Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo, escuchamos mucho
de él y le conocimos por medios de sus importantes artículos antisistémicos en
las que devela las distintas formas de poder y dominación del imperialismo y su
política neoliberal que impone sus ideologías y, en consecuencia, alienan las
subjetividades de las sociedades.
Es cubano de nacimiento y formación, pero también
se considera oaxaqueño-mexicano, ya que en estas tierras ha aprendido a
vivenciar todo lo que, en su formación académica, conoció.
Asimismo, por su intervención en la construcción
del Proyecto de Educación Alternativa (PEA) de la Sección VII del SNTE-CNTE en
el estado de Chiapas, México, entre otros, que se lleva a cabo actualmente.
Su insistencia por crear y formar comunalidad ha
sido el énfasis en la construcción de éstos proyectos, con el fin de
contrarrestar los embates del sistema hegemónico en el poder.
Es Licenciado en Educación en la Especialidad de
Física y Astronomía, máster en Investigación Educativa y Doctor en
Ciencias pedagógicas por el Instituto Superior Pedagógico “José de la Luz y
Caballero” en Holguín, Cuba. Actualmente residen en Oaxaca, México y
trabaja conjuntamente a la CNTE en la construcción y desarrollo de proyectos
educativos contra-hegemónicos.
Miguel Erasmo, ¿Cómo llegó a la educación crítica y
contestataria y, a la lucha gremial y social? Cuéntenos un poco su historia de
vida.
Mi formación como pedagogo se desarrolla completamente
en la isla de Cuba.
Yo llego a la pedagogía crítica, bueno, la
pedagogía que yo considero crítica desde que comienzo mis estudios
universitarios en el año 1989 en el Instituto Superior Pedagógico “José de la
Luz y Caballero, en la provincia de Holguín, Cuba. Porque yo estoy convencido
que la escuela cubana es una muestra de lo que una escuela crítica debe hacer
cuando está al centro de la “Batalla de Ideas” contra el imperialismo. La
escuela cubana, en todos los niveles, representa la lucha de David frente a
Goliat. La educación cubana ha sabido mejorar permanentemente su educación
dentro de unas enormes carencias materiales impuestas desde fuera por el
bloqueo imperialista.
La pedagogía cubana, que comúnmente no es
considerada como crítica, me enseñó un sentido permanente del antimperialismo y
el internacionalismo. “Patria es humanidad”; esta idea martiana es un faro que
guía la formación ética de la escuela cubana. La vocación martiana por los
pobres es, creo yo, un claro antecedente de la teología de la liberación y las
pedagogías críticas de los siglos XX y XXI.
El pensamiento de Fidel Castro es otro referente de
la pedagogía cubana que yo considero crítica. Fidel, desde sus inicios imprimió
a la educación un sello único; su manera personal de argumentar, de debatir, de
educar al pensamiento político del joven pueblo en revolución; su ética
personal, su humildad; todo ello participó de la transformación educativa
nacional. La existencia actual de miles de jóvenes de todo el mundo estudiando
en la isla y del Contingente Médico “Henry Reeve” constituyen pruebas del éxito
de esta visión sociológica fidelista de la educación.
La relación escuela y trabajo que Cuba hereda
directamente del pensamiento de Martí es otro de los fundamentos básicos de una
manera nueva de entender la educación en este hemisferio. No olvidemos que
hablamos de una educación que comienza a transformarse inmediatamente después
del primero de enero de 1959. La campaña de alfabetización y los asesinatos de
maestros en Cuba y Nicaragua resultan evidencias de que el imperialismo veía en
aquella educación un enemigo formidable al que había que destruir.
Llegué México en el año 2008 e inmediatamente me
incorporo a trabajar con los compañeros que luchaban desde el SNTE-CNTE en la
construcción de propuestas educativas alternativas a las imposiciones que
emergían del neoliberalismo radical de los gobiernos Fox, Calderón y luego
Peña. La experiencia mexicana me hizo madurar en direcciones desconocidas para
mí. Por ejemplo, defender al marxismo desde Cuba es muy cómodo, defenderlo acá
es un reto enorme. Mucha gente se considera de izquierda y reniegan de Marx.
Creo que lo que pasa es que se le desconoce, el efecto de la propaganda enemiga
ha sido letal. En Cuba la unidad se cuida como oro, acá debes luchar por unir;
todo el tiempo estás dedicado a ello, comenzado por los que están más cerca.
Los intelectuales tenemos la tendencia arrogante a separarnos por nimiedades
cosas que un campesino o un obrero no harían jamás. Es por ello que considero que
he crecido mucho como persona y como intelectual desde que llegué a esta
hermosa tierra. Tengo más conciencia de mí y de la importancia regional de la
revolución cubana ahora que cuando estaba en la isla. Aquella frase martiana de
que “Cuba, al salvarse salva” tiene hoy para mí un sentido totalmente diferente
al que tenía.
¿Cuáles considera que son los elementos más
significativos de la crisis educativa en el estado de Oaxaca, en México y en
toda América Latina?
Me referiré a tres retos sin que pretenda agotar el
tema ni priorizar uno sobre otros.
Creo que la crisis de la educación no debe ser
analizada independientemente de la crisis del sistema imperialista neoliberal.
Primero porque la escuela pertenece a una época y a un contexto histórico
concreto. La escuela que heredamos de Prusia y; en el caso mexicano, del
sistema lancasteriano: católico apostólico y romano; se ha transformado según
las urgencias de cada momento histórico, pero siempre ha estado al servicio de
intereses hegemónicos del grupo opresor.
No podemos dejar de reconocer que toda revolución
que pretenda superar la pobreza en América Latina se enfrentará,
inevitablemente, al imperialismo norteamericano; en primer lugar, éticamente.
Siempre que en este hemisferio se quiso paliar el hambre del pueblo (que
constituye un serio problema ético) sufrimos las intervenciones de los EUA para
impedirlo. Los ejemplos son muchísimos.
Por ello considero que un reto fundamental
de la escuela y, en consecuencia, la mayor crisis de la que la aqueja es su
falta de objetivos éticos antimperialistas; hablo de una ética contraria al
despojo. Nos han conducido hacia una educación castrada éticamente en la que se
improvisan los valores del imperialismo neoliberal del despojo sin que se pueda
salir del atolladero.
Otro reto sería coordinar la educación
antimperialista con la defensa de las culturas madres en peligro
de desaparición e ignoradas, incluso, por los revolucionarios. Pero fíjate, no
separaría una cosa de la otra. No creo que sea posible asumir un indigenismo
congruente sin que este sea, al mismo tiempo, antimperialista. Lo mismo creo
para la educación crítica en esta parte del mundo.
El último reto, y creo que el más difícil, sería
educar desde y para la necesaria unidad. Siempre nos ha derrotado la
falta de unidad frente al enemigo común que nos desprecia. Si buscas los
valores que el capitalismo nos sirve en sus proyectos educativos nunca
encontrarás a la unidad como un valor. Por el contrario, encuentras la
laboriosidad, la honestidad; entre otros. Fíjate; la más deshonesta forma de
vivir, que es el capitalismo neoliberal; nos propone la honestidad como valor a
educar en las escuelas. Nos proponen la no violencia mientras asesinan a los
luchadores sociales.
Y es esta situación de crisis total; las izquierdas
se separan por tener ideas diferentes. Tenemos el mismo enemigo y nos
distanciamos por ideas. Nos están aniquilando y unas teorías nos alejan unos de
otros. Y esas teorías que nos debilitan en la unidad ¿Quién crees que las
origina y divulga?
Yo mismo he sido víctima de estos provincianismos.
Por pensar diferente respecto a la 4T, algunos viejos camaradas dejaron de
dirigirme la palabra, me vieron como un traidor.
Sigo creyendo que la 4T es una excelente
oportunidad histórica para que todas las izquierdas mexicanas busquen la
definitiva unidad histórica que nos ha faltado. Y creo, además, que esto debe
ser buscado, desde el trabajo pedagógico aniquilando de una vez la meritocracia
y el distanciamiento cognitivo instrumental.
Miguel Erasmo, ¿La relación entre los gobiernos y
los gremios en Oaxaca y en el país es fluida? ¿Por qué?
Considero que, por desgracia, La relación entre
gobierno y gremios educativos en México y Oaxaca siempre ha estado a merced de
personajes y no de estrategias. Por ejemplo, algunos sindicatos, históricamente
muy aguerridos, de momento; cuando cambian sus líderes, son opacados y se
tornan reactivos y a destiempo. Luego descubres que alguien se vendió. El
imperialismo no ceja en su tarea de dividir y comprar sindicatos y líderes:
estudia, analiza, conoce y luego actúa. Con eso hace mucho daño.
Por otro lado, la CNTE, que es probablemente, el
sindicato más aguerrido y consciente de este país con una praxis histórica de
lucha y resistencia formidable no logra unirse totalmente frente a las
embestidas de los gobiernos en turno para hacer una propuesta educativa unificada
frente a los modelos neoliberales. Cuando indagas, lo primero que te
responden es que no es posible hacer una propuesta educativa universal porque
somos muy diferentes. Se confunde el nivel macro con el micro. Se cree,
erróneamente, que el diseño curricular no puede hacerse desde y para la
diversidad y ser, a la vez, general. Nos arrebataron la dialéctica marxista con
sus categorías y ahora no podemos asumir en una misma idea a los singulares con
lo universal. Que no podamos asumir la diversidad dentro de una misma
propuesta educativa universal es parte de los que el sistema desea que seamos
porque justifica una mortal desunión teórica y práctica.
Por eso pienso que el falso discurso de defensa a
las diversidades nos ha hecho mucho daño en la búsqueda de la unidad frente al
enemigo común. Cuando lo diverso entra en conflicto con la necesaria unidad,
quiérase o no, sirve al enemigo histórico de nuestros pueblos. Resulta
que ahora, para algunos, no es posible ser mujer, homosexual y marxista a la
misma vez sin traicionar al posestructuralismo post- moderno.
En la escuela ocurre algo similar: aguzamos la
vista para ver las diferencias (discurso muy caro al neoliberalismo) y se nos
pierde el horizonte humano que nos une. “Patria es humanidad” nos decía Martí y
esto significa, entre otras cosas, que son más las identidades que las
diferencias. Si no salvamos a la humanidad tampoco salvaremos a las mujeres o a
cualquier otro grupo que se declare el centro del debate momentáneo.
Hoy mismo, por ejemplo; con un gobierno con
tendencia izquierdista, que desarrolla acciones a favor de los pobres, tenemos
un secretario de educación que lejos de ayudar entorpece cualquier diálogo.
Este secretario de educación debe ser por mucho el más grave error de esta
propuesta denominada 4 T, que considero muy buena, en lo general.
Para culminar creo que los sindicatos deben basar
su relación con los diferentes gobiernos en estrategias más propositivas y
menos reactivas.
Los educadores de Michoacán en unidad con el Centro
de Estudios RIUS, muy acertadamente desde mi punto de vista, se han montado en
este momento histórico y están construyendo una educación crítica.
Como pedagogo crítico ¿considera que la formación
inicial y continua de les docente corresponde a las necesidades del país y los
desafíos pedagógicos del siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuáles serían sus propuestas?
No lo considero. El estado imperialista neoliberal
nunca dejará en manos de los oprimidos el proceso de formación docente. Quien
mueva los hilos de la escuela y los educadores moverá, en alguna medida, las
respuestas históricas de los ninguneados.
La formación del profesional es fundamental en
cualquier proceso de transformación social, más, si se trata de educadores.
No es casual que miles de profesionales cubanos
salgan cada año a brindar servicios a los más oscuros rincones del mundo, allí
en aquello lugares en los que el imperialismo norteamericano envía bombas; Cuba
envía médicos, maestros y entrenadores deportivos. Ello es resultado de un tipo
de educción y de un especial educador: la herramienta de este educador es su
conciencia política.
Ahora deseo hacer una muy importante aclaración.
Mucha gente se pregunta cuál es el modelo de educación cubano en un intento
inútil de encontrar principios psicológicos o educativos que ameriten un premio
nobel. Nada más alejado de la realidad. El secreto de la educación cubana es el
más divulgado y calumniado de toda la historia. Cuba tiene una educación
socialista. La educación cubana es consecuente con el pensamiento ético
de Martí, de Marx y de Fidel Castro. Es la voluntad política de educar al
pueblo en el libre pensamiento, en la conciencia histórica, en el
antimperialismo y el internacionalismo lo que hace de la educación cubana algo
tan exitoso. La educación cubana no es exitosa en los mismos rubros de Harvard.
La educación cubana es martiana, antimperialista e internacionalista. En Cuba
no se incluye la diferencia porque todos tienen derecho a educarse y todos
significa eso: TODES.
Considero, por ejemplo, que el normalismo mexicano
es un modelo que debemos defender porque constituye en la teoría y la praxis un
tipo diferente de educación frente a la propuesta enajenante del sistema. Las
normales constituyen un modelo educativo para todos los niveles por su
intransigencia crítica frente a todas las formas de opresión.
Existen en México muchas propuestas educativas que
deben ser retomadas si queremos pensar en un modelo nacional: Chiapas,
Michoacán, Oaxaca, entre otros estados; se han dado a la tarea de construir
propuestas que parten de sus realidades y se enfrentan, en primer lugar,
éticamente, al sistema.
¿Qué ha significado el confinamiento por el
Coronavirus COVID-19 en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas
tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación? ¿Por
qué?
El coronavirus es una experiencia radical para
todas las personas del planeta no solo para la escuela. Estamos viviendo lo que
Michel Foucault estudió en “Vigilar y castigar”. Estamos vivenciando los
efectos reales del panóptico. Ya el panóptico estaba, pero nunca fue tan
evidente, tan descarado. Es claro que una institución como la escuela que
funciona sobre la base de asistir diariamente y desarrollar procesos cara a
cara se vea totalmente desorientada frente a esta drástica transformación de su
realidad.
Uno de sus problemas centrales es que no es posible
formar, educar, valores a través de la pantalla; los valores no se dictan, ni
se leen: se viven. A lo más que se puede aspirar la escuela hoy es a informar,
a instruir; y eso, con muchas dificultades porque las zonas de desarrollo
actual y próximo no entran, fácilmente, en la lógica digital. Estoy diciendo
que la escuela ha perdido, en esta nueva realidad, su función educativa y está
obligada a centrarse en la pura instrucción a medias. Si ya el instrumentalismo
del sistema nos hacía daño imagine cómo estamos en estos momentos.
Creo que dentro de sus históricas limitaciones el
estado mexicano ha respondido acertadamente a la pandemia: los datos hablan por
sí solos. Frente a la catástrofe europea y norteamericana los mexicanos hemos
navegado muy atinadamente; aun cuando debamos sufrir tristes pérdidas de
invaluables vidas humanas.
Creo, además, que la respuesta del Secretario de
Educación a esta situación ha sido la única posible, dadas sus propias
limitaciones personales y la poca visión de su modelo educativo. No debemos
esperar soluciones salomónicas de esta gente que dirige la educación: ellos no
están interesados en la descolonización. Harán lo más predecible y lo menos
trascendental en el sentido liberador. Por otro lado, ni todos los niñes tienen
acceso a las nuevas tecnologías, ni al capitalismo eso le preocupó nunca:
educar a un ninguneado no es su objetivo.
Si esta crisis sistémica y educativa, nos lleva a
algún mejor lugar será de la mano de los maestros que se sumen a la acción y se
atrevan a crear. La historia no es un carro que se mueva sobre raíles fijos y
predecibles; es un proceso que toma la dirección que los hombres unidos sean
capaces de darle. Los educadores pueden aprovechar este momento para
hacer la diferencia pero ello implica unidad, compromiso, inteligencia y
voluntad.
La educación en México es un desastre en todos los
sentidos. Si uno analiza por ejemplo los 14 principios pedagógicos descubre que
esta gente tiene unos treinta años de atraso teórico en cuanto a educación. Se
empantanan en el aprendizaje y no dan un paso más allá de ello. Luego dicen que
es un modelo integral.
El derecho a la educación en la historia mexicana
es la historia del despojo de los derechos. Cuando creamos la escuela pública,
universal y gratuita lo hicimos de espaldas a los pueblos originarios. Cuando
miramos los pueblos originarios para pensar la educación lo hicimos obviando
sus lenguas. Cuando asumimos su lengua nos olvidamos de su cultura.
No habrá derecho a la educación hasta que las
naciones originarias no sean reconocidas y tratadas como tales. México es
una nación de naciones y cada una de esas naciones deben pensarse
educativamente tomando como referente fundamental su cultura madre, su contexto
geográfico y sus urgencias históricas. Esta es una deuda que nunca hemos podido
pagar. No olvidemos que, todavía hoy, dentro de las propuestas de pedagogía
critica, algunos educadores llegan a las comunidades a imponer su lengua y su
cosmovisión.
El derecho a la educación no se agrava con el
covid-19 ya estaba grave, en coma total.
¿Cuál es la radiografía de las sociedades en el
confinamiento obligatorio y la ponderación de las virtualidades en la vida
cotidiana?
No debemos analizar el impacto del covid-19 al
margen del carácter histórico concreto de cada lugar. México ya tenía
experiencia en educación digital con las Tele Secundarias. Aun cuando se
conozca que muchas de ellas ni señal tenían. Cuba también tenía instalada clases
por la televisión nacional hace ya varios años. Experiencia ya había, ahora hay
que sistematizar y juntar la voluntad política para lograr salir de la crisis
lo mejor posible.
La red de redes es un mal necesario que debemos
aprender a domar. Nunca lo logramos con la televisión. Un mal, porque ya el
sistema imperialista neoliberal del despojo es ducho en manipulación e
implantaciones de ideas. Necesario, porque es inevitable.
Sabíamos del daño de la televisión y nunca
propusimos una asignatura escolar que preparara a los niñes para enfrentar la
deshumanización televisiva. Sabemos del daño de las redes y nos entretenemos
enseñando Excel y presentaciones con dibujos móviles. Es la moda el corta, pega
lee; y recibe el 10. Tenemos el reto de humanizar las redes y enseñarnos a
contrarrestar sus nefastos efectos tergiversadores y su vocación al
entretenimiento banal.
Por el momento las redes perteneces a Barrabás,
estamos perdiendo y debemos actuar con rapidez.
Estimado Miguel Erasmo, finalmente, desde las
pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿cuáles
serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un
proceso de transformación radical del sistema educativo?
Honestamente no creo que los sistemas educativos
puedan transformase radicalmente sin pensar en la toma del
poder. Aquello que piensan en la escuela como una institución, que, desde su
autismo pedagógico, es capaz de transformar a la sociedad están en un error
gravísimo. Usted puede tomar un mango ácido y hacer un delicioso dulce;
pero con ello el árbol no cambiará su naturaleza.
Ser radical, en el sentido marxista, es ir a la
raíz de los problemas. La raíz del problema educativo está en el sistema al que
esa escuela sirve porque es parida por él. No es posible que la escuela
deje su carácter reproductor. No digo que no se pueda hacer mucho por
mejorarla, no digo que no podamos oponernos y también resistir, ejemplos hay
muchos. Pero la trasformación radical de cualquier institución pública solo
llega con la transformación radical de la sociedad a la que pertenece.
A la educación capitalista hay que arrancarla de
raíz para que no quede nada de ella, pero para ello, debemos resolver primero
el problema del poder. Algunos utópicos no creen en el poder ni desean tomarlo:
dices poder y corren a esconderse del debate. Lenin se les antoja demasiado
radical. Con, pienso yo, no hacemos otra cosa que servir un mejunje teórico
condimentado con la ideología del neoliberalismo en una mesa de ideología
supuestamente izquierdistas.
El problema de la escuela está directamente
relacionado con el problema del poder. La respuesta de uno lleva a la respuesta
del otro.
No hacer algo es el peor de los errores. Hay que
mejorar la praxis pedagógica en función de la liberación, la descolonización y
el empoderamiento de todes. La escuela debe pensarse en el socialismo, o la
comunalidad o el zapatismo para actuar en consecuencia. La inconsecuencia
pedagógica nos aniquila, nos debilita y aleja la victoria. Debemos trabajar en
las redes, llenarlas de sentido. Nosotros tenemos un pequeño canal pedagógico
en el que compartimos algunas reflexiones, temas y análisis y, es triste ver
que cualquier banalidad resulta más atractiva para la masa de cibernautas y
logra más seguidores. Nos están llenado de basura y la escuela debe tomar
partido en ello. Creo que la institución educativa debe moverse hacia la
digitalización sin abandonar sus espacios vivenciales por simple
responsabilidad histórica.
Debemos educar en la unidad frente al
antimperialismo. Debemos educar en la participación ciudadana, democratizar la
institución educativa pasa por desarrollar conciencia de mi corresponsabilidad
frente al futuro.
No creo tener las respuestas a los problemas que me
preguntas. Estoy comprometido con una ideología y trabajaré incansablemente a
favor de los oprimidos. Intento ser consecuentemente marxista, leninista,
martiano y fidelista.
Entrevista
realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry
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