Los últimos
acontecimientos han demostrado la importancia de la información, de contrastar
lo que nos llega y de cultivar un pensamiento crítico. En Finlandia son
conscientes desde hace tiempo y, por eso, lo enseñan en la escuela.
Con el fin de
aprender a localizar cuales son las fuentes fiables y hacer frente a bulos y
fake news, defenderse de la desinformación es fundamental en los tiempos que
corren.
Una nueva palabra
ha aparecido estos días en nuestro vocabulario: Infodemia. El término hace referencia a la sobreabundancia de
información que en lugar de aportar claridad al asunto tratado, le suma
confusión y desconcierto.
La educación
finlandesa parte de la base de que nunca es demasiado pronto para aprender a
hacer frente de la desinformación. “Los cuentos funcionan muy bien. Coges a un
zorro que siempre intenta engañar a otros animales con sus astutas palabras. No
es una mala metáfora si pensamos en algunos políticos, ¿no crees?”, defiende la
profesora Kari Kivinen.
Kivinen explica en
un artículo publicado en el diario inglés ‘The Guardian‘ de que manera el sistema educativo de su
país se ha adaptado a la necesidad de ofrecer a sus estudiantes una
capacitación específica sobre la desinformación y la importancia de la
verificación de datos.
Ya en 2016, este
país introdujo la alfabetización a las noticias y la enseñanza del pensamiento
crítico en el programa escolar nacional. Así pues, en el programa didáctico de
Educación Secundaria los alumnos de la escuela de Helsinki aprenden lo fácil
que es mentir con las estadísticas durante las horas de Matemáticas, mientras
que en la asignatura de Historia del arte entienden cómo se puede manipular el
significado de una imagen; analizan las campañas de propaganda y desinformación
más importantes del siglo pasado en Historia o reflexionan sobre cómo el uso de
las palabras para engañar y confundir en las clases de Lengua.
«El objetivo es
formar ciudadanos activos y responsables», explica Kivinen. «El pensamiento
crítico, la verificación de los hechos y el aprendizaje para evaluar la
información que recibimos son cuestiones cruciales. Y hoy son una parte
fundamental de nuestro programa, a través de todas las asignaturas», continúa
la educadora.
Esta profesora
finlandesa no está muy de acuerdo con el uso del término "fake
news", sino que prefiere hacer referencia a "información
errónea", "desinformación" o "mentiras y bulos", pues
prioriza la importancia de un enfoque crítico, pero no escéptico, hacia la
información que se recibe: «No queremos terminar pensando que todos mienten».
El objetivo final
es que los niños se pregunten: ¿quién produjo esta información? ¿Y por qué?
¿Dónde fue publicada? ¿Qué dice realmente? ¿Hay evidencias o es solo la opinión
de alguien? ¿Puede ocurrir en otro lugar? Es una inversión cultural a
largo plazo.
El objetivo final
es formar una ciudadanía consciente, comprometida y activa. Capaz de pensar
críticamente, interpretar y evaluar la información que recibe, consultar noticias
y compartirlas con otras personas de manera responsable y respetuosa.
Fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario