Uno de los conceptos más importante que utiliza Paulo Freire es el de “Poder” ¿Cómo lo caracteriza? ¿Cómo reconoce la relación de dominación? Los siguientes párrafos, escritos por Henry Giroux nos aclara el panorama.
Freíre ofrece una de las concepciones más dialécticas acerca
del poder en la teoría social contemporánea. El poder se percibe
simultáneamente como una fuerza negativa y positiva; su carácter es dialéctico y
su modo operativo es siempre algo más que simplemente represor. Para Freire, el
poder trabaja sobre y a través de las personas. Por un lado, esto significa que
la dominación nunca resulta tan completa como para experimentar al poder sólo
como una fuerza negativa. Por el otro lado, significa que el poder se encuentra
en la base de todas las formas de comportamiento en que las personas resistan,
luchen o peleen por su imagen de un mundo mejor. En un sentido general, la
teoría de Freire sobre el poder y su naturaleza dialéctica sirven a la
importante función de ampliar el terreno sobre el cual opera. En este caso, el
poder no se agota en aquellas esferas públicas y privadas en que operan los
gobiernos, las clases regentes y otros dominantes. Es más ubicuo y se expresa
en una serie de espacios y esferas públicas opuestas que tradicionalmente se
han caracterizado por la ausencia de poder, y por ende, de toda forma de resistencia.
La concepción de Freire sugiere no sólo una perspectiva
alternativa frente a los teóricos radicales atrapados en la camisa de fuerza de
la desesperanza y el cinismo; también subraya que siempre existen quiebras,
tensiones y contradicciones en varios ámbitos sociales tales como las escuelas,
donde el poder a menudo se ejercita como una fuerza positiva en nombre de la
resistencia.
Más aun, Freire entiende que el poder como forma de
dominación no es simplemente algo impuesto por el Estado a través de agentes
tales como la policía, el ejército y los tribunales. La dominación también se
expresa mediante la manera en que el poder, la tecnología y la ideología se
unen para producir formas de conocimiento, relaciones sociales y otras formas
culturales concretas que operan para silenciar activamente a las personas. Pero
la sutileza de la dominación no se agota simplemente refiriéndose a aquellas
formas culturales que agobian a diario a los oprimidos; también se la puede
hallar en la forma en que los oprimidos internalizan su propia opresión y por
ende participan de ella. Este es un punto importante del trabajo de Freire que
señala las formas en que la dominación se experimenta subjetivamente a través
de su internalización y sedimentación en las necesidades mismas de la personalidad. De
lo que aquí se trata, en el pensamiento de Freire, es de un importante intento
de examinar los aspectos psíquicamente represores de la dominación, y, como
consecuencia, los posibles obstáculos internos para el autoconocimiento y para
formas de emancipación social e individual.
La concepción de Freire acerca de la dominación y la forma
en que el poder opera represivamente sobre la psique, amplía la concepción del
aprendizaje para incluir el modo en que el cuerpo aprende tácitamente, cómo el
hábito se traduce en historia sedimentada y cómo el conocimiento en sí mismo
puede bloquear el desarrollo de ciertas subjetividades y formas de experimentar
el mundo. Esta percepción del conocimiento es importante porque apunta a
concepciones radicalmente diferentes del modo en que formas emancipatorias de
conocimiento pueden ser rechazadas por aquellos que más podrían beneficiarse a
partir de ellas. En este caso, la acomodación de los oprimidos a la lógica de
la dominación puede adoptar la forma de modos de conocimiento activamente
resistentes, que plantean un desafío a su propia concepción del mundo. Más que
una aceptación pasiva de la dominación, esta forma de conocimiento se convierte
en una dinámica activa de la negación, la resistencia activa a escuchar, a oír
o a afirmar las propias posibilidades. La cuestión pedagógica que surge de esta
concepción de la dominación es: ¿de qué forma pueden los educadores radicales evaluar
y abordar los elementos de represión y olvido que encuentran en el corazón de este
tipo de dominación? ¿Cómo se explican las condiciones que producen la negativa
a conocer o a aprender con respecto al conocimiento que podría desafiar la misma
naturaleza de la dominación?
El mensaje que emerge de la pedagogía de Freire es
relativamente claro. Para que los educadores radicales comprendan el
significado de la liberación, deben, en primer lugar, ser conscientes de la
forma que adopta la dominación, la naturaleza de su situación y los problemas que
le plantea a aquellos que la experimentan como una fuerza tanto subjetiva como
objetiva. Pero un proyecto así sería imposible a menos que uno tuviese en
cuenta como punto de partida de tal análisis las particularidades históricas y culturales,
las formas de vida social, de los grupos sometidos y oprimidos.
Autor
Henry Giroux
En la Introducción de “La naturaleza política de la Educación”
de Paulo Freire
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