domingo, 26 de noviembre de 2017

PROSTÍBULOS DEL CAPITALISMO

Los mal llamados paraísos fiscales funcionan como prostíbulos del capitalismo. Se hacen allí los negocios turbios, que no pueden ser confesados públicamente, pero que son indispensables para el funcionamiento del sistema. Como los prostíbulos en la sociedad tradicional.

Conforme se acumulan las denuncias y las listas de los personajes y empresas que tienen cuentas en esos lugares, nos damos cuenta del papel central y no apenas marginal que ellos tienen en la economía mundial. “No se trata de “islas” en el sentido económico, sino de una red sistémica de territorios que escapan a las jurisdicciones nacionales, permitiendo que el conjunto de los grandes flujos financieros mundiales rehuya de sus obligaciones fiscales, escondiendo los orígenes de los recursos o enmascarando su destino.” (La era del capital improductivo, Ladislau Dowbor, Ed. Autonomia Literaria, Sao Paulo, 2017, pag. 83)
Todos los grandes grupos financieros mundiales y los más grandes grupos económicos en general están tienen hoy filiales o incluso casas matrices en paraísos fiscales. Esa extraterritorialidad (offshore) constituye una dimensión de prácticamente todas las actividades económicas de los gigantes corporativos, constituyendo una amplia cámara mundial de compensaciones, donde los distintos flujos financieros ingresan a la zona del secreto , del impuesto cero o algo equivalente y de libertad con respecto a cualquier control efectivo.
En los paraísos fiscales los recursos son reconvertidos en usos diversos, traspasados a empresas con nombres y nacionalidades distintas, lavados y formalmente limpios. No es que todo se vuelva secreto, sino que con la fragmentación del flujo financiero, el conjunto del sistema lo vuelve opaco.
Hay iniciativas para controlar en parte a ese flujo monstruoso de recursos, pero el sistema financiero es global, mientras las leyes son nacionales y no hay un sistema de gobierno mundial. Asimismo, si se puede ganar más invirtiendo en productos financieros, y encima sin pagar impuestos, es un negocio redondo.
“El sistema offshore creció con metástasis en todo el globo, y surgió un poderoso ejército de abogados, contadores y banqueros para hacer que el sistema funcione… En realidad, el sistema raramente agrega algún valor. Al contrario, está redistribuyendo la riqueza hacia arriba y los riesgos hacia abajo y generando una nueva estufa global para el crimen.” (Treasured Islands: Uncovering the Damage of Offshore Banking and Tax Havens, Shaxon, Nicholas. St. Martin’s Press, Nueva York, 2011).
El tema de los impuestos es central. Las ganancias son offshore, donde escapan de los impuestos, pero los costos, el pago de los intereses, son onshore, donde son deducidos los impuestos .La mayor parte de las actividades es legal. No es ilegal tener una cuenta en las Islas Caimán. “La gran corrupción genera sus propia legalidad, que pasa por la apropiación de la política, proceso que Shaxson llama de `captura del Estado’”(Dowbor, pag. 86).
Se trata de una corrupción sistémica. A corrupción involucra a especialistas que abusan del bien común, en secreto y con impunidad, minando a las reglas y los sistemas que promueven el interés publico, en secreto y con impunidad, y minando nuestra confianza en las reglas y sistemas existentes, intensificando la pobreza y la desigualdad.
La base de la ley de las corporaciones e, de las sociedades anónimas, es que el anonimato de la propiedad y el derecho a ser tratadas como personas jurídicas, pudiendo declarar su sede legal donde quieran e independiente del local efectivo de sus actividades, tendría como contrapeso la trasparencia de las cuentas.” (Dowbor, pag. 86) Las coimas contaminan y corrompen a los gobiernos, y los paraísos fiscales corrompen al sistema financiero global. Se ha creado un sistema que vuelve inviable cualquier control jurídico y penal de la criminalidad bancaria. Las corporaciones constituyen un Poder Judicial paralelo que les permite incluso procesar a los Estados, a partir de su propio aparato jurídico.
The Economist calcula que en los paraísos fiscales se encuentran 20 trillones de dólares, ubicando a las principales plazas financieras que dirigen estos recursos en el estado norteamericano de Delaware y en Londres. Las islas sirven así como localización legal y de protección en términos de jurisdicción y domicilio fiscal, pero la gestión es realizada por los grandes bancos. Se trata de un gigantesco drenaje que permite que los ciclos financieros queden resguardados de las informaciones.



Por: Emir Sader


miércoles, 22 de noviembre de 2017

EDUCACIÓN Y REVOLUCIÓN RUSA: ELLOS SE ATREVIERON

Enseñanza mixta, un gran proceso de alfabetización, la abolición de los exámenes y los premios, creación y construcción de jardines, entre otras medidas, fueron la política de la dirección del Partido Bolchevique durante los primeros años de la primera revolución triunfante.

En 1925, el educador T. E. Segalov escribió, “La forma en que una sociedad dada protege a la niñez refleja su nivel económico y cultural existente”. A 100 años de la magnífica revolución que llevó a la clase obrera en Rusia a construir su propio estado, y la visión avanzada de los dirigentes del Partido Bolchevique, tuvo su repercusión directa en la organización de la educación en una nueva sociedad basada en la expropiación de los medios de producción.
Muchas las medidas más inmediatas fueron pensadas en los primeros años de la revolución, los años más creativos, y eran tomadas como medidas transicionales hacia una nueva sociedad por construir (y sobre los estivos de una vieja sociedad por sepultar), que era el comunismo y la liquidación de las clases sociales.
LOS PRIMEROS PASOS DE LA REVOLUCIÓN

El primer paso es la creación, en noviembre de 1917 del Narkompros, el Comisariado Popular de Educación que como primer medida nacionaliza todas las instituciones educativas y decreta la separación Iglesia – Escuela (Estado) y la unificación del sistema escolar. Anatoli Vasílevich Lunacharski, fue nombrado el primer Comisario del Pueblo para la Educación y la tarea organizativa central que afrontaba era la administración del sistema escolar.
Aquí se formularon los principios básicos de la reforma de la enseñanza y creó gran cantidad de guarderías como educación pre escolar (muy avanzado para la época), y una incipiente construcción de jardines de infancia llevando la educación obligatoria a partir de los 3 años de edad combinado con colonias infantiles.
En las primeras medidas del Partido Bolchevique, se preparaba una inmensa revolución política y pedagógica. Como primera medida, se construyó desde el estado obrero un gran plan de alfabetización. Esto se entiende con los datos sobre analfabetismo del régimen Zarista, que a finales del siglo XIX supera el 78% de la población.
Para los bolcheviques, el problema del analfabetismo como uno de sus principales retos a superar. Por lo tanto, todos los jóvenes y trabajadores que supieran leer y escribir fueron movilizados en un gigantesco plan de alfabetización (mayormente al campo), junto con la publicación de colecciones populares de los clásicos para ser vendidos a precio de costo. Los obreros que sabían leer y escribir jugaron un rol clave.
Otra de las medidas más importantes ni bien la toma del poder, es el establecimiento de la escolaridad mixta y se le dio a la educación un carácter politécnico y colectivo.
La revolución abolió los exámenes y decretó que las escuelas fueran regidas por un consejo del que formaban parte los trabajadores del establecimiento, los representantes de las organizaciones obreras locales y los estudiantes mayores de doce años. Bastaron pocos meses de poder obrero, para que se proclamara la gratuidad de la enseñanza universitaria. También se anularon los deberes y los exámenes así como las gratificaciones en forma de medallas de oro y plata.
El Narkomprós sostuvo que el sistema educativo debería hacer posible que el hijo de un obrero industrial fuera obrero en una fábrica, o director de una industria, o miembro de la Academia de Ciencias, sin que la elección profesional quedara restringida desde una edad temprana. Esto significaba educación general universal tanto a nivel de primaria como de secundaria. Descartaba la posibilidad de la temprana especialización profesional en las escuelas y del aprendizaje de oficios por los niños en edad escolar.
De este modo, la Escuela única de Trabajo, de acuerdo con el programa del Narkomprós, era politécnica, pero no profesional, enseñaba una diversidad de oficios manuales sin especializar en ninguno de ellos ni proporcionar una preparación profesional ni comercial.
Los niveles educativos se distribuían desde los tres a los ocho años como educación preescolar en los jardines de infancia (que incluía también para los más pequeños guarderías, ya que la mujer trabajaba igual que un hombre y no podía dedicarse en exclusividad al cuidado de los hijos). El siguiente escalón sería la escuela primaria, que en este periodo se hace obligatoria, desde los ocho a los quince años (lo que se denominó “educación escolar de siete años” en comparación con los planes quinquenales del gobierno para la economía).
Cuando los bolcheviques llegaron al poder en 1917 estaban convencidos de que bajo el socialismo la familia “se extinguiría”. Imaginaron una sociedad en la que los comedores comunales, las guarderías y lavanderías públicas reemplazarían el trabajo no remunerado de las mujeres en el hogar, a sabiendas que son las mujeres las que cargan principalmente con la tareas domesticas, y con la crianza de los niños. Esta eliminación de la carga del trabajo doméstico sería un aspecto clave de la liberación de la mujer en la revolución. El problema de la infancia y de la educación, tenía como punta de lanza la emancipación de la mujer de las tareas domésticas y entre ellas, de la crianza de los hijos.
Según León Trotsky, la intención integral de los revolucionarios era el de crear “…un sistema acabado de servicios sociales: maternidades, casas cuna, jardines de infancia, restaurantes, lavanderías, dispensarios, hospitales, sanatorios, organizaciones deportivas, cines, teatros, etc. La absorción completa de las funciones económicas de la familia por la sociedad socialista, al unir a toda una generación por la solidaridad y la asistencia mutua, debía proporcionar a la mujer, y en consecuencia, a la pareja, una verdadera emancipación del yugo secular.” 
A 100 años de la Revolución Rusa, vemos lo avanzado de las ideas socialistas de los dirigentes del Partido Bolchevique en los primeros años, encarnados en las figuras de Lenin y Trotsky y de tantos otros que dieron su vida por estos ideales. Sabemos que no se trata de repetir mecánicamente en nuestros tiempos esta experiencia, sino de poner en valor su herencia para las revoluciones que tarde o temprano vendrán. Quedará para otro artículo los retrocesos en este terreno en el período Stalinista, y el análisis de las diferentes corrientes pedagógicas en puga en la Rusia Revolucionaria.
En Argentina, son 715.484 los chicos de 5 a 15 años realizan trabajo infantil y el 47,7 por ciento de los hogares con niños y adolescentes no cubren la canasta básica y que 5,6 millones de niños son pobres y, de ellos, 1,3 millón está en la indigencia. Mientras que más tres millones de chicos y chicas de entre 45 días y 5 años que no van al jardín. Un gran flagelo a la infancia.
Queremos cambiar de verdad el mundo tal como hicieron los Bolcheviques, expropiando a los expropiadores y rompiendo las cadenas del capital. Esta pelea no puede darse sino a través del mismo proceso mediante el cual la clave obrera se organiza y toma conciencia, y construye su propio partido. Por ello mientras luchamos por la transformación de la educación, al mismo tiempo luchamos por la emancipación de la clase trabajadora. Queremos transformar la sociedad para cambiar la escuela, y transformar la escuela para aportar en la lucha por otra sociedad.

Por
Federico Puy
Docente, Congresal UTE CTERA
Fuente:
https://www.izquierdadiario.es/Educacion-y-Revolucion-rusa-ellos-se-atrevieron

sábado, 18 de noviembre de 2017

ANALFABETAS EN FEMINISMO

 El pasado mes de mayo, Parametría realizó un estudio sobre el conocimiento del feminicidio, o violencia contra las mujeres. El 49% de la población encuestada respondió, en una pregunta abierta, que el feminicidio es “el asesinato de una mujer”; mientras que el 34% no sabe a qué se refiere el término. Estas cifras nos son alentadoras a estas alturas del siglo XXI, sin embargo, la gravedad se complica aún más, debido a que los informantes no refirieron que en el “asesinato” de mujeres, subyace una condición de género.

Para abordar la complejidad del término, es necesario reconocer que históricamente muchas de  las acciones de la humanidad han dejado una inevitable huella machista. En donde los hombres nos hemos beneficiado del régimen patriarcal que ha dividido el trabajo y las oportunidades. Hasta nuestra actualidad, en muchos casos y lugares, ser hombre sigue siendo un título nobiliario que impone y justifica relaciones de desigualdad entre los géneros. Entonces, tenemos como resultado la invisibilidad del tema.
También hay que recordar que desde mitades del siglo XX, ha emergido una nueva lógica feminista que ha luchado por causas sociales, movimientos juveniles, derechos sexuales y reproductivos, hasta diversificarse y luchar desde varias trincheras por la reivindicación de la igualdad, y por la construcción de la equidad de género. Sobre estas décadas de trayectoria, Marcela Lagarde en su libro El feminismo en mi vida. Hitos, claves y topías, realiza un recuento cronológico y detallado de las facetas que ha representado la lucha del feminismo en México.
Justamente esta brillante antropóloga feminista, ha sido la impulsora de la noción de feminicidio en México, desde la década de los noventa, para enfatizar la urgencia de atender la problemática en Ciudad Juárez, Chihuahua. La palabra homicidio, se ha aplicado en forma indistinta para denotar el asesinato de hombres o mujeres, con todas las variantes expresadas en el derecho penal.
El trabajo emprendido por Marcela Lagarde ha impulsado una política integral para prevenir y atender casos de violencia contra las mujeres. Por un lado, ha rendido frutos en la tipificación del feminicidio, para configurarlo como un delito con elementos de homicidio, misoginia y desigualdad de género. Y por otro lado, su actividad ha florecido en la apertura de instancias de atención en diversos órdenes de gobierno.
La idea de feminicidio, plantea Lagarde, es retomada de un libro de Diana Russell y Jill Radford, donde lo definieron como: asesinato misógino de mujeres cometido por hombres, como una forma de violencia sexual. Ante las atrocidades cometidas en México, en Ciudad Juárez, y otras partes del país, se ha buscado convertirlo en una prioridad de la agenda pública.
Cuando hablamos de géneros, nos referimos a una serie de significados construidos histórica y culturalmente, y no tenemos consensos que nos lleven a abordar el tema de una única manera. Por tratarse de rasgos culturales, el ámbito educativo es uno de los canales que podrían apuntar con mayor incidencia sobre el tema. Sin embargo, no existe una forma específica de contenido. En el Plan de estudios 2011, en los Temas de relevancia social, se plantea la oportunidad de trabajar, entre otros temas, “la equidad de género”. Pero son alternativas optativas, es decir, los docentes no están obligados a tratarlos porque no aparecen específicamente marcados en los programas de cada asignatura, ni en los trayectos formativos del curriculum explícito.
Las escuelas han desempeñado dos funciones, intencional o inevitablemente: son espacios de reproducción o de cambio. La comunidad escolar está permeada por la tradición. Los profesores tienen tanta solidez como años servicio, su experiencia les ha forjado un punto de vista respecto a los roles de género y a todo lo que un hombre y una mujer deben ser. Los alumnos que llegan a las escuelas traen un cúmulo de valores que han construido desde casa, conocimientos y experiencias que han recopilado en su vida. Todo ese conjunto de sabiduría popular y conocimientos derivados del sentido común y de la vida cotidiana, es lo que Jürjo Torres acuñó como curriculum oculto. En este ámbito, la elección de tomar el feminicidio como un tema necesario es una responsabilidad moral, de aquellos que así lo consideran necesario para cambiar su forma de pensar.
Entonces tenemos dos limitantes para comprender el nuevo término. No está el feminicidio como tema académico del curriculum formal; y pensar el feminicidio desde el curriculum oculto ha representado una omisión, porque significa muchas veces salir de una zona de confort. En los  ámbitos familiar, escolar, laboral, sexual, cultural y jurídico, permanece la tradición machista que nos ha traído hasta aquí: El feminicidio que no vemos, y que no queremos ver.
Marcela Lagarde en su libro denuncia que los intelectuales, los académicos y los políticos son analfabetas en feminismo. La encuesta de Parametría, nos arroja el 49% de desconocimiento del feminicidio. Y la realidad nos arroja muestras crueles de nuestra cotidianidad. Hay mucho por hacer.



Por: Alberto Sebastián Barragán
Fuente: http://www.educacionfutura.org/analfabetas-en-feminismo/


miércoles, 1 de noviembre de 2017

COHERENCIA en P Freire

En la (re) lectura de las obras de Paulo Freire salta a la vista una primera constatación: ellas no presentan contradicciones. Desde los primeros escritos, Paulo Freire trabaja sobre temas recurrentes, explicando, reviendo, complementando, ampliando. Es un camino en espiral, todo el tiempo coherente.

De inicio se identifica la liberación como categoría fundamental de su concepción de educación, presente ya en los primeros escritos y claramente asumida a partir de Pedagogia do oprimido. Esta categoría proviene del humanismo cristiano, de raíces europeas, sobretodo francesas, reelaborada en Brasil en la segunda mitad de los años 1950 e inicio de los años 1960.
Paulo Freire fue el educador que en aquellos años, sistematizó de mejor manera lo esencial de las propuestas educativas de entonces, como un sistema de educación de adultos, probado en su primera fase como alfabetización, de la cual Educação como prática da liberdade es el fundamento del relato.
Esa propuesta es profundizada teóricamente en Chile, en el diálogo enriquecedor que mantuvo con aliados destacados, brasileños exiliados y chilenos comprometidos con que se hagan reformas radicales en su país durante el gobierno de Allende.
Esa oportunidad y esos contactos le permitieron sumergirse en la literatura marxista, cuyo producto es Pedagogia do oprimido. Pero no sólo eso: Extensão ou comunicação amplía enormemente el abordaje de la educación como un hecho cultural, y los escritos reunidos en Ação cultural para a liberdade explican conceptos fundamentales, esclarecen afirmaciones, reafirman las principales categorías de análisis.
La (re) lectura de esas obras nos muestra cómo Paulo Freire va ampliando la primera noción, aún abstracta, de persona humana para el concepto de oprimido, situándolo y colocándole fechas, e incorporando progresivamente la categoría clase social. Más tarde, incluso debido a la aceptación de críticas realizadas a él, incorporó también las nociones de etnia y género, ampliando cada vez más la amplitud de esos mismos conceptos.
El motor de la explicitación de los fundamentos de la obra de Paulo Freire es la práctica desarrollada y reflexionada por él. Se trata de la categoría praxis, o sea el movimiento acción-reflexión. Resulta significativo que, desde las primeras experiencias como educador, aún en el SESI16 de Pernambuco, Paulo Freire pensara la educación de jóvenes y adultos a partir de los problemas, en la crítica de una sociedad injusta y a un sistema económico-social excluyente. De ahí la valorización del “saber hecho de la experiencia” para, reflexionando sobre él, criticándolo, ampliándolo, entender la realidad para transformarla.
En toda la obra de Paulo Freire está presente también la categoría esperanza: el hombre puede cambiar el mundo; el hombre hace la historia. Es limitado, se lo hace contingente por las condiciones concretas de la realidad, pero no es determinado por ellas. Con su inteligencia y con su acción puede y debe cambiar el mundo. A su vez la educación es, o debe ser, instrumento de esa acción, en la medida que posibilita al hombre tomar consciencia de la realidad en que vive. En consecuencia, actuar para transformarla, para la construcción de una sociedad justa y fraterna. De ahí se deriva la categoría concientización, utilizada por Paulo Freire y por los participantes de la mayoría de los movimientos de cultura y educación popular del inicio de los años 1960.
Pero la educación no se restringe a la enseñanza escolar, mucho menos al entrenamiento profesional. Se trata de la formación del hombre, considerado como ser inacabado, en permanente proceso de auto formación. En ese proceso es fundamental partir de la cultura, entendida como un conjunto de significaciones y representaciones de un modo de vivir, confrontado con otras formas de vivir.
En los años 1960, el “descubrimiento” de la cultura y de la cultura popular fundaron todas las experiencias realizadas. Le cupo a Paulo Freire y a su equipo en el Servicio de Extensión Cultural de la entonces Universidad de Recife, en base al concepto antropológico de cultura, crear las famosas “fichas de cultura”, que inauguraron el sistema de alfabetización de adultos, en el caso brasileño, y en el sistema psicosocial, en el caso chileno.
A partir de esa sistematización, Paulo Freire elaboró, aún en el inicio de los mismos años 1960, una nueva concepción de educación de adultos, con amplia aceptación de la mayoría de los movimientos de educación y cultura popular, y lanzó las bases para una nueva concepción general de educación. Otra categoría fundamental en la pedagogía freiriana, desde la experiencia de los “círculos de cultura” adoptados en el sistema de alfabetización de adultos, 16 N. de la T. SESI: Servicio Social de la Industria. Es una entidad privada mantenida y administrada por la industria. Fue creada para promover la calidad de vida de los empleados y sus dependientes. Sus actividades incluyen dar servicios en el área de educación, salud, recreación, cultura y promoción de la ciudadanía. Está presente en 26 estados de Brasil, más el Distrito Federal. 96 presente en toda acción cultural y educativa es el diálogo: nadie educa a nadie; los hombres (y las mujeres, dirá Paulo Freire después) se educan en una relación dialógica de saberes y de afectos. El diálogo viabiliza metodológicamente el movimiento de la praxis: a partir de lo vivido y de lo sabido, discutirlos, criticarlos, ampliarlos, no solo para cambiar la visión del mundo, sino para transformarlo.
A partir de esas categorías fundamentales, se recoloca la función política de la educación, así como la competencia técnica y el compromiso político del educador, cuya acción debe ser fundamentalmente ética, en el respeto al educando, que es también educador, y en la coherencia de su acción. Esos elementos definen una nueva pedagogía, la pedagogía de Paulo Freire; o como dice Agostinho Reis Monteiro, una pedagogía como concepción general de educación.
El fundamento antropológico de su pedagogía es el ser humano como ser inacabado y de comunicación, y su vocación para ser más. Por eso, el amor y la esperanza son una necesidad ontológica. Pero la historia es una posibilidad que se realiza en un escenario de politicidad, donde es imposible la neutralidad. En consecuencia, la educación es fundamentalmente una cuestión y una forma de poder, cuya legitimidad debe ser problematizada. De ahí la centralidad de la eticidad de la educación.
En síntesis, la pedagogía de Paulo Freire es revolucionaria; es un rescate del sentido de la utopía. Es exactamente su dimensión ética que le confiere intensa actualidad e importancia distinguida. En términos radicales, como dice el mismo Agostinho Reis Monteiro, es una pedagogía del derecho a la educación. Por eso la permanencia de su obra y de su pensamiento; por eso la actualidad de su pedagogía.


Por Osmar Fávero
Extraído de
DICCIONARIO Paulo Freire

Danilo R. Streck, Euclides Redin, Jaime José Zitkoski (Orgs.)
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