer, se acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos”. También resultan iluminadoras las palabras de ese gran maestro cubano, José Martí: “Como la libertad vive del respeto y la razón se nutre de lo contrario, edúquese a los jóvenes en la viril y salvadora práctica de decir sin miedo lo que piensan y oír sin ira ni mala sospecha lo que piensan otros”.


Por: Antonio Pérez Esclarin.
Fuente del artículo: https://diariodelosandes.com/site/aula-de-papel-educacion-critica/

miércoles, 16 de octubre de 2019

¿POR QUÉ LA ÉTICA Y LA FILOSOFÍA SON FUNDAMENTALES EN LA EDUCACIÓN?


En esta entrevista, la catedrática de la UAH, Stella Villarmea, habla sobre la importancia de la ética y la filosofía para el desarrollo del individuo.
Los retos de la era digital, la sociedad de la (des)información, los avances en biotecnologías y el desafío de las crecientes desigualdades parece que hace necesario que adolescentes y jóvenes dispongan de herramientas que les proporcionen autonomía y capacidad de decisión y, en este sentido, materias como la Filosofía o la Ética se presentan como instrumentos importantes para ofrecer una formación integral a los alumnos. Y esa parecía la intención, tras el acuerdo adoptado en el mes de octubre por la Comisión de Educación del Congreso, aplaudida por la Red Española de Filosofía (REF). No obstante, en el anteproyecto de ley que, en principio, queda paralizado por la convocatoria de elecciones, la asignatura de Ética de 4º de la ESO desaparece del programa obligatorio y eso cae como un jarro de agua fría entre los defensores de estas materias, entre los que se encuentra la catedrática de la UAH.

-¿Qué ha ocurrido, profesora, para que se rompa lo que parecía un consenso?
-El pasado otoño la Comisión de Educación del Congreso dio luz verde a la aplicación de un ciclo formativo obligatorio en Filosofía durante el último curso de la ESO y los dos cursos de Bachillerato. Un acuerdo aplaudido por muchos sectores de la sociedad, incluida la REF, a la que pertenezco. El anteproyecto de ley educativa que se estaba elaborando no contempla la asignatura de Ética como materia común y obligatoria en 4º de la ESO, tras la consideración de enmiendas del Consejo Escolar del Estado. Se ha roto el acuerdo parlamentario inicial y se está dando marcha atrás.
-¿Qué implicaciones tendría esa medida?
-Eso implicará que, por ejemplo, los estudiantes que no opten por el Bachillerato y elijan estudiar Formación Profesional no tendrán nunca la experiencia de reflexionar con rigor filosófico sobre el concepto de autonomía y sobre el mismo problema de la libertad. Me parece muy grave. La Red española de Filosofía está instando al Gobierno a que la ética vuelva a ser materia común en la Enseñanza Obligatoria. El valor del consenso político sobre la educación no debería desdeñarse ante los urgentes retos de la sociedad presente y futura.
-¿Qué aporta la Filosofía y la Ética en estas edades, en las que el pensamiento y las ideas van tomando forma?
-La presencia de una asignatura común de Ética en 4º de la ESO es necesaria e imprescindible, puesto que la enseñanza obligatoria debe incluir, como contenidos filosóficos esenciales de la educación, la reflexión y el análisis crítico-racional sobre temas como el ser humano y su dimensión moral, el problema de la libertad, las nociones de deber, derecho y principio; la distinción fundamental entre lo moral, lo político y lo legal; el análisis del pluralismo de las concepciones del bien, una introducción a las teorías de la justicia,  la relevancia de la Ética pública y de la integridad personal, la igualdad de trato y la no discriminación y, finalmente, el valor de racionalidad del diálogo y los procedimientos deliberativos que dan soporte a la misma democracia.
-Desde 2013 en que Filosofía se convirtió en asignatura optativa, la matrícula en el Bachillerato ha caído un 80%. Si somos tan conscientes de su importancia, ¿por qué se ha producido este descenso tan importante?
-Pues precisamente por lo que la pregunta dice: porque solo se oferta como optativa en una de las ramas del Bachillerato, la de Humanidades, y no se oferta, ni siquiera como optativa, en las demás ramas del Bachillerato. No es que los estudiantes no la elijan, sino que no pueden elegirla porque ni siquiera se oferta. Y cuando se oferta, han de elegirla entre otras opciones… En esas circunstancias, no se puede interpretar el descenso de matrícula como falta de interés del alumnado sino como una carencia en la oferta educativa.
-¿Qué diría para convencer de que estas asignaturas tienen que ser obligatorias, profesora?
-Debemos convencer a nuestros dirigentes de que no solo están cometiendo un error educativo, sino también político al no dar valor al consenso sobre la Filosofía, tras la historia de los avatares del frustrado pacto educativo. El objetivo de la educación obligatoria es fomentar la autonomía y la responsabilidad de la futura ciudadanía. La Ética ha sido siempre una parte fundamental de la Filosofía, desde sus orígenes en la Grecia antigua, y debe ser impartida por el profesorado de Filosofía, como recomienda expresamente la UNESCO. Requiere, finalmente, de una dotación horaria suficiente que permita dotarla de rigor y seriedad. Necesitamos restituir la dignidad de la Filosofía en el sistema educativo y la opinión pública nos es favorable.




Por: Universidad de Alcalá Portal de Información.

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