miércoles, 27 de noviembre de 2019

COMBATIR LA DESIGUALDAD: MÁS EDUCACIÓN, MENOS BALINES


Por cada peso invertido en educación inicial, se obtienen hasta siete pesos de retorno a la sociedad, según constató James Heckman, Premio Nobel de Economía, una teoría que el laureado economista acaba de refrendar: “Invertir en la educación infantil es la mejor estrategia contra el crimen”, aseguró en una entrevista con BBC de mayo de este año. Al contrario, cuando esa inversión está ausente, no solo se restringen los retornos para la sociedad, sino que la desigualdad se vive desde la cuna y se mantiene a lo largo de la vida.

¿Qué pasa en Chile? El 25,6% de los menores de cero a 3 años vive en situación de pobreza multidimensional, lo que sitúa a nuestro país entre los ocho con mayor pobreza infantil entre los 36 miembros de la OCDE. Esta cifra -de la encuesta Casen 2017-, alcanza niveles del 32% en La Araucanía, un 31,2% en Tarapacá y un 29,9% en Los Lagos, generando efectos no solo cognitivos, sino también emocionales y conductuales que los acompañarán de por vida.
Estudios de la neurocientífica de la Universidad de Columbia, Kimberly Noble, han comprobado que la pobreza genera efectos cerebrales en los niños, que inciden directamente en las áreas que procesan el lenguaje y gobiernan los controles de impulsos. Al otro lado, los trabajos de campo realizados por Heckman constatan que los niños que asisten a programas de educación en primera infancia de alta calidad, “en el futuro tienen más posibilidades de estar empleados y muchas menos de haber cometido crímenes”, añadiendo que el retorno social de esta inversión es del 13% anual compuesto considerando no solo el aumento de la escolaridad o el desempeño escolar, sino también la reducción de costos en áreas como refuerzo escolar, salud y los gastos del sistema penal.
¿Qué está haciendo el Estado al respecto? En 2018, el presupuesto total en educación parvularia del Ministerio de Educación fue de US$ 1.311 millones, esto es menos de la mitad de los US$ 3.032 millones de aporte fiscal a la educación superior, según cifras de la Dipres para ese año. ¿Por qué invertimos menos de la mitad en educación parvularia si sabemos científicamente que es donde por lejos está la mayor rentabilidad social? Probablemente sea porque su rentabilidad política de corto plazo no es muy alta.
Si bien el último tiempo el Estado ha buscado incrementar la cobertura y financiamiento de las salas cunas y jardines infantiles, otro grave problema que enfrentamos es que apenas tres de cada diez niños en etapa preescolar asisten a estas entidades y el 72% de quienes no van, lo hacen porque sus padres creen que “los cuidan mejor en casa”, según la misma encuesta Casen. Por ello, si queremos cambiar el futuro de Chile invirtiendo en primera infancia debemos ampliar la oferta a las familias, por ejemplo estando en sus casas y trabajando con sus padres como principales educadores para sumarlos a la formación integral de sus hijos.
La realidad actual ha demostrado que niños sin educación ni vínculos emocionales sólidos en los primeros años de vida, propenden a tener una mayor tasa de deserción escolar y se transforman en jóvenes más vulnerables y propensos a delinquir.
Del estallido social reciente no hay cifras públicas respecto del nivel de vulnerabilidad de los detenidos ni menos de su escolaridad. Lo que sí sabemos es que el 78% de los 13.300 arrestados por desórdenes o saqueos tiene detenciones previas -según cifras al 15 de noviembre-, un 11% son menores de edad y en Valparaíso desde el inicio del estallido social al 7 de noviembre se registraban 46 detenciones, donde la mitad era de jóvenes que habían pasado o se encontraban siendo intervenidos por el Sename.
Todo esto refleja la existencia de un grupo importante de personas a las que les ha faltado -al menos- amor, educación, contención, red de apoyo y que hoy están en las calles.
¿Qué hacer? Más allá de las medidas que esperamos puedan tomar las autoridades, como incorporar programas de primera infancia en la llamada Agenda Social e instalarla como un tema prioritario y decisivo para el Estado, quienes participamos en el mundo económico y empresarial también debemos asumir un rol protagónico en cambiar esta realidad.
Así como una parte creciente del empresariado ha tomado el liderazgo en disminuir las brechas salariales y derechamente incrementar los sueldos mínimos de las empresas, es necesario que también no olvidemos a los niños, porque es en esta etapa cuando realmente podemos combatir la raíz de las desigualdades y de cuyo futuro depende la paz social de nuestro país en las décadas venideras.
En concreto, es necesario poner en la discusión gremial estas ideas de inversiones sociales de largo plazo, como por ejemplo, impulsar programas de educación en la primera infancia, para que así -en el futuro- las necesarias discusiones y discrepancias que tengamos en torno a la sociedad chilena se den con mayor educación y menos balines.


Fuente del artículo: https://www.latercera.com/pulso/noticia/combatir-la-desigualdad-mas-educacion-menos-balines/912796/

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Entrenar el pensamiento crítico: un arma eficaz para detectar ‘fake news’

Jordi Nomen, profesor de Filosofía en la Escuela Sadako de Barcelona, cree que es muy importante entrenar el pensamiento crítico en clase, puesto que a través de él los estudiantes serán capaces de detectar las ‘fakes news’: informaciones llenas de falacias. Para hacerlo en el aula, propone un juego de investigación.

En una sociedad tecnológica y compleja es necesario enseñar a los estudiantes a pensar por sí mismos de manera crítica, autónoma y creativa. Solo así aprenderán a adaptarse a los cambios y a transformar la actualidad de manera pacífica y respetuosa democráticamente. por ello, es muy importante entrenar el pensamiento crítico desde las aulas.
En el futuro necesitarán habilidades para operar con los conocimientos disponibles y para que sepan comprometerse en construir un mundo mejor.
El sociólogo Zygmunt Bauman ha caracterizado nuestra época como un ‘tiempo líquido’ (flexible y cambiante), frente a otros tiempos pasados más ‘sólidos’. Explicó que las estructuras sociales no permanecen en el tiempo, dejándonos enfrentados a un mundo sin referencias seguras en el que reina la incertidumbre. En medio de todo este proceso, es necesario educar con sentimiento y sabiendo que lo que necesita la sociedad son ciudadanos críticos que sean capaces de liderar una transformación social hacia un mundo más libre y justo.

Evitando las falacias
Para entrenar el pensamiento crítico es necesario enseñar a los estudiantes a esquivar las falacias: esas ideas que adoptan la apariencia de argumento y que inducen a afirmar o negar una idea que no está justificada de forma correcta y que aparecen en forma de ‘fake news’ en los medios de comunicación y las redes sociales. Esta figura forma parte de la lógica informal: la que forma parte del discurso persuasivo. Pero, para entenderlas mejor, presento algunos ejemplos que a menudo se quieren hacer aparecer como argumentos persuasivos en el discurso de los medios y, habitualmente, generan mucho impacto en la opinión pública.
Para entrenar el pensamiento crítico es necesario enseñar a los estudiantes a esquivar y diferenciar las falacias: ideas que adoptan la apariencia de argumento que inducen a afirmar o negar una idea no justificada de manera correcta. Aparecen diariamente en los medios de comunicación y en las redes sociales en forma de ‘fakes news’ y tienden a crear mucho impacto en la opinión pública y a guiarla en una determinada dirección. Por ello, es necesario que se dedique parte del tiempo de la educación a analizar de forma consciente los medios y las redes sociales. Algunos ejemplos muy comunes que llevamos interiorizados es cuando se apela a la tradición o a la mayoría para analizar los pros y los contras de una determinada medida. O cuando se recurre a la amenaza, el miedo o la lástima en lugar de a la fortaleza de la opinión.

Fuente
https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/entrenar-el-pensamiento-critico-un-arma-eficaz-para-detectar-fake-news/116683.html

martes, 19 de noviembre de 2019

MARCHA EN CHILE PARA PEDIR QUE LA EDUCACIÓN DEJE DE SER UN “BIEN DE CONSUMO”

Miles docentes y estudiantes marcharon este lunes por el centro de la capital chilena para pedir que la educación deje de ser un “bien de consumo” y se convierta en un servicio “gratuito y de calidad”, cuando el estallido social que vive el país suramericano entra en su cuarta semana.

“En este despertar del país, la educación ha estado en el centro de las demandas.
La gente reclama que deje de ser un bien de consumo, de mercado, y que sea un derecho social”,
afirmó el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar,
quien aseguró que las protestas “no se van a detener hasta que en Chile haya un cambio real”.



Fuente de la noticia: https://www.efe.com/efe/america/sociedad/marcha-en-chile-para-pedir-que-la-educacion-deje-de-ser-un-bien-consumo/20000013-4108549

martes, 12 de noviembre de 2019

CARA, ELITISTA Y “ANGUSTIANTE”: LA EDUCACIÓN, CENTRO DE LOS CONFLICTOS SOCIALES EN CHILE


El Crédito con Aval del Estado es un dispositivo financiero que calza perfectamente con el modelo neoliberal instalado en Chile, y es el centro de la ira de los manifestantes
Créditos equivalentes a préstamos inmobiliarios, matrículas exorbitantes y un sistema de endeudamiento organizado por el Estado: la educación ha estado en el centro de los conflictos sociales que se han sucedido en Chile a lo largo de los últimos 30 años.
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“Actualmente yo no sé cuánto debo, porque con los intereses debo más del monto total que costaba la carrera. Va sumando y sumando y tuve que contratar un crédito para pagar los intereses de mi primer crédito”, dijo a la AFP Paulina Gómez, una periodista de 34 años.
Dos semanas después del comienzo de las protestas en el país, durante una reunión ciudadana —como tantas que tienen lugar todos los días en Santiago— sobre el tema del endeudamiento estudiantil, los testimonios se suceden y pintan el mismo cuadro: relatos de deudas de varias decenas de miles de dólares que crecen como consecuencia de tasas de interés que asfixian a los jóvenes.
Aval del Estado
“A finales de los años 90, los recursos del Estado eran insuficientes para los estudios, lo que generó este endeudamiento”, explica Gonzalo Muñoz, especialista en educación y profesor en la Universidad Diego Portales.
Fue en esa época en la que nació el CAE (Crédito con Aval del Estado), un dispositivo financiero que calza perfectamente con el modelo neoliberal instalado en Chile y que es el centro de la ira de los manifestantes.
Guillermo Jobia, un jurista de 24 años recientemente recibido, dijo a la AFP que pagó por estudiar el equivalente a “una casa”, y eso siendo becario. “Estoy endeudado hasta 20 millones de pesos (unos US$ 27,000) y creo que no voy a terminar de reembolsarlo, a menos que gane… no sé, una cosa imposible aquí”.
La mayoría de los jóvenes chilenos trabajan durante su formación, pero en empleos precarios de baja remuneración en un país en el que el salario mínimo es de unos US$ 420.
Gunther Birchmeier, de 30 años, no conseguía, con sus trabajos como camarero o empleado de supermercado “por las noches o los fines de semana”, reunir los 500 euros mensuales que costaba su facultad. “La universidad me bloqueó y no podía seguir estudiando”, cuenta.
Hace cinco años que rembolsa los préstamos que recibió, y le “quedan 15”. Y además, “tienes que ver el tema de los intereses, porque una cosa es lo que te prestaron y otra es con el interés. Me prestaron 10 millones (unos US$ 13,300) y estoy pagando como 20 millones, 100% más”, calcula. Como empleado en una empresa de ciberseguridad, Gunther carece de todo ahorro. “Estoy atrapado. Si me despiden, no tengo nada”.
Angustia
A Paulina la agencia encargada del cobro de las deudas la “acosa” con cartas y llamados telefónicos, incluso en su lugar de trabajo. “Actualmente no pago, porque no tengo la liquidez y si pagara tendría que pagar solo los intereses, que son más o menos 5 millones de pesos”, unos US$ 6,700.
“Los políticos de este país que se pongan los pantalones y que nos den una solución definitiva para acabar con esta angustia, porque es una angustia el tener que privarte de otras cosas para poder pagar esto, una cuestión de nunca acabar”, reclama.
Hoy Paulina está preocupada por los estudios de su hijo de 10 años. “En Chile la enseñanza pública es horrible: 40 alumnos por clase con una sola maestra. Vamos a apretarnos el cinturón para que pueda ir a una escuela privada…”.
La educación en Chile es como una serpiente de mar que reaparece con cada movimiento social desde el fin de la dictadura, en 1990, como sucedió en 2006 con la “rebelión de los pingüinos”, así llamada por la corbata azul y la camisa blanca del uniforme de los liceos.
“Los más jóvenes tendrán otras condiciones”, piensa Muñoz. “Estas dificultades afectan a quienes terminaron sus estudios en los últimos 15 años. El sistema Bachelet cambió las cosas”.
En 2015, durante su segundo mandato presidencial (2014-2018), Michelle Bachelet permitió a los jóvenes más pobres (el 60% más modesto) acceder gratuitamente a los estudios universitarios. La ley acabó además con un sistema de selección impuesto para poder ingresar a los colegios públicos.


Fuente de la noticia: https://gestion.pe/mundo/chile-cara-elitista-y-angustiante-la-educacion-centro-de-los-conflictos-sociales-en-chile-noticia/


martes, 5 de noviembre de 2019

LA EDUCACIÓN ES FOCO DE CONFLICTO SOCIAL EN CHILE


Créditos equivalentes a préstamos inmobiliarios, matrículas exorbitantes y un sistema de endeudamiento organizado por el Estado: la educación ha estado en el centro de los conflictos sociales que se han sucedido en Chile a lo largo de los últimos 30 años.
“Actualmente yo no sé cuánto debo, porque con los intereses debo más del monto total que costaba la carrera. Va sumando y sumando y tuve que contratar un crédito para pagar los intereses de mi primer crédito”, dijo Paulina Gómez, periodista de 34 años.

Dos semanas después del comienzo de las protestas en el país, durante una reunión ciudadana -como tantas que tienen lugar todos los días en Santiago- sobre el tema del endeudamiento estudiantil, los testimonios se suceden y pintan el mismo cuadro: relatos de deudas de varias decenas de miles de dólares que crecen como consecuencia de tasas de interés que asfixian.
Aval del estado
“A finales de los 90 los recursos del Estado eran insuficientes para los estudios, lo que generó este endeudamiento”, explicó Gonzalo Muñoz, especialista en educación y profesor en la Universidad Diego Portales.
Fue en esa época en la que nació el CAE (Crédito con Aval del Estado), un dispositivo financiero que calza perfectamente con el modelo neoliberal instalado en Chile y que es el centro de la ira de los manifestantes.
Guillermo Jobia, un jurista de 24 años recientemente recibido, dijo a la AFP que pagó por estudiar el equivalente a una casa, y eso siendo becario. “Estoy endeudado hasta 20 millones (unos 27.000 dólares) y creo que no voy a terminar de reembolsarlo, al menos que gane, no sé, una cosa imposible aquí”.
La mayoría de los jóvenes chilenos trabajan durante su formación, pero en empleos precarios de baja remuneración en un país en el que el salario mínimo es de unos 420 dólares.
A Paulina la agencia encargada del cobro de las deudas la acosa con cartas y llamados telefónicos, incluso en su lugar de trabajo. “Los políticos de este país que se pongan los pantalones y que nos den una solución definitiva para acabar con esta angustia”, reclama.
Hoy, Paulina, está preocupada por los estudios de su hijo de 10 años. “En Chile la enseñanza pública es horrible: 40 alumnos por clase con una sola maestra”.
La educación en Chile es como una serpiente de mar que reaparece con cada movimiento social desde el fin de la dictadura, en 1990, como sucedió en 2006, con la rebelión de los pingüinos.


Fuente de la noticia: https://www.laopinion.com.co/mundo/la-educacion-es-foco-de-conflicto-social-en-chile-186540#OP

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