A partir del 24 de agosto, fecha de inicio del ciclo escolar 2020-2021, treinta millones de estudiantes de 16 grados escolares, que van de preescolar a bachillerato, proseguirán sus estudios a distancia por medio del programa «Aprende en casa II». La novedad es que ahora se firmó un acuerdo con cuatro cadenas de televisión nacional privada (Televisa, TV Azteca, Imagen y Multimedios) para que los cursos se puedan transmitir en sus canales, añadiéndose a las 36 televisoras estatales y al sistema público federal (Canal 11, Canal 14 e Ingenio TV).
Aunque esta iniciativa de la Secretaría de
Educación Pública (SEP) mitiga el problema de los estudiantes mexicanos en
cuanto al acceso a las tecnologías para continuar con las cursos escolares
(92.5 por ciento de las familias cuentan con un televisor en sus casas),
expertos en educación y pedagogía del ITESO consideran que la medida debe ser
acompañada de un seguimiento del aprendizaje de los alumnos por medio del uso
complementario de otras herramientas tecnológicas, un mayor involucramiento de
los padres de familia, así como el desarrollo de habilidades que vayan más allá
de la asimilación de los contenidos que se transmitan por la televisión.
Hacia una pedagogía plena
Uno de los riesgos de utilizar la televisión como
vehículo transmisor de contenidos es que se desarrolle una educación bancaria,
es decir, un modelo pedagógico en el que los educadores son depositantes de
conocimientos a sus alumnos, que funcionan como receptores o archivadores
pasivos de conocimientos.
“El niño escucha o ve el programa, aprenderá algo,
pero de eso a que se promueva un aprendizaje más activo o por descubrimiento,
hay muchas dudas”, manifestó Juan Carlos Silas, académico del Departamento de
Psicología, Educación y Salud (DPES) del ITESO.
El confinamiento por la pandemia de Covid-19 ha
desnudado las carencias de un sistema educativo que no ha desarrollado en los
niños y adolescentes la capacidad de autonomía, de investigar por cuenta propia
o de gestionar sus propios saberes, de acuerdo con lo expresado por Claudia
Arufe, académica de la Licenciatura en Ciencias de la Educación del ITESO. De
allí la necesidad de ejercer un nuevo modelo de educación integral que vaya más
allá de la memorización de conceptos.
“Se está hablando de los contenidos de libros de
textos, pero ¿qué pasará con las otras facetas de desarrollo como la educación
física, la socioemocional o la convivencia?, todos estos procesos inherentes a
lo educativo se están obviando”, consideró.
Flor Lizbeth Arellano, coordinadora de la
Licenciatura en Ciencias de la Educación, destacó que pese al cierre de las
escuelas por la pandemia hay que mantener el espíritu de las mismas como un
medio de socialización e incorporarlo a programas como “Aprende en casa
II”.
“Que la educación a distancia no se centre
solamente en los contenidos, sino que abarque otras dimensiones de la vida de
nuestros estudiantes, sobre todo el contexto de la pandemia y sus efectos
socioemocionales”, dijo.
El papel de la familia y los profesores
De acuerdo con una investigación aún en curso,
coordinada por la Secretaría de Educación Jalisco y con participación del DPES
del ITESO, la contingencia sanitaria incrementó el grado de involucramiento de
los padres de familia en las actividades educativas de sus hijos. Esta actitud
deberá permanecer al transmitirse los programas del ciclo escolar 2020-2021 por
televisión.
«En los hogares surgieron nuevos roles de
mamás-educadoras. La mayoría de los padres de familia valoran más el papel del
profesor y reconocen la importancia de implicarse en la educación de sus
hijos», señaló Arellano.
En el caso de los profesores, la coordinadora de la
Licenciatura en Ciencias de la Educación del ITESO aseguró que la mayoría ha impulsado
procesos de retroalimentación no presenciales por medio de grupos de WhatsApp o
Facebook.
También se convirtieron en profesores de tiempo
completo al estar disponibles para resolver dudas de los cursos vía telefónica.
Estas herramientas son un complemento para los programas que se transmitan por
televisión.
Sin embargo, los maestros no recibieron la atención
debida d sus demandas para mejorar los procesos virtuales de educación y sólo
se han convertido en receptores de la nueva política pública de la SEP,
consideró Silas, quien también es coordinador del Doctorado
Interinstitucional en Educación del ITESO.
«Se les pidió en sesiones del consejo técnico que
compartieran y reflexionaran sobre lo que estaban aprendiendo, qué actividades
o ejercicios lograron que sus alumnos aprendieran mejor, pero no hay una gran
recuperación de esas experiencias”, compartió. “Es descorazonador porque
pasaron horas reflexionando y anotando, pero no se está tomando en cuenta esa
reflexión».
Las desigualdades no desaparecen
Esteban Moctezuma, titular de la Secretaría de
Educación Pública, argumentó que el convenio de transmisión con las televisoras
privadas permitirá llegar a la gran mayoría de los estudiantes mexicanos para
garantizarles el acceso a la educación.
La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de
Tecnologías de la Información (ENDUTIH) de 2019 parece dar la razón al
funcionario: nueve de cada 10 mexicanos tienen televisor, contra 44.3 por
ciento que dispone de una computadora. Además, menos de la mitad de quienes
viven en zonas rurales (47.7 por ciento) cuentan con acceso a internet.
Todavía hay problemas por resolver como familias
hacinadas con varios miembros que estudian y cuentan con una sola herramienta
tecnológica a disposición de todos; las tensiones que se viven por temas como
la pérdida de empleos por la crisis económica derivada del Covid-19, o zonas
rurales donde la señal digital no llega.
Arufe compartió que hay casos de éxito como
Ecuador, donde los programas escolares por televisión se acompañan de cápsulas
de radio, fichas pedagógicas para consolidar el aprendizaje visualizado y
contenidos impresos a disposición de los estudiantes.
«Si sólo se viese la televisión, el plan no
funcionará y se vulnerará el derecho a la educación», sentenció.
De acuerdo con Arellano, en zonas como el norte de
Jalisco se utiliza la radio comunitaria como estrategia educativa en
comunidades aisladas. Durante el ciclo escolar 2019-2020 recién terminado, otra
vía de transmisión de conocimientos fue la impresión de cuadernillos con tareas
que se dejaban en puntos centrales en las poblaciones donde vivían los alumnos,
por ejemplo en las tienditas.
«En una zona marginada como Nextipac hubo el caso
de una jovencita de secundaria sin internet ni smartphone. La comunidad
fue solidaria y los mismos compañeros, al darse cuenta de que su amiga no se
conectaba, la invitaban a sus casas para conectarse a internet y hacer la
tarea», contó.
La experiencia de las telesecundarias
Las telesecundarias, desde 1968, se han consolidado
como una alternativa para ofrecer educación básica a las comunidades rurales y
empobrecidas de México. En 2020, 18 mil 743 planteles brindaban educación a
casi un millón 500 mil estudiantes. Este modelo educativo puede ayudar a que el
programa «Aprende en casa II» tenga éxito, consideró Silas.
«La educación multigrado, con un solo profesor
atendiendo varios grados, se piensa que es de baja calidad, pero cuando se pone
a dialogar a niños de diferentes grados sobre temas que debe aprender cada uno
se forma una comunidad de aprendizaje entre los alumnos, con resultados muy
interesantes”, explicó.
De acuerdo con la SEP, el modelo pedagógico de la
telesecundaria consiste en un programa de televisión de 15 minutos, más 35
minutos de trabajo en clase orientado por el docente.
Por: Erick Juárez Pineda
Fuente e Imagen: http://www.educacionfutura.org/hay-riesgo-de-desarrollar-una-educacion-bancaria-al-utilizar-la-television-como-vehiculo-transmisor-de-contenidos-investigadores/
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