En la portada del diario oficialista El País se publicó el día 8 de febrero el siguiente titular “Eduy21 se repliega y evalúa una ‘elegante’ disolución”. Pero, ¿qué es Eduy21?
Es un think tank uruguayo fundado en 2016, que se
especializa en temas de educación y uno de sus fines es lograr una reforma
educativa. Las directrices son muy similares a las que viene llevando el Banco
Mundial hace varios años en distintos países de la región.
Esta organización se presenta como
“multipartidaria” porque en ella convergen blancos, colorados y
frenteamplistas. Aunque de este último provengan de filas moderadas y liberales
bastante alejadas de la izquierda.
Sus socios académicos son la Universidad Católica
del Uruguay y la Universidad de Montevideo, ambas de carácter privado. Como
socios contribuyentes tienen al banco Itaú, la Confederación de Cámaras
Empresariales, Zona América y la Bolsa electrónica de Valores del Uruguay S.A.
Como socios colaboradores figuran elosdiarios El País y El Observador y Visa.
Como referentes de Eduy21 se encuentran Renato
Opertti decano de la Escuela de Postgrados de la Universidad Católica e hijo de
Didier Opertti, ex Ministro del Interior en el primer gobierno de Julio María
Sanguinetti (1985-1990). El propio Renato Opertti duda que el gobierno actual
logre una transformación en la educación. «Tal como todo está planteado, no veo
que vaya a haber un cambio de fondo», dijo.
Juan Pablo Mir y Fernando Filgueira, ex integrantes
de gobiernos frenteamplistas también integran filas de Eduy21. Esto demuestra
más que un rasgo de apertura de este think tank, la integración de tecnócratas
que llevan adelante políticas neoliberales en el seno de gobiernos
progresistas. Se refleja, quizá, más la debilidad ideológica del Frente Amplio
que la pluralidad de este think tank.
En los socios individuales figuran nombres de la
oligarquía uruguaya, personajes asociados a otros think tanks y actores que hoy
están en el gobierno derechista. Esto deja en claro la conexión de todos estos
actores y organizaciones en la conjunción de un mismo proyecto de país y de
nación.
Entre sus socios individuales destaca Horacio
Hughes, el nuevo presidente del Banco de Previsión Social (BPS). En su momento
se postergó su designación porque su curriculum vitae estaba en inglés. Fue
gerente general de OCA, empresa perteneciente al grupo brasileño ITAÚ. También
Luis Hierro López, ex vicepresidente de la República por el Partido Colorado.
A ellos se suma María Dolores Benavente quien
integra el Consejo Académico de otro think tank: el Centro de Estudios para el
Desarrollo (CED), fue Vicepresidenta de República AFAP S.A y es asesora
económica de la Cámara Nacional de Comercio.
También Pablo Da Silveira, actual Ministro de
Educación y Cultura, y Liceo Impulso. Además de asesor de campaña del actual
presidente Luis Lacalle Pou, fue recaudador de fondos de la misma. En febrero
de 2020 detuvieron a su pareja, Maya Cikurel, investigada en Panamá por su
presunta participación en la trama de sobornos de Odebrecht y requerida desde
abril de 2019.
Da Silveira escribió un libro de 2009
titulado Padres, maestros y políticos. El desafío de gobernar la
educación (Taurus). Esta es otra muestra del especial interés de la
oligarquía uruguaya en la educación como un terreno en disputa, que a sus ojos,
todavía tiene mucho espacio para mercantilizar. Luego, como ariete en la
formación de los futuros ciudadanos como emprendedores, consumidores y
liberales anti colectivistas. Como consta en su currículum, la Fundación Atlas
financió una de sus becas.
La lista se amplía con el Comité Honorario. Allí
figura Cecilia Hughes, en cuyo curriculum figura haber sido voluntaria en Desem-Junior
Achievement Uruguay, una ONG con vínculos con la Red Atlas, y Nicolás
Herreradel Estudio Guyer y Regules, encargado de la negociación por
las vacunas entre el Estado y el laboratorio Pfizer Biontech, e integrante de
otro think tank Centro de Estudios de la Realidad Social (Ceres).
Muchos de sus miembros pasaron a formar parte de la
administración actual. En el Partido Nacional, es el caso de Guillermo Fossati,
miembro de la comisión directiva del Instituto Nacional de Evaluación Educativa
(Ineed), y Ana Ribeiro, subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura, de
filas del hoy ministro del Interior Jorge Larrañaga. Asimismo, Sebastián Bauzá,
actual secretario de Deporte, que llegó a la actividad política a instancias de
Lacalle Pou.
Del Partido Colorado están Patricia Viera,
presidenta del Consejo de Formación en Educación, y Adriana Aristimuño,
directora de Planificación Educativa del Codicen, que incluso fue la referente
en educación de la campaña de Ernesto Talvi, exministro de Relaciones Exteriores.
La educación para la derecha liberal ha sido un
punto neurálgico de sus políticas. A través de la Ley de Urgente Consideración
(LUC) el gobierno ha iniciado un proceso de mercantilización de la misma y ha
decretado la extinción de los Consejos de Educación y la eliminación de la
participación docente en la gobernanza.
Uno de los gremios más potentes de la educación, la
Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) ha recibido
ataques constantes por parte del ministro Da Silveira y denunció que mientras
se recortan gastos en la educación, se le otorgan más a Eduy21.
La madeja
Los cruces y puertas giratorias de think tanks a
puestos de administración en el gobierno y viceversa se repiten una y otra vez.
Se pueden rastrear incluso, actores en gobiernos de la década del 90 y se
pueden seguir las huellas de sus padres en los 70 y 80. Si se hurga más allá,
se pueden rastrear familias, clanes y vínculos que se remontan a la fundación
del Uruguay mismo.
Esto ha sido simplemente un pequeño tramo en la
madeja de la oligarquía uruguaya, donde los mismos apellidos se repiten como un
loop de dominación infinito en este capitalismo tardío, deforme y dependiente.
Fuente:
https://rebelion.org/la-mercantilizacion-de-la-educacion-y-los-think-tanks-en-uruguay/
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