ESA BRUTAL INCAPACIDAD DE NO PODER “LEERSE”.

El analfabetismo lector es grave, pero existe uno de mayor peligro: el Analfabetismo emocional. Así llama Daniel Goleman a la incapacidad que tenemos los humanos en primer lugar para reconocer nuestras emociones y sus expresiones.

Este analfabetismo emocional también se expresa en la incapacidad para generar emociones agradables, controlar las desagradables, usar pensamientos positivos, estimular la auto-estima, resignificar pensamientos negativos, transformándolos en positivos.

El “analfabetismo emocional” lo vivimos quienes no sabemos leer las variables emocionales, ni las nuestras, ni las ajenas. Los que creamos “congestiones convivenciales” , aquellas que nacen a partir de no saber “leer” las emociones en los demás, ni tampoco “expresarlas” de modo inteligente.

El analfabetismo lo sufrimos quienes no podemos “leernos” al no saber descifrar las claves por las cuales sentimos de tal o cual forma.

El analfabetismo emocional lo sufrimos cuando somos incapaces de descifrar los sentimientos del otro, cuando actuamos como aplanadora frente a la expresión de sus emociones y no hacemos esfuerzos por entenderlos y contenerlos.
El analfabetismo emocional lo sufrimos cuando los MEDIOS los transformamos en FINES (el placer, la alegría, el dinero, los bienes) y acumulamos horas y años atendiendo "cosas" y descuidando hasta nuestro tiempo de descanso personal y el tiempo de compartir con otros. ¿Qué hermoso es ver cuándo un MEDIO, como el dinero, se pone al servicio de la solidaridad en proyectos sustentables y no acciones esporádicas?

El analfabetismo emocional lo vivimos cuando reaccionamos con furia frente a una situación y permanecemos inflexibles en ella, siendo presas de emociones negativas larvadas, que de alguna forma logran maniatar nuestras cualidades, nuestra alegría y simpleza para emigrar de los problemas y superarlos.

El analfabetismo emocional debería ser sindicado como la primera causa de la muerte del espíritu humano, como la mayor causa de insatisfacción y tristeza en las personas, como la brutal imposibilidad de descifrar los códigos de la verdadera vida humana.

Sus efectos se multiplican en la persona y entre las personas, al interior de la sociedad y de los países. Se expresan en la violencia intrafamiliar, en la convivencia escolar, en el fútbol, en la delincuencia, la agresividad, la destrucción y autodestrucción.

El analfabetismo emocional es la máxima expresión de la vulnerabilidad personal. Nos deja en el camino de las desigualdades del desarrollo, limitando abruptamente nuestro acceso al bienestar y desarrollo personal.

Fuente
http://knol.google.com/k/winston-h-elphick-d/hacia-una-alfabetizacin-emocional/125f649imcsod/35#

Elphick D, Winston, 2007, "Hacia una alfabetización Emocional" ,
1ª edición, Santiago de Chile. Fundación Sepec.